Con la noche cayendo sobre la el Congreso y la sesión en Diputados para aprobar el acuerdo con el FMI bastante avanzada, notorias ausencias en la lista de oradores siembran incógnitas sobre cómo terminará la jornada. La principal es la del líder de La Cámpora y ex presidente del bloque oficialista, Máximo Kirchner, quien a pesar de estar presente en el Congreso aún no bajó al recinto en ningún momento de la sesión.

El hijo de CFK ni siquiera concurrió a dar quórum, actitud que fue seguida por unos seis Diputados que le responden. Sin embargo, Máximo está presente desde las 8:30 de la mañana en el Congreso y hasta participó de una reunión organizada por el nuevo presidente de bloque, Germán Martínez, quien por la mañana congregó a todos los Diputados del FdT para consensuar el tono de las intervenciones y evitar cruces innecesarios.

Su silencio mantiene las incógnitas sobre cuál será su actitud a la hora de la votación y qué harán el resto de los legisladores de La Cámpora que aún no se pronunciaron y tampoco se anotaron en la lista de oradores. Algunas versiones apuntan a que podrían bajar a votar sin ofrecer discursos, con la posibilidad de votar en contra o abstenerse. Otras plantean que directamente podrían ausentarse de la votación, evitando tener que posicionarse.

Sin embargo, nadie descarta un golpe de efecto a último momento. Hasta las 20 horas el silencio stampa era la posición unificada de todos los referentes de la organización kirchnerista y todo puede pasar. El único gesto concreto de La Cámpora fue un tweet de Paula Penacca alrededor de las 19:30 horas en el que se observan pintadas sobre paredes con la leyenda que se hizo hashtag y tendencia durante la tarde: “Fue Macri”. Penacca es una de la pocas legisladoras que responde a Kirchner que dio quórum y bajó al recinto, además de haber estado junto a Sergio Massa en la reunión de labor parlamentaria anterior al inicio de la sesión.

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Con la posición de debilidad en la que quedó el oficialismo tras la renuncia de Máximo y los posibles votos negativos de sus Diputados, los votos de la oposición subieron exponencialmente su cotización. El acuerdo al que se llegó sobre el articulado y el contundente dictamen en comisión no garantizan de por sí que el oficialismo obtenga los 200 votos afirmativos que el Gobierno estimaba hoy al comienzo de la jornada. Todavía está muy fresco el recuerdo de lo que sucedió con el presupuesto 2022, sesión que pegó un brusco giro luego de la fuerte intervención de Máximo Kirchner que enfureció a la oposición, decantando en el rechazo al proyecto.

Es por esto que el oficialismo colocó, al menos por ahora, a dos espadas albertistas para el cierre de la sesión, apuntando a conservar el equilibrio difícilmente alcanzado en estos frenéticos días de negociaciones. Serán las dos cabezas de lista de 2021 quienes soporten la tarea de hablar antes de la votación, marcando las posiciones oficialistas pero sin empujar a la oposición a un cambio de postura inesperado. Leandro Santoro primero y Victoria Tolosa Paz después son las voces del Gobierno anotadas para cerrar con sus discursos.

Pero del otro lado de la grieta también hay ruidosas ausencias. Particularmente las de María Eugenia Vidal y Diego Santilli, también cabezas de lista el año pasado e incorporaciones del recinto para este año legislativo. Sus ausencias como oradores resultan llamativas justamente en la que podría ser la sesión más importante y con mayor visibilidad del año en la Cámara baja debido a la trascendencia que tendrá el acuerdo.

Sin embargo, todo puede cambiar a último momento y es probable que tanto los referentes del PRO como los de La Cámpora estén especulando con el avance de la sesión para terminar de definir sus jugadas. Por ahora sigue abierta la pregunta ¿hablan o se esconden?