La semana que comenzó con el peronismo dividido en tres actos por el día de la lealtad, sin la participación del Presidente del partido y del país en ninguno de ellos, culminó este viernes con una polémica entre el kirchnerismo, los movimientos sociales y la CGT por una reunión de estos últimos dos sectores que el campamento K interpretó como un ataque en su contra a partir de la cobertura mediática que tuvo. La unidad del FDT se resquebraja a medida que se acerca el 2023 y los movimientos en el oficialismo sólo tienden a revelar los intereses particulares de cada sector, de lo que puede inferirse que nadie confía demasiado en la posibilidad de retener el gobierno en el turno electoral del año que viene.

La reunión en cuestión tuvo lugar el jueves en la sede de UPCN y por la CGT participaron Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Carlos Frigerio (Cerveceros), Jorge Sola (Seguros) y el anfitrión Andrés “el centauro” Rodríguez (UPCN). Por parte de los movimientos sociales estuvo la conducción del Evita con Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, los secretarios general y gremial de UTEP, Esteban “Gringo” Castro y Gildo Onorato, y el líder de Barrios de Pie, Daniel Menéndez. La presencia de las máximas referencias tanto de la CGT como de los principales movimientos sociales marca que no fue una reunión más.

Quizás por eso la lectura que se instaló en los medios en relación al encuentro fue que se trató de una reunión para articular esfuerzos en las internas que cada uno de esos sectores tiene con el kirchnerismo. Sin ir demasiado lejos, basta recordar los dardos cruzados del lunes en los actos del día de la lealtad entre Máximo Kirchner y los referentes de la CGT, o los múltiples episodios de enfrentamientos entre referentes del Evita y La Cámpora. A eso hay que sumarle también la amenaza de hace un par de semanas por parte de Pablo Moyano de abandonar el triunvirato de la central de trabajadores, que no se concretó pero terminó derivando en el acto del lunes en el que el líder de camioneros y la Corriente Federal de Sergio Palazzo mostraron un fuerte alineamiento con el kirchnerismo y las CTA, en oposición a la conducción de la CGT.

En ese contexto, este viernes se dieron una serie de fuertes cruces entre esos sectores como repercusión de la reunión. La Cámpora tiró la primera piedra con un tuit desde su cuenta oficial en el que recogió los títulos de Clarín e Infobae, en los que se sugería que la reunión entre la CGT y los movimientos sociales tuvo como objeto enfrentar al kirchnerismo, a los cuales la organización de Máximo Kirchner le agregó un “y Macri También”, aceptando la idea de la reunión anti k.

El Movimiento Evita respondió desde su cuenta oficial llamando a La Cámpora a hacerse cargo de los problemas que sufre el país, y luego chicaneó con un “no era que Clarín miente?”, despegándose de la lectura mediática sobre la reunión. Más tarde, importantes referentes territoriales del PJ bonaerense como Ariel Sujarchuk o Martín Insaurralde se sumaron a la polémica criticando las operaciones en off y el encuentro, por considerarlo crítico de CFK.

LOS MOVIMIENTOS SOCIALES SE DESPEGAN DE LA POLÉMICA

La novela dejó en claro que la profundidad de la grieta interna del FDT no hace otra cosa más que profundizarse, potenciada por las dificultades de la realidad económica y social y la falta de rumbo político y de conducción dentro del oficialismo. Sin embargo, desde los movimientos sociales intentaron bajar la espuma y se despegaron de la actitud de La Cámpora, argumentando que su diálogo con la CGT es permanente, así como lo es con otros sectores, incluido el propio kirchnerismo.

“Nosotros tenemos diálogo con la CGT hace muchos años y lo seguiremos teniendo, moleste o no moleste, como lo tenemos con Máximo Kirchner semanalmente, como con un montón de intendentes y gobernadores” le dijo a Diagonales Gildo Onorato, uno de los referentes del Evita y la UTEP presente en la mesa de UPCN el jueves. “Nosotros tenemos diálogo y articulamos con el kirchnerismo en muchos lugares del país, no hay dos bloques en el oficialismo. Nos reunimos con la CGT, como nos reunimos con La Cámpora, como con otros sectores como la Federación Agraria o empresarios. Lo que sucedió acá es que hubo línea editorial de medios que construyeron una realidad y algunos se comieron la curva” agregó el dirigente social.

Por su parte, Daniel Menéndez, principal referente de Barrios de Pie y también asistente a la reunión de los movimientos sociales y la CGT, expresó en conversación con Diagonales y en relación a la reacción de La Cámpora, “me parece que es un error, lo peor que nos puede pasar es que nosotros discutamos por construcciones que realizan periodistas a través de operaciones de prensa, que demos por ciertas esas operaciones y que reaccionemos en ese sentido. De ninguna manera hay un cuestionamiento a ningún espacio. Lo que hay es una preocupación por ampliar la llegada de las políticas públicas a quienes representamos”.

Los líderes de los movimientos sociales insistieron en que el encuentro con la CGT tuvo como única finalidad una discusión sobre la realidad económica y social, y la elaboración de una serie de puntos y medidas que pretenden presentarle personalmente a Alberto Fernández y a Sergio Massa la semana que viene. Esas medidas corresponderían a planteos que ambos sectores vienen impulsando hace tiempo, e incluirían paritarias libres del lado de la CGT, y la formalización de la economía popular a través del monotributo productivo, la creación del consejo de la economía popular, un fortalecimiento de toda la política que impulse los encadenamientos productivos de ese sector y la participación de cooperativas en un porcentaje de las obras públicas de pequeña escala (menos de $300 millones), por parte de los movimientos sociales.

“El sentido de la reunión era la preocupación por la realidad social y el poder adquisitivo de los ingresos, el impacto que la inflación está teniendo en la vida cotidiana. Hoy estamos en tiempo de descuento con respecto a medidas y nuestra preocupación es que nuestro gobierno pueda sintonizar con los reclamos populares. Buscamos articular con la CGT un acuerdo que tiene que ver con una serie de reivindicaciones de ellos y nuestras y poder expresar esa agenda conjunta al Presidente y al ministro de Economía” dijo Menéndez a este medio.

CANDIDATURAS

Pero, independientemente de que el objeto del encuentro haya sido la discusión de esa agenda conjunta, también es cierto que existe una perspectiva política que encuentra a la CGT y los movimientos sociales de cara a lo que será la discusión electoral del 2023. “Compartimos la necesidad de vertebrar la reconstrucción de la participación de los trabajadores en política. En eso estamos de acuerdo hace mucho tiempo y eso se empezó a plasmar el 17 de octubre, ellos por un lado, nosotros por otro, planteamos esa idea cada uno con su agenda reivindicativa. Y en lo concreto, en el territorio hay acuerdos para avanzar” afirmó Onorato, quien además agregó “estamos muy compenetrados en la construcción de alternativas en los territorios”.

Con la CGT lanzada a la construcción del Movimiento Nacional Sindical Peronista, la herramienta política con la que pretenden discutir lugares en las listas, y el Movimiento Evita consolidando ya en unas 8 provincias su Partido de los Comunes, es de esperarse que exista una convergencia en las discusiones por candidaturas donde ambos sectores se apoyen entre sí en la discusión con el kirchnerismo y otros sectores del PJ. El ejemplo más latente es, justamente, el corazón del peronismo bonaerense: el distrito de La Matanza.

Allí el Evita viene construyendo la candidatura de Patricia Cubría, Diputada de la PBA y pareja de Emilio Pérsico, en oposición al peronismo de Fernando Espinoza y el kirchnerismo. En el Evita afirman que la candidatura de “la Colo” ya cosecha importantes apoyos como el del rectorado de la Universidad Nacional de La Matanza, y que la referente tiene buenas articulaciones con la Cámara de Comercio local, el arzobispado y las organizaciones sociales del distrito. A ese bloque, ya se le sumó abiertamente la CGT.

El cabildo abierto que los movimientos sociales armaron para el 17 de octubre en Laferrere tuvo a Cubría como principal oradora, pero también contó con el discurso de Heraldo Cayuqueo, titular de la CGT La Matanza. El dirigente sindical pasó primero por el acto de la CGT en Obras Sanitarias y luego fue al de los movimientos sociales, donde afirmó que “como hombre del movimiento obrero, mi obligación es estar junto a los y las compañeras que luchan por un ideal”. El apoyo de la CGT regional a Cubría fue un primer paso, y el Evita ya prepara alguna instancia para que la conducción nacional de la central obrera también se manifieste por su candidatura, lo cual significaría tensar al extremo la relación con Espinoza y el kirchnerismo.

La Matanza no es, sin embargo, el único foco de conflicto en potencia. Con la CGT más enfocada en los cargos legislativos, el Movimiento Evita está decidido a presentar candidaturas en varios distritos y alguna que otra provincia del país. En caso que se eliminen las PASO, algo que hoy por hoy se discute en todo el oficialismo y a lo que tanto los movimientos sociales como la CGT se opusieron firme y explícitamente, el Evita podría presentarse por fuera del armado oficialista con su propio partido.

Algunos ejemplos: El Diputado nacional del Evita, Leonardo Grosso, manifestó recientemente su intención de presentarse a competir por la intendencia de San Martín, distrito donde hoy gobierna Fernando Moreira y donde manda el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. Natalia Peluso, hoy  Directora de Experiencias de Educación Cooperativa y Comunitaria del Ministerio de Educación de la Nación, es la apuesta del Evita para el Ituzaingó de Alberto Descalzo. Agustín Balladares, Director Nacional de Agenda Política en Jefatura de Gabinete, es la carta para competir con Néstor Grindetti en Lanús.

Lobos, Marcos Paz, La Costa, Tandil, Vicente López, Navarro son otros de los distritos donde los movimientos sociales quieren competir y están en condiciones de hacerlo. El Evita tiene también un candidato a gobernador en Santa Fe, el Diputado nacional Eduardo Toniolli, quien pretende jugar en la provincia donde ya existe un declarado enfrentamiento entre Omar Perotti y Agustín Rossi.

Sin ir más lejos los propios Menéndez y Onorato construyen sus perfiles en distintos municipios, con la posibilidad abierta de candidatearse el año que viene. Menéndez podría enfrentar a Diego Valenzuela en Tres de Febrero, y Onorato viene tejiendo relaciones con Victoria Tolosa Paz para construir una alternativa a Julio Garro en La Plata, donde el cristinismo siempre apoyó a Florencia Saintout. ¿Apoyará abiertamente la CGT todas esas candidaturas posibles de los movimientos sociales? ¿Devolverán la pelota las organizaciones cuando los sindicalistas pidan sus lugares en las listas? Preguntas cargadas de pimienta para los meses que se le vienen al FDT.

Otro interrogante caliente que surge de este mapa es qué hará el moyanismo. El alineamiento con Máximo Kirchner el 17 de octubre fue contundente, y con la cuerda tensada al extremo con los “gordos” de la CGT, una alianza electoral entre ellos y los movimientos sociales que choque con el kirchnerismo puede empujar a los líderes de camioneros a abandonar el triunvirato de la central y volcarse más de lleno al armado K. Los cruces de Pablo Moyano con la nueva ministra de Trabajo, Kelly Olmos, que le pidió prudencia en su discusión paritaria, sólo agregan brasas al incendio que parece estar iniciándose.

¿NEO ALBERTISMO?

En un tiempo no tan lejano de la breve historia del FDT, el bloque político que se reunió en UPCN y avanza con planteos propios para el 2023 tenía como terminal a Alberto Fernández. Con el Presidente intentando volver a mostrarse fuerte en el ecosistema frentetodista, una lectura casi lógica del encuentro entre la CGT y los movimientos sociales es que allí reverdecía un apoyo a Fernández. Sin embargo, el Presidente parece hoy por hoy más un ancla a la que nadie quiere atarse que un trampolín para proyectar intereses propios.

“Alberto no es nuestro candidato. Nosotros apostamos a la unidad del FDT y del peronismo” dice Gildo Onorato. Los movimientos sociales no invitaron explícitamente al Presidente a su cabildo abierto del lunes, aunque también expresaron que él siempre está invitado y que su presencia no requería una invitación formal. La CGT, por su parte, sí fue más tajante al expresar que su acto del 17 de octubre era exclusivamente sindical y que no habían invitado a Fernández. El enojo de los “gordos” por la designación inconsulta de Kelly Olmos persiste y el Presidente tampoco parece ser una figura a la que la cúpula sindical tenga demasiadas intenciones de pegarse.

En ese sentido, los referentes de los movimientos sociales se plantaron en la idea de que el encuentro con la CGT no tuvo el carácter político de mostrar un bloque alineado con el Presidente por oposición al kirchnerismo. “Nuestro planteo es fortalecer a nuestro Gobierno, llevándole propuestas para transitar este tiempo y con la CGT no es ninguna novedad que venimos articulando en ese sentido. Yo no escuché ninguna declaración en tono de cuestionar a Cristina, a quien hemos acompañado pidiendo el esclarecimiento del atentado en su contra. Me parece que hay una excesiva sensibilidad producto de análisis de operaciones de prensa, que no deberían tener una mayor dimensión de lo que es: espacios que se juntan para llevarle propuestas políticas al Gobierno, para fortalecerlo de cara a quienes representamos social y gremialmente” cerró Daniel Menéndez.