Lo que jamás pensó el presidente Javier Milei al ordenar retirarle la jubilación a la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (CFK) es que el archivo no lo perdonaría. Sin embargo, la noticia festejada hoy por la militancia oficialista, que pone en cuestión la división de poderes de la república, difiere notablemente de la postura que el propio líder libertario mantenía solo un puñado de meses atrás; cuando, en una entrevista televisiva, respondió sin miramientos: “Es un derecho adquirido. ¿Cómo voy a reventar un derecho adquirido?”.

Las palabras fueron pronunciadas por el mismísimo Milei en mayo, durante un reportaje brindado a TN. En aquella ocasión, se le había preguntado sobre la “indignación” que provoca que CFK perciba jubilaciones de privilegio por sus mandatos como Presidenta y por ser viuda de un exmandatario. El “León” no ocultó su enojo, pero respondió con un razonamiento que, al menos, respeta la independencia de poderes y la no retroactividad de la ley – preceptos que, todo indica, se olvidó este jueves.

“Es un derecho adquirido, no se puede tocar. La pregunta es: si yo vengo a respetar los derechos de propiedad, ¿cómo voy a reventar un derecho adquirido?”, explicó entonces Milei. Ante la insistencia del periodista, continuó: “A ver, lo voy a poner así… ¿Qué dije yo el 1 de marzo respecto a las jubilaciones de privilegio? Si yo considero que no tiene que haber jubilaciones de privilegio, yo no voy a tener; pero eso yo no lo puedo hacer para atrás. Es un derecho adquirido…”.

No obstante, tal parece que el Presidente cambió de idea, porque entre mayo y noviembre Milei pasó de defender férreamente la jubilación de CFK a dictaminar unilateralmente su suspensión inmediata. La decisión fue tomada, además, luego de la ratificación de la sentencia a la titular del Partido Justicialista (PJ); hecho que en la práctica también parece haber pesado en la decisión del Ejecutivo, que tuvo que aclarar que pese a todo no se trató de una “sanción accesoria a la condena penal”.