Los “halcones” PRO patean la idea de fusión con LLA
En el elenco amarillo se enfocan en la discusión interna partidaria y saben que un eventual cogobierno con el oficialismo les quitaría legisladores que se desmarcan del Gobierno. Piden “calma” y plantean que es unión con los libertarios es un proceso que “lleva tiempo”
Caída la “Ley Ómnibus” en el Congreso, las especulaciones sobre el eventual desembarco del PRO, principal aliado de La Libertad Avanza (LLA) en el recinto, parecían acelerarse.
Pero los cálculos más fríos en la correlación de fuerzas dentro del conjunto amarillo y una actitud de “espera” sobre las medidas del Gobierno de cara al caliente mes de marzo, en los que el peso del ajuste basado en licuación y “motosierra” se hará sentir, plantean un paréntesis en la posible fusión prolibertaria.
Como contó Diagonales durante el mes y medio de rosca legislativa, en el PRO ven que se “inmolaron” para que salieran los principales puntos de la megaley fallida del oficialismo, “incluso votando cosas en contra de los intereses de sus propios gobernadores”.
Casi todos los principales referentes del PRO que acompañaron la iniciativa oficialista reiteran que las diferencias no son de contenido, sino de formas, e infieren la falta de expertise del elenco “libertario”, lo que hace que se dificulte el tratamiento de leyes que consideran claves para la “transformación” de la Argentina.
Dentro del partido que fundó Mauricio Macri hacen cuentas y saben que un desembarco en la administración de Javier Milei le significaría, en términos parlamentarios, una virtual sangría en sus filas. Lo mismo sucedería con un puñado de legisladores de LLA, donde se descuenta a Carolina Píparo.
De los 37 diputados, estiman que se quedarían sin el bloque “más moderado” que, en varios pasajes de la caída “Ley Ómnibus” se mostraron más reacios a apoyar los artículos más polémicos, pero se acoplaron enteramente a lo que votó todo el bloque. Calculan que sería entre 7 y 8 legisladores. “El larretismo está en retirada, la verdad es que no van a quedar muchos de ese espacio”, asumieron en el ala de “halcones” a Diagonales.
La elección interna de autoridades en el PRO es un tema que primero deberá despejarse para luego comenzar a hilvanar la estrategia de desembarco en el Gobierno. Nadie en el partido amarillo se anima a indicar cuando comenzaran las reuniones para encaminar el proceso de union.
El camino hacia marzo, cuando se renovarán los cargos nacionales en el PRO, se empantanó en las últimas horas con los cruces entre Macri y la actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich. “Yo represento una parte muy importante del PRO, la parte mayoritaria diría, y por eso logré, cuando nadie lo pensaba, ganar una interna. Mostré que el pensamiento que yo tenía era el dominante en el PRO. No fue a través de una interna cerrada. Fueron 7 millones de votos”, arremetió la excandidata a presidenta.
“A todos los que esperan que nos unamos rápidamente, les decimos que tengan calma. Esto se trata de un proceso que lleva su tiempo. El mes que viene el PRO renueva sus autoridades. Necesitamos acomodarnos internamente y después veremos si nos unimos, o si no lo hacemos”, plantearon en el equipo de Cristian Ritondo a este medio.
Justamente Ritondo fue quien en las últimas horas planteó que no cree que su partido vaya inmediatamente a una fusión del PRO y LLA. “El PRO tiene una identidad partidaria propia de más de 20 años, y una construcción política a lo largo y ancho del país. Tenemos una mirada de acompañamiento y responsabilidad ante este Gobierno”, señaló.
Otras fuentes consultadas van más allá y saben que la unión prolibertaria, sin el acuerdo con los otros bloques “dialoguistas” en el Congreso, no alcanzará para las pretensiones de Milei y el macrismo.
“Una alianza parlamentaria no garantiza nada. No es que los dos bloques juntos logran cuórum o que se alcanzaría el número para aprobar leyes. Se van a seguir necesitando otras manos. Sin el apoyo de otros bloques como el radicalismo o del pichettismo , la unión sería algo más simbólico que otra cosa, porque no te garantiza ninguna condición de gobernabilidad”, aseveraron.