El gobierno de Javier Milei cumple un año de su asunción y la maquinaria oficialista se puso a funcionar a pleno en el pilar central del sostenimiento del experimento libertario: la construcción de su relato. El presidente compartió en redes un video de La Libertad Avanza en la que se enumeran una serie de supuestas características de su proceso político y en el que quedan muy claras cuáles son sus prioridades y qué cosas no le interesan absoluto.

El video de festejo de Milei resalta tanto por sus presencias como fundamentalmente por sus ausencias. “Cuando este gobierno ganó con vos, ganó la verdad”, arranca el video del relato libertario, que menciona otros rasgos que se auto atribuye el Gobierno nacional: la justicia, el castigo a narcos criminales, el déficit cero, “la guerra a todo o nada contra la maldita casta”, el poder de las redes sociales, la revolución tecnológica, el orden en las calles, la guerra contra la corrupción, el poder infinito de los celulares, la propiedad y la libertad, son algunos de los elementos enumerados en el cinematográfico producto libertario.

Bordeando límites autocráticos, el video de LLA festeja el triunfo de “la lealtad para defender al líder”, y la victoria “del bien”. Junto a auto atribuída potestad para determinar qué es el bien y que es el mal, rasgo típico de regímenes autoritarios, el spot propagandístico libertario también expresa con claridad el modelo que persiguen a partir de las personalidades que se muestran: Patricia Bullrich vestida de militar, el Gordo Dan, Elon Musk, Donald Trump y Benjamín Netanyahu son los únicos rostros con nombre propio que aparecen en el video, obviamente junto a Milei y Karina, que es mostrada varias veces sola o acompañando al presidente.

El video, sin embargo y a pesar de su gran producción, deja muy claro lo que no le importa a los libertarios a partir de las ausencias que tiene. No aparecen ni una vez palabras como jubilados, producción, crecimiento, trabajo, empleo, universidades, educación, salud, desarrollo, ciencia, pobreza, por citar algunos de los conceptos estructurales que deberían formar parte de cualquier decálogo de gobierno.

La Libertad Avanza elige mostrar a Elon Musk pero no aparece ningún científico, profesor, educador argentino. Se muestra a Trump o Netanyahu pero a ningún mandatario de la región, o algún dirigente social o religioso que tenga contacto con el pueblo. Se exhiben motosierras y armas largas pero no aparece un sólo jubilado o imágenes de algún barrio humilde. Se exaltan los poderes de la tecnología y los celulares, pero no se muestra un hospital público o una universidad. Aparecen jóvenes asistiendo a los actos libertarios con sus pantallas encendidas y no se muestra un sólo trabajador en una fábrica o un comercio.

Más claro que agua de pozo, diría el refrán popular, el relato libertario avanza. Una nueva era de supuesta modernización y relaciones carnales con cierta parte del mundo desarrollado, que deja afuera a los argentinos de a pie que día a día trabajan para construir un país mejor.