Onorato: “Los movimientos sociales apostamos a darle sustento, apoyo y capacidad de gestión a Kicillof”
El dirigente del Movimiento Evita y presidente bonaerense de La Patria de los comunes conversó en exclusiva con Diagonales, a días de asumir al frente del IPAC. La oposición a Milei, la situación en los barrios populares, la Ley Bases como parteaguas y la importancia de los movimientos sociales en el apoyo a Kicillof.
En pleno reordenamiento del peronismo post derrota electoral con Milei, la provincia de Buenos Aires se volvió el epicentro de un proceso que no está exento de tensiones y realineamientos. Artista protagónico del festival, Kicillof quedó al frente del escenario principal para desplegar su nueva canción, en la que muchos sectores de la sociedad y la militancia depositan las esperanzas de reconectar con el conjunto de la sociedad. En ese desafío, el gobernador suma intérpretes e instrumentos a la banda, para recomponer la polifonía que llevó al peronismo al poder con el Frente de Todos y que estalló por los aires con las internas que marcaron esa experiencia de gobierno.
La semana pasada se presentó el Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC) bonaerense. Al frente fue nombrado Gildo Onorato, dirigente de extensa trayectoria en el Movimiento Evita y presidente bonaerense de La Patria de los Comunes, el partido que una decena de movimientos sociales fundaron el año pasado en un gesto de autonomía política frente a la dirigencia tradicional. Kicillof sumó al Evita y a otras organizaciones a la gestión provincial, en un proceso de apertura que viene creciendo y reforzando su liderazgo.
Onorato conversó en exclusiva con Diagonales, a días del lanzamiento del IPAC, y expresó en relación a las discusiones del peronismo que “con matices y diferencias, todos entendemos que hay que cuidar la provincia y el crecimiento del liderazgo de Axel”. El dirigente social y ahora funcionario bonaerense considera que “Milei está jugando con fuego” y que “la resistencia está creciendo” en los barrios y sectores populares. Entiende que la posición frente a la Ley Bases “define de qué lado va a quedar parada la dirigencia”, y confía en la unidad peronista: “No tenemos que hablar de ismos, sino de la defensa de los intereses populares, y ahí nos vamos a encontrar con la mayoría de los argentinos y argentinas que quieren ponerle un freno a Milei”.
¿Qué significa la creación del IPAC en esta segunda gestión de Axel Kicillof al frente de la PBA?
- Es una decisión estratégica del gobernador porque es asumir como vertebradora en la agenda productiva de la provincia el rol que cumplen las cooperativas, que junto a las mutuales a nivel nacional producen casi el 12% PBI. A su vez, las confederaciones cooperativas van en sintonía con el federalismo que está planteando el gobernador. Augusto Costa y la subsecretaria Mariela Bembi construyeron una agenda de impulso cooperativo, de reactivación tras la desjerarquización del área en la gestión de Vidal. Nos parece una decisión muy relevante desde el núcleo productivo del país.
¿Cuál es la importancia del sector cooperativo en un momento del país en el que cae la actividad productiva y crecen los despidos?
- En la PBA y en el sector cooperativo priman los valores solidarios, siempre en los momentos de crisis los sectores populares tienden a unirse para enfrentar las dificultades. Es un contraste muy marcado con lo que viene planteando el Gobierno nacional, que reivindica a los empresarios que fugan dólares llamándolos héroes, la explotación de nuestros bienes naturales sin ningún tipo de control, una integración al mundo claramente desfavorable, se abraza a las banderas de Inglaterra, EEUU e Israel y no tiene una sola palabra en su agenda de respaldo a la producción y el trabajo, al desarrollo local y productivo.
La economía popular, social, solidaria, los sectores PyME son parte de la agenda que tenemos que proteger y defender. Las crisis destruyen el trabajo, el tejido comunitario, y nosotros tenemos la responsabilidad desde el Gobierno provincial y desde el sector de plantear una agenda que ponga en el centro los valores que el Gobierno nacional intenta desprestigiar.
¿Qué se le puede discutir culturalmente desde la economía popular y el cooperativismo a la mirada desreguladora y de libre mercado que plantea el Gobierno nacional?
- En el 2022 la OIT planteó que la economía social y comunitaria son una fuente central de cuidado y generación de trabajo decente. Nos parece que es una alternativa para ampliar el trabajo y salvaguardar los derechos de los trabajadores, defender el tejido productivo. La expresión del mercado en los barrios populares es el narcotráfico, la violencia, la corrupción, y ahí el tejido social queda desguarnecido. Por eso no es que enfrentamos el mercado, sino que cuando el Estado se retira, cuando se brindan las condiciones para generar ganancias a cualquier costo, el costo social es profundo, doloroso y genera implosión. Hay que tener mucha firmeza y fortaleza para frenar esta locura que viene planteando el Gobierno de Milei.
Tenés una militancia de muchos años y distintas crisis junto a los sectores populares. ¿Cómo ves hoy la situación en los barrios en comparación con otros momentos difíciles del país?
- Por un lado crece la solidaridad, que es un valor central de los sectores más humildes. Por otro, hay mucha preocupación porque falta la comida, el trabajo y no hay ninguna asistencia del Gobierno nacional. A la PBA se le han quitado ya casi dos billones de pesos incluyendo el Fondo Educativo, coparticipables, el freno de la obra pública, las de integración socio urbana. Y eso va desarticulando el tejido comunitario, productivo y social. Crece la solidaridad, pero el desmantelamiento de todas esas políticas tiene un impacto muy profundo.
También hay mucha voluntad de pelea y está creciendo cotidianamente el rechazo al Gobierno, que se vio con la contundencia del paro. Milei está jugando con fuego, la resistencia está creciendo y cuando se trate la ley bases va a haber una enorme movilización a nivel nacional, que vamos a impulsar y acompañar dando el debate político y cultural con nuestro pueblo.
Caputo le dijo a los empresarios que aprovechen que la sociedad está aguantando. Milei no deja de marcar la aprobación que le reflejan sus encuestas. ¿Creés que el pueblo tiene esperanzas en este proceso?
- El sector universitario y de la educación se manifestó contundentemente. El segundo paro general fue enorme en todo el país. La economía popular se viene manifestando en forma creciente y se vio el martes pasado con 500 acciones a nivel nacional. El mundo PyME y la industria también se expresan. Ni siquiera el campo está exportando lo que podría.
Los trabajadores tienen claro que esto está llegando a un límite. Naturalmente hay sectores que confiaron, creyeron y tenían o tienen esperanzas, pero eso es algo cada vez menos sustantivo en la opinión pública. La conflictividad va a ir gestando un proceso de alternativa política y ahora todos tenemos que trabajar para eso. Porque está claro que no alcanza solo con la lucha social, sino que hay que construir una propuesta programática desde las fuerzas vivas de nuestra población.
¿Qué representa para una organización como el Movimiento Evita sumarse a la gestión provincