Javier Milei tuvo finalmente la firma del Pacto de Mayo, que impulsó el primero de marzo en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso y que terminó tomándole casi dos meses más de lo previsto para su concreción. En un extenso discurso con el que repasó los 10 puntos firmados por 18 gobernadores y los titulares de ambas cámaras legislativas, Milei volvió a reafirmar los preceptos ideológicos de ajuste y reducción del gasto público con los que viene encabezando su gestión. 

“Argentina se encuentra en un punto de inflexión, los puntos de quiebre de una nación no son momentos de paz y tranquilidad, son momentos de dificultad y conflicto donde todo parece cuesta arriba. Son momentos en donde el abismo se hace tan claro que el cambio se convierte en una obligación y una urgencia”, comenzó el presidente, enmarcando el momento político que atraviesa su Gobierno, con una economía que no da señales de recuperación.

EN VIVO | JAVIER MILEI FIRMA EL PACTO DE MAYO EN TUCUMÁN

Milei agradeció a los asistentes de distintas extracciones políticas, y no se guardó sus habituales misiles contra la "casta" y la oposición a su Gobierno. “Creemos que el desafío que enfrenta la Argentina hoy es demasiado grande y la promesa de un futuro mejor demasiado valiosa como para permitir que mezquindades o trifulcas del pasado nublen este camino. No obstante, hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí para suscribir esta acta fundamental; en algunos casos porque sus anteojeras ideológicas los hacen desconocer la raíz del fracaso argentino, en otros casos por miedo o vergüenza de haber persistido en el error por tanto tiempo", afirmó. 

El Presidente fue más a fondo en su crítica y disparó directamente contra referentes de la oposición, a quienes objeto por "no querer ceder sus privilegios", rsaltando que "no es causalidad que entre estos últimos se encuentren quienes intentan boicotear a este gobierno y conspiran para que fracase. Son adictos al sistema porque sus intereses personales son diametralmente opuestos al del común de la gente, y saben, aunque no lo admitan, que ellos progresan a costa de que al conjunto de los argentinos les vaya cada vez peor".

Defendiendo cada uno de los 10 puntos del acuerdo firmado, Milei llegó incluso a lanzar una promesa gandilocuente: "Les prometo que vamos a vivir en un país sin inflación por el resto de nuestros días", dijo en una peligrosa frase de que la que podría empezar a caer preso esta misma semana si el IPC vuelve a marcar un rebote como indican todas las mediciones previas.

Para Milei, el desequilibrio fiscal "es el huevo de la serpiente de todos los males de la Argentina del último siglo", por lo cual prometió y pidió a los gobernadores una profundización de los recortes y el ajuste: "el 44% del gasto de nuestro país corresponde a las provincias y los municipios", sentenció el primer mandatario, y afirmó que enfrentar ese desafío "requiere que todos hagan su parte, desde el Estado nacional ya hemos hecho nuestra parte con el ajuste más grande de la historia de la humanidad".

En otro pasaje de su discurso, el presidente afirmó que "desde el gobierno perseguiremos una desrregulación de toda la actividad económica", reforzando otro de los temas de la actualidad, como es la entrada formal de Federico Sturzenegger al Gobierno, con los roces internos que ellos implica con el titular de Economía, Luis Caputo.