Milei asumió con sello propio ante un Congreso que será su gran desafío
Rompiendo esquemas y tradiciones, el nuevo Presidente asumió en la que tal vez se la ceremonia más corta de la historia. El Congreso, un paso burocrático y de formalidad. El universo político desconcertado por lo que viene y aún no tiene forma definida.
Finalmente llegó el día y la Argentina tiene nuevo Presidente. Javier Milei asumió su mandato en el Congreso de la Nación, tal como viene marcando una costumbre que sólo fue interrumpida en las últimas décadas por Mauricio Macri, que eligió la Casa Rosada. Pero, fiel a su estilo disruptivo y rupturista, la ceremonia que consagró al primer mandatario hasta el 2027 poco tuvo que ver con lo que suele ser esta instancia para la vida democrática y política del país.
En los accesos a un Congreso rodeado por un perímetro de vayas y seguridad inexpugnables, apenas algunos dirigentes de las nuevas oposiciones se detenían a brindar declaraciones a la prensa. Los funcionarios del nuevo Gobierno a los que se vio ingresar por la clásica entrada ubicada sobre la avenida Rivadavia pasaron velozmente y sin dejar definiciones sobre la jornada. La nueva Canciller, Diana Mondino, y el flamante ministro del Interior, Guillermo Francos, fueron algunas de las nuevas figuras que prefirieron no dialogar con los medios y dejar la centralidad de la jornada en la figura del Presidente Javier Milei.
Dentro del Palacio Legislativo reinaba un cierto halo de incertidumbre. La experiencia de funcionarios y periodistas en asunciones presidenciales previas no tenía registro para anticiparse a una ceremonia como la que ya se había anunciado, breve, de apenas unos minutos, y sin discurso frente a los representantes del pueblo en el Poder Legislativo.
Algunos legisladores recorrían los pasillos y el Salón de los Pasos Perdidos, sumando sus declaraciones a las que se brindaron en la entrada al Congreso y que fueron prefigurando algo de lo que puede esperarse en uno de los territorios clave para lo que viene, donde el Presidente deberá conseguir apoyos para trazar sus políticas medulares en los meses siguientes.
“De la oposición de nuestro bloque político se puede esperar responsabilidad y trabajo para defender al 44% de nuestros ciudadanos que nos votaron para ponerles voz en este parlamento” expresó la diputada Victoria Tolosa Paz, quien además agregó que se viene un “fuerte debate interno para reconstruir nuestra fuerza, que necesitamos que represente a las mayorías en este país”.
“Tienen que armar mayorías, dependerá del trabajo que hagan y las propuestas” soltó Miguel Pichetto entrando al Congreso. El dirigente que fue central en la conformación del nuevo bloque Cambio Federal y se quedó con la segunda vicepresidencia en Diputados afirmó que “no se puede gobernar contra el Congreso, hay que hacerlo con el Congreso”, preanunciando los límites que pueda recibir el nuevo Gobierno desde del Poder Legislativo si no intenta consensuar al menos con algunos actores sus medidas.
“Creo que un gobierno que hizo campaña sobre la normalización fiscal tiene el deber de mandar la hoja de ruta, del paso a paso que va a seguir. Esa es la ley del presupuesto, y no enviarla es un mensaje muy grave porque anuncia que el ajuste lo va a hacer la inflación. Hay que pedirle a este gobierno que se tome 10 días más y envíe una ley de presupuesto” sentenció el diputado del PRO, Nicolás Massot, también marcando exigencias de cara al nuevo Ejecutivo.
“Nosotros somos oposición, pero la oposición no debe ser obstruir sino construir en conjunto, encontrar puntos de equilibrio y espero que los podamos lograr” dijo minutos antes de la asunción el senador electo y ex gobernador de San Juan, Sergio Uñac. El dirigente del interior del país también alertó sobre otro frente de conflicto que se le puede abrir al nuevo Gobierno si avanza con su plan de motosierra hacia las provincias: “defensa de las autonomías provinciales, el Presidente electo ha hablado de eliminación de los regímenes de coparticipación, de eliminación de la obra pública y obviamente los más afectados por eso vamos a ser los del interior. Pero quizás dijo cosas que hoy están relativizadas, esperemos que hoy esto también se pueda reconfigurar” expresó ante la consulta de Diagonales.
“Espero que a Milei le vaya bien, porque si le va bien a él también le irá bien al conjunto de los argentinos” opinó Florencio Randazzo en el Salón de los Pasos Perdidos. El dirigente que acompañó a Juan Schiaretti en su fórmula presidencial no perdió la oportunidad para pedir un “peronismo federal, moderno, democrático y que acompañe al próximo presidente para poder resolver los problemas estructurales que tiene la Argentina. Yo estoy dispuesto a colaborar para todo aquello que sea bueno para el Gobierno porque es bueno para Argentina”.
Randazzo, en su actitud colaboracionista, sonó con fuerza como un posible presidente de la Cámara de Diputados del nuevo gobierno. Finalmente Milei se inclinó por un legislador propio para esa tarea, y el ex ministro del kirchnerismo se refirió a esa cuestión ante la pregunta de Diagonales: “Es una decisión del cuerpo que está supeditada a la del Ejecutivo nacional, así que celebro la designación de Martín Menem y lo voy a acompañar en todo aquellos que vaya a favor del conjunto de los argentinos”.
La izquierda también sentó su posición de cara a lo que viene y cuál será su actitud en el Congreso. Ya el bloque que componen Myriam Bregman, Nicolás Del Caño, Romina Del Plá, Alejandro Vilca y Christian Castillo se abstuvo de votar en la designación de autoridades de la Cámara hace unos días. Hoy, dividieron la frase “no al plan motosierra de Milei contra el pueblo” en cinco carteles que exhibieron uno cada uno en sus manos. Del Plá le expresó a Diagonales que “la izquierda va a enfrentar a fondo este plan motosierra, no sólo aquí en el Congreso no dándole los votos y enfrentando cualquier medida que signifique un ataque a la clase trabajadora, sino también en la calle junto al movimiento piquetero, los sindicatos combativos, organizando una gran movilización para el 20 de diciembre”.
El clima de extrañez en el Salón de los Pasos Perdidos, antesala del recinto de Diputados donde Milei juraría unos minutos después, no se quebró ni con las entradas de las máximas autoridades del gobierno saliente. De un momento a otro, CFK recorrió el pasillo desde el Salón Azul hacia el recinto casi sin que volara una mosca. La vicepresidenta pasó casi inadvertida, sin saludos ni exclamaciones de alguna hinchada que brindase apoyo. Signo de los tiempos cambiantes que se respiraban en el Congreso en el mediodía del domingo.
Minutos después sucedió lo mismo con el ahora expresidente. Alberto Fernández llegó a Congreso y en apenas unos minutos atravesó el mismo pasillo para ubicarse dentro del recinto. Su tránsito fue sin pena ni gloria, como el de su compañera de fórmula y de gobierno del Frente de Todos. Las expectativas sólo estaban puestas en la llegada de Javier Milei.
En tan solo unos minutos CFK dio inicio a la sesión y se conformó la comisión de legisladores que iría a recibir al presidente electo una vez que llegase al Palacio Legislativo. La comitiva se dirigió a la entrada del Congreso y acompañó a un exultante Javier Milei y a Victoria Villarruel en el ingreso y la firma del libro de honor, donde el Presidente escribió “viva la libertad carajo” y su vice “todo por la Argentina”.
También en una calma extraña, que apenas se rompió con un solo “vamos Javier” que sonó en Pasos Perdidos, la nueva dupla presidencial atravesó el pasillo de prensa hacia el recinto acompañada por una CFK que oscilaba entre las indicaciones, las sonrisas espontáneas y las caras de disgusto frente a una función institucional que claramente la tenía incómoda.
Adentro, la jura de ambos también se dio en tiempo récord y sin más sobresaltos que algunos vitoreos de “libertad, libertad”. Luego entró en escena Alberto Fernández para el traspaso de los atributos presidenciales y el saludo de rigor para con el nuevo Presidente. CFK bromeaba con Milei en relación a alguna cuestión del bastón presidencial y toda la escena destilaba un nerviosismo acorde a la novedad que comenzó a vivirse con el experimento libertario en el poder. Luego, la vicepresidenta saliente llamó a presidir la sesión a la nueva titular del Senado y se retiró con la misma impronta fantasmal con la que había ingresado.
Luego de unos saludos protocolares para con gobernadores y ex presidentes que estaban a un costado del estrado, entre quienes resaltaban Axel Kicillof y Mauricio Macri, a quien le dispensó un abrazo especial, Milei concluyó su visita al Congreso junto a Villarruel en apenas unos minutos. Fotos de rigor y a dar su mensaje de cara a la concurrencia que se acercó hasta la Plaza de los dos Congresos. Incluso su salida del reciento fue distinta a los esperado. Mientras la prensa lo esperaba ver pasar ya como Presidente por el mismo pasillo por el que había entrado, Milei eligió un camino alternativo, esquivó las cámaras y los micrófonos, y su primera aparición como primer mandatario del país se dio en las escalinatas del Congreso y de frente a la ciudadanía y la militancia que se convocó para acompañarlo.
El interior del Congreso quedó en un atónito silencio, como procesando una instancia completamente diferente a otras anteriores y a lo esperable, que dejó gusto a poco hacia adentro del Palacio Legislativo. “La decisión de hablar afuera es de él, básicamente acá no es que tiene que hablar sí o sí, así que es lo que habrá que esperar desde ahora” afirmaba una autoridad del Congreso mientras los diputados se retiraban y la prensa preguntaba cómo continuaba la jornada adentro. Otro trabajador del Palacio Legislativo completó el cuadro de incertidumbre: “ahora estamos acéfalos, no nombraron los nuevos directores, no tenemos claro cómo vamos a seguir”.
Con ese panorama asumió Javier Milei, sello propio y poco apego a la formalidad y la costumbre, más bien un intento por mostrar distancia para con las lógicas burocráticas y ceremoniales de la política. La sensación de un cierto desprecio forzado para con uno de los tres poderes del Estado sobrevoló durante toda la jornada en el Congreso, y no augura la mejor de las relaciones entre el nuevo Presidente y los legisladores a los que deberá convencer para que apoyen el durísimo plan de ajuste que ya comenzó a anunciar.
Milei montó su show y su espectáculo desde la puerta del Congreso para afuera. A partir de mañana deberá empezar a preocuparse por lo que pueda construir puertas adentro del Palacio Legislativo que hoy lo ungió Presidente.