Los aliados se descontrolaron y Villarruel no pudo ni siquiera renovar autoridades en el Senado
Dos legisladores santacruceños no bajaron en rechazo a la privatización de Yacimientos Carboníferos Río Turbio y empantanaron el armado que había negociado la vice. Tensión en el oficialismo.
Así va a estar difícil el tramo legislativo de 2025 para el Gobierno Nacional, que, pese a haber cosechado una victoria con asteriscos con la suspensión de las PASO la semana pasada, este lunes hizo frente a un escenario potencialmente catastrófico en el Senado, donde no solo no logró renovar las autoridades que negoció el oficialismo sino que ni siquiera consiguió quórum para empezar la sesión. Mientras tanto, se hace patente el rechazo a la vicepresidenta Victoria Villarruel y el ganado se descontrola en la Cámara Alta.
Una rebelión en la granja parlamentaria de la administración de La Libertad Avanza (LLA) forzó a patear para más adelante la definición de las autoridades del cuerpo para el período 2025, el último de la primera mitad de la gestión de Javier Milei. En un año atravesado por las elecciones legislativas, el Senado se le dio vuelta al Poder Ejecutivo y le negó el quórum necesario para dar inicio a la jornada. El saldo final mostró un solo voto de diferencia, pero esa unidad puede resultar de gran impacto para el Gobierno.
Esta tarde, ni los 34 senadores de Unión por la Patria (UP) ni los dos del bloque Por Santa Cruz bajaron al recinto. La otra mitad sí lo hizo, por lo que el tablero final registró un empate 36 a 36, pero el oficialismo necesitaba 37; como consecuencia de ello, la sesión jamás comenzó y debió ser pospuesta. Con todo, la decisión del interbloque peronista era previsible – la sorpresa la dieron los patagónicos José Carambia y Natalia Gadano, que se ausentaron en rechazo de la medida privatizadora que convirtió Yacimientos Carboníferos Río Turbio en sociedad anónima.
Las negociaciones entre Nación y las provincias son una espada de doble filo. A un lado, pueden dar lugar a escenarios favorables a la Casa Rosada como el observado la semana pasada cuando los Gobernadores radicales salvaron a Milei de la comisión investigadora por la estafa cripto. Al otro, en circunstancias como la de este lunes con los mandatarios patagónicos marcándole la cancha a Milei, pueden dar por tierra con los delicados números del oficialismo en el Congreso. Por lo pronto, Villarruel tendrá que esperar y tejer nuevos acuerdos, o la tarea se le complicará aún más en un frente en el que al Gobierno no le sobra nada.