El discurso del presidente Javier Milei en el Foro de Davos, en el que no habló de economía a pesar de encontrarse frente a los principales líderes del empresariado y del mundo corporativo a nivel global, y que se centró en su visión ideológica anticultura “woke” fue un efecto catarata para que otros funcionarios de La Libertad Avanza (LLA) salieran a mostrar los dientes. Ese fue el caso del ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona.

Varios de sus hombres tomaron nota del intolerante discurso de Milei contra el feminismo y la comunidad LGTBI, lo que le valieron denuncias penales en su contra y lo que desembocó en una multitudinaria “Marcha Federal del Orgullo Antifascista Antirracista LGTBINBQ+” en la Ciudad de Buenos Aires y varios otros puntos del país.

Cuneo apuntó directamente contra la normativa penal vigente y defenestró la figura de los femicidios, que tuvo aprobación unánime en el Congreso con la sanción de la Ley 26.791, y se encuentra contemplada como agravante en el Código Penal en el artículo 80, inciso 11“Ninguna vida vale más que otra”, escribió en sus redes sociales.

“La política tiene que ser igual para todos”, “Tiene que haber paridad entre hombre y mujer” y “La Constitución no te dice otra cosa distinta”, son las frases de cabecera del ministro, para correr el eje de que la violencia por cuestiones de desigualdad de género muestra un estado alarmante.

Lourdes Di Natale: El oscuro pasado de Cuneo Libarona detrás de su cruzada “antifemicidios”

En los primeros 23 días de 2025 hubo un femicidio cada 20 horas. Y esta tendencia en aumento, ya se había constatado el año pasado: en 2024, los asesinatos sobre mujeres y diversidades aumentaron en un 13,2% respecto de 2023. 

Pero la cruzada del funcionario en favor de la cultura machista empezó desde el día 1 en el que el ministerio de Capital Humano, que encabeza Sandra Pettovello, delegó esta área hacia Justicia. En una reunión en el Congreso, avaló la eliminación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, que abordaba transversalmente las cuestiones de género.

Y va por más. La intención del ministro de avanzar contra la figura de los femicidios incluiría también la búsqueda de derogar la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743), algunos puntos de la Ley Micaela (Nº 27.499), el DNI no binario implementado en 2021 mediante el Decreto 476/2021, la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas trans (Nº 27.636) y la Ley de Paridad Electoral en Ámbitos de Representación Política (Nº 27.412).

Pero antes de pasar a ser un peregrino en favor de la “familia tradicional” y de los valores conservadores, Cuneo Libarona tuvo una vida diametralmente opuesta de la moral a la que hoy quiere imprimir para la sociedad.

TU PASADO TE CONDENA

El gobierno nacional se encarga de que el pasado noventista, ya calamitoso de por sí por los incendiarios indicadores sociales y económicos que arrojó la administración menemista y la aniquilación de la representación política, vuelvan como tragedia y también como farsa. Como parte de ese mal calco y copia del original, Cuneo Libarona fue pieza importante del andamiaje entre el Poder Ejecutivo, el aparato judicial y el espectáculo mediático.

Es conocido que su estudio familiar trabajó para conocidos narcotraficantes. Además el exabogado mediático fue llevado a prisión luego de que fuera denunciado por el juez Juan José Galeano, que tuvo la causa AMIA hasta que fue destituido tras ser declarado culpable por falso testimonio y por pagar sobornos en la causa del mayor atentado terrorista de la historia argentina.

Lourdes Di Natale: El oscuro pasado de Cuneo Libarona detrás de su cruzada “antifemicidios”

Cuneo Libarona había accedido a un video en el que Galeano sobornaba a Carlos Telleldín para que acusara falsamente a su defendido, el comisario de la Policía Bonaerense Juan Jose Ribelli, que, junto a otros compañeros, eran acusados de haber entregado a los ejecutores materiales del ataque la camioneta Trafic-bomba. Se lo acusó al ahora ministro por extorsión e incluso de haber robado el video de una caja fuerte del juzgado.

Los vínculos que tejió con las altas esferas del poder durante el gobierno de Carlos Menem, llevaron el halo de impunidad del ahora funcionario de Javier Milei, incluso hasta la muerte de una mujer: nada más y nada menos que su expareja y madre de una hija en común.

Se trata del crimen que casi 22 años después, sigue en la más absoluta impunidad: el de Lourdes Di Natale, el escándalo más grande alrededor de la figura del actual ministro.

Di Natale fue una secretaria que llegó a mediados de la década del ´80 desde Mendoza a Buenos Aires y por vínculos de amistad en común con el por entonces candidato presidencial del PJ Carlos Menem, recaló en la secretaría privada de la Presidencia. Estuvo a las órdenes de dos secretarios de Menem, el empresario de la industria láctea Miguel Ángel Vicco y el expolicía Ramón Rosa Hernández, que muchas veces, según se conoce, acosó a Di Natale.

Para esquivar ese hostigamiento, logró cambiar de jefe, y se adentró como pocas personas en las conversaciones más privadas del poder, viendo por dentro desfiles de coimas, comisiones y retornos. Se mudó al tercer piso de la peatonal Florida 980, frente a la Plaza San Martín, para ser la secretaria de la mano derecha de Menem, su cuñado Emir Yoma, con quien trabajó por seis años.

Lourdes Di Natale: El oscuro pasado de Cuneo Libarona detrás de su cruzada “antifemicidios”

Por ese entonces ya estaba enamorada de un joven Cuneo Libarona, con quién fue pareja, a principios de esa década y por tres años. En 1992, Di Natale quedó embarazada de la única hija de la relación.

