Madanes Quintanilla: Jeque de neumáticos y aluminio, empresario off shore y aportante de la política
El dueño de Fate y Aluar tiene una de las 20 mayores fortunas del país. Aportante de JxC y el FDT, blanqueó $1.279 millones con el macrismo y apareció en los Panamá Pappers con compañías en Islas Vírgenes para comprar propiedades en EEUU.
Esta semana el nombre de Javier Madanes Quintanilla viene siendo uno de los principales nombres propios en el debate público argentino. El dueño de la fábrica de neumáticos Fate asumió la voz empresaria en el conflicto con el SUTNA y ya cosechó el apoyo de la política, oficialismo y oposición, para la resolución de un conflicto que tiene paralizada la producción. Pero, ¿quién es Madanes Quintanilla?
El empresario argentino es el heredero de uno de los principales imperios económicos del país. Hijo de Dolores Madanes Quintanilla, Javier conduce hoy un grupo económico cuya facturación anual asciende a los 1.420 millones de dólares y emplea unas 5.700 personas, según la revista Forbes. Fate y Aluar son los principales pilares del grupo. La fábrica de neumáticos produce unos 450.000 neumáticos mensuales, abastece el 40% del mercado argentino y exporta el 40% de su producción a Brasil y el resto de Latinoamérica. Aluar, por su parte, es la única productora de aluminio primario en el país, con capacidad de 460.000 toneladas anuales. Aluar exporta el 75% de su producción y cuenta con un parque eólico propio con proyección de instalación de 31 aerogeneradores en la zona lindera a la planta de la empresa en Puerto Madryn.
Pero el grupo no queda ahí. Para asegurar la provisión de energía eléctrica de Aluar, el grupo Madanes Quintanilla tiene la concesión por 30 años de la central hidroeléctrica Futaleufú, construida en base a la represa sobre el río homónimo. Además, son propietarios de TRANSPA S.A., empresa dueña de las líneas de transporte de energía eléctrica de alta tensión de la Patagonia. Cuentan con 936 km de líneas de 132 kV, 555 km de la doble línea de 330 kV y 19 estaciones transformadoras con 1220 MVA de capacidad de transformación. Por último, poseen una empresa de ingeniería, construcciones y montajes industriales mecánicos y electromecánicos llamada INFA S.A., principal proveedora de Aluar.
Este combo de la producción monopólica de aluminio en el país, con la energía para la producción asegurada y la concesión para el transporte de energía eléctrica de alta tensión en la Patagonia, sumado a una de las principales productoras de otro insumo básico de todas las industrias, como son los neumáticos, convierten a los Madanes Quintanilla en una familia con un lugar de enorme privilegio en la sociedad argentina. Tanto desde el punto de vista económico como desde lo político.
Desde el aspecto económico, la fortuna de Madanes Quintanilla se encuentra entre las 20 mayores del país. El famoso ranking de la revista Forbes del 2021 lo ubicó en el puesto Nº 18, con un patrimonio valuado en US$ 590 millones. Las especulaciones sobre su fortuna real son mucho mayores.
Como prácticamente todo el gran empresariado argentino, el Grupo Madanes Quintanilla llegó a esa fortuna de la mano de favores políticos de todos los colores y en distintos momentos de la historia del país. Fate fue fundada en los años 40 y en su momento era presentada por el propio peronismo como un ejemplo de la burguesía nacional. Los vínculos con el peronismo crecieron a partir de la relación de uno de los hermanos Madanes, Manuel, con José Ber Gelbard, quien fuera titular de Economía en el último gobierno de Perón. Gelbard fue una pieza clave en la expansión de Fate y en el nacimiento y desarrollo de Aluar. Más adelante en el tiempo, la dictadura cívico militar estatizaría una deuda de 223 millones de dólares de Fate.
A pesar de haber recibido cuantiosos subsidios durante el kirchnerismo para el desarrollo de Aluar, una empresa considerada insignia nacional por Néstor y Cristina Kirchner, Javier Madanes Quintanilla apostó fuerte por el gobierno de Mauricio Macri. En 2017, el Grupo aportó el máximo permitido de 3 millones de pesos a la campaña de JxC. En 2019 no se quedaron atrás, y realizaron aportes por 4,5 millones de pesos. No era para menos: en el blanqueo de capitales propiciado por el macrismo el empresario ingresó unos $1.279 millones. A su vez, a principios de 2019 y en el comienzo de la crisis económica y productiva, Fate presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis para que el gobierno le autorizara el despido de 437 trabajadores.
Pero Madanes Quintanilla no pone todos los huevos en una sola canasta. Así es que Aluar figuró como la principal empresa aportante a la campaña del FDT a las PASO en 2019, con un aporte de $900.000. Madanes Quintanilla jugó fuerte también a favor del oficialismo en el apoyo al acuerdo con el FMI, aportó al impuesto a las grandes fortunas y se distanció del empresariado que judicializó la medida, por citar otros puntos de contacto con el Gobierno. Hoy, esos vínculos se ven en el apoyo que importantes referentes del FDT como el propio Sergio Massa están brindando a la posición de los empresarios en el conflicto con el SUTNA.
El casillero que no le podía faltar a un empresario como Madanes Quintanilla era la extranjerización de su fortuna. Con la emergencia de los Panamá Pappers, se conoció su participación en al menos tres compañías off shore desde 2014 en adelante. La primera, DQ Assets, radicada en las islas Vírgenes Británicas pero gerenciada des Montevideo a través de otra empresa, Angerona Group Administration Limited. La segunda compañía es MQ One Limited, también radicada en Islas Vírgenes y donde Madanes Quintilla figura en un formulario de inscripción de 2016 como beneficiario final de la misma. Esta empresa fue constituida para la compra de inmuebles en los EEUU. En concretó se conocieron movimientos para adquirir una propiedad valuada en unos US$ 3 millones, operación que no se llegó a comprobar si se efectuó o no.
La tercera compañía era un Trust creado en Nueva Zelanda en 2016 por instrucción de Madanes Quintanilla, denominado MQ Irrevocable Trust. El proveedor de servicios para constitución de compañías off shore OMC Group registró al empresario como fideicomitente de MQ Irrevocable Trust, con el objetivo de que bienes a nombre de Madanes Quintanilla pasaran a ser administrados por el trust y quedaran de esa manera libres de pagar impuestos.