En la inauguración política de su rol como presidente del PRO, el exmandatario de la Nación Mauricio Macri encabezó esta tarde el lanzamiento del “Nuevo PRO”, la etapa que se abre en el partido amarillo en tiempos de Gobierno de Javier Milei. Los lineamientos del espacio, que se nutre de figuras en alza y contó con ausencias de peso en el mega acto de La Boca, adhieren al espíritu del “cambio” por sobre la unidad y, si bien respaldan el rumbo económico del presidente, cuestionan su “entorno” y sus “debilidades” en el poder: “No nos casemos sin conocernos”.

El presidente Milei nos ha propuesto una fusión, y por la relación de afecto que es realmente mutuo, le expresé que en el siglo XXI nadie se casa sin antes conocerse y convivir. Le sugerí que vayamos de menor a mayor, para fortalecer la gestión y que el cambio se haga realidad”: la cita sintetiza la relación entre la administración de La Libertad Avanza y la flamante faceta del PRO macrista, que no ahorró en críticas especialmente dirigidas al círculo que rodea al jefe de Estado, pero terminó el acto con un claro llamado en su defensa: “Sigamos apoyando al presidente en esta cruzada por el cambio”.

El discurso de Macri significó el cierre de una larga tarde en La Boca que congregó a las principales figuras del “Nuevo PRO”, la denominación que el exmandatario aspira adjudicarle a la versión 2024 del partido amarillo, ya vaciada de varias de sus antiguos compañeros de Juntos por el Cambio (JxC) como de quienes fueran miembros de la mesa chica del espacio y hoy guardan su distancia – notablemente, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el exjefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. En sus lugares aparecieron numerosos nombres en alza, aunque unidos bajo la dirección de un viejo conocido.

Ese “viejo conocido” es Macri, quien entre alusiones irónicas a viejos lemas del PRO y un repaso por la última década en la política doméstica brindó su respaldo matizado al “presidente Milei”, no sin plantear algunos puntos de desencuentro: “Tiene muy claro lo que hay que hacer, tiene ideas, convicción y coraje; pero sigue teniendo pendiente el desafío de construir un equipo. Milei tiene absoluta claridad en la dirección y en las ideas, pero hay una debilidad en la capacidad de implementarlas. Al ordenamiento macro le falta un trabajo micro intenso. Y lo que pudimos ayudar a Milei fue a pesar de su entorno”.

Otro tanto apuntó el expresidente sobre el reciente rearmado al que se sometió tanto el partido como la excoalición de Juntos por el Cambio (JxC): “Entre 2019 y 2023 nuestras internas fueron muy dañinas. La unidad por la unidad misma nos arruinó nuestra esencia – fuimos más ‘juntos’ que ‘cambio’. A pesar de todo eso, el PRO nunca dudó en dónde tenía que estar, porque las ideas económicas actuales son las mismas que venimos impulsando hace mucho tiempo. El PRO siempre fue algo distinto, siempre fuimos algo disruptivo, una ruptura radical de la forma tradicional de la política argentina. No somos un experimento, somos un partido preparado. Somos el cambio, le moleste a quien le moleste”.