La mujer vivió un calvario durante la convivencia con el abogado. En el poco tiempo que vivieron juntos, Di Natale le hizo 11 denuncias al ministro de Justicia por agresiones en la Comisaría 19º de la Capital Federal. Ninguna prosperó.

En lo laboral, y por nexo de su pareja y secretaria, Cuneo Libarona ya era el representante legal top de Yoma. Pesaban sobre el cuñado del expresidente acusaciones por defraudaciones al fisco que había cometido la curtiembre Yoma de Tinogasta, La Rioja; gestiones de coimas para la liberación de impuestos de maquinarias del frigorífico Swift (Swiftgate); operaciones de narcotráfico de cocaína (Yomagate); gestiones para favorecer a la empresa alemana Siemens AG para la colocación de generadores en la Represa Hidroeléctrica Yacyretá-Apipé, en el Río Paraná; y, su papel en la causa por tráfico ilegal de armas a Ecuador y Croacia.

Desilusionada del menemismo, Di Natale sufría la falta de sueño, la caída de sus piezas dentales y una infección generalizada en su boca, que habían sido causa de las discusiones con Yoma, que no quiso pagarle su tratamiento y la echó. Desde 1998 dejó de cobrar su salario como secretaria.

Lejos de ser cómplice, Di Natale probó su valentía y declaró en contra de Yoma. Fue testigo en la causa por contrabando de armas a Ecuador y Croacia. Sus declaraciones fueron claves para que tanto el expresidente como Yoma tuvieran que ir a prisión.

También volvió a la carga contra Cuneo Libarona. Dentro de la extensa lista de denuncias sobre el hoy ministro “libertario” figuran: inducir a falsear un peritaje contable; falta de pago de la cuota alimentaria de su hija; violación de los deberes del funcionario público; encubrimiento; falsedad ideológica de documentos públicos; malversación de caudales públicos y asociación ilícita, y, por vejaciones, sadismo, tortura moral y psicológica y daños.

Lourdes Di Natale: El oscuro pasado de Cuneo Libarona detrás de su cruzada “antifemicidios”

La respuesta del tándem Yoma- Cuneo Libarona fue la de atacar contra la salud mental de Di Natale, endilgándole una supuesta fragilidad psíquica: que le habían quitado la custodia de la hija que había tenido con el abogado y que eso la había vuelto loca e “histérica”.

En todo momento y ante cualquier oportunidad de dar su testimonio ante las cámaras, la exsecretaria repetía que temía por su vida. Y el 1ero de marzo de 2003, se confirmó lo peor: murió al caer de un décimo piso del edificio de la calle Mansilla 2431, en la Ciudad de Buenos Aires. Tenía que declarar como testigo en otra causa comprometedora para la administración menemista: la explosión de la fábrica militar de Río Tercero.

Desde el círculo del expresidente riojano, algunos apuntaban a la teoría del suicidio y otros a que, por su situación mental “alterada”, había querido cortar el servicio de TV por cable que daba a su balcón, como supuesto gesto de hostilidad hacia sus vecinos, y cayó al patio del edificio.

Pero familiares y amigos de Di Natale desterraban esa posibilidad y cualquier vinculación de su muerte con su salud mental.

La reconstrucción de los investigadores, a la cual refieren con suma precisión los periodistas Juan José Salinas y Néstor Espósito en respectivos artículos, sobre el lamentable episodio fue concluyente y eso alertó al abogado de Di Natale, Rodolfo Chimeri Sorrentino.

-Habían fabricado un muñeco del tamaño y del peso de la mujer, lo llevaron al departamento y lo arrojaron varias veces por la ventana. Pero nunca cayó en el mismo lugar en el que había sido encontrado el cuerpo. Cuando el muñeco fue lanzado por dos hombres y lo volvieron a tirar desde la ventana en una hipotética posición como podría haber sucedido, sí el muñeco cayó en el lugar exacto en el que Lourdes había sido encontrada.

-El cuchillo de casi 30 centímetros con el que fue encontrado el cuerpo no estaba marcado por sus huellas digitales ni tenía signos de haber caído desde el décimo piso. Parecía haber sido depositado en el patio antes o después de la caída de Di Natale.

-Para cortar ese cable Lourdes Di Natale debía haber tenido un brazo de una extensión de dos metros y su capacidad de torsión para girar debiera haber sido en ángulo de 90 grados. Desde la ventana por la que cayó, ese cable no se veía.

-Se intentó instalar un presunto alcoholismo de la víctima pero no solo no se hallaron bebidas alcohólicas en el departamento, ni envases vacíos, sino que tampoco de la autopsia surgió alguna de las habituales consecuencias físicas del abuso en la ingesta de alcohol. Sin embargo, tenía 3,15 gramos de alcohol por litro de sangre. Para una mujer que medía poco más de 1,50 metros y que estaba extremadamente delgada cuando murió, eso le debía haber implicado estar completamente borracha y no habría podido siquiera mantenerte en pie, ni mucho menos intentar cortar el cable.

Junto a estas pruebas, hay varias más, pero la causa se orientó hacia el suicidio y se archivó a instancias de la jueza subrogante Fabiana Palmaghini. A pesar de que en 2015, la Corte Suprema de Justicia había resuelto que debía reabrirse la investigación por la muerte de Di Natale, el juez original de la causa, Ricardo Frías, cerró el expediente dos años después.

Quedaron en el ojo de la tormenta efectivos de la Policía Federal. Pero de fondo estaba el poder: la primera plana de funcionarios de la década menemista y los operadores judiciales.

Cuneo Libarona no solo expresa en su cruzada contra la figura de los femicidios y feminicidios, en donde se refleja la impunidad y la inacción estatal, un odio contra la agenda de los derechos de las mujeres y minorías disidentes.

Más allá del componente ideológico, hay un recorrido de vida que pesa sobre sus espaldas.