Macri necesita cerrar su propia grieta en Córdoba y tambalea Negri
El Presidente buscará apaciguar las internas con el radicalismo en una nueva cumbre en Casa Rosada, aunque cueste hacer a un lado al candidato Pro
El clima no podría ser más apremiante en la provincia de Córdoba, donde una feroz interna entre el macrista Mario Negri y el radical Ramón Mestre ponen en riesgo el voto de Cambiemos, que intentará sacarla la provincia al peronista Juan Schiaretti.
Por ello, el propio Mauricio Macri mantendrá hoy una reunión en Casa Rosada donde discutirá con las principales caras de partido a nivel nacional cómo hacer las diferencias a un lado y mantener intacta la alianza de Cambiemos sin necesidad de una elección interna.
Es que el propio Negri, hombre predilecto de la Rosada, acusó a Mestre de intentar un fraude e impugnó las elecciones internas junto con Luis Juez. Mestre, que es intendente de Córdoba capital y mantiene el control de la UCR provincial, dijo que seguiría adelante con la interna y espera que hoy la jueza electoral Marta Vidal le dé la razón.
Ninguno de los dos, en tanto, muestra intenciones de bajarse del ring y es Macri quien ahora deberá resolver qué hacer con la situación Córdoba. En tanto, en las filas de Cambiemos las aguas se dividen entre lealtades personales y conveniencias electorales.
Según trascendidos, Negri buscaría el respaldo de Nación para ir solo contra Mestre, aunque eso cueste romper el sello de Cambiemos. Entre fuegos cruzados, desde Balcarce 50 temen que los candidatos separados dividan los votos cordobeses y favorezcan a Schiaretti. Para evitar internas a toda costa, analizan seriamente la posibilidad de bajar a Negri y dar vía libre al candidato boina blanca como representante de Cambiemos.
Las cartas serán puestas sobre la mesa en la reunión que mantendrá el Presidente esta tarde con la cúpula nacional del partido, donde aun repican las decisiones tomadas por los radicales Alfredo Cornejo y Gerardo Morales de ir a elecciones en Mendoza y Jujuy, separados de Nación.
Mientras tanto, desde Casa Rosada contemplan tener que tragarse el sapo de ceder la disputa cordobesa al radicalismo y bajar al candidato propio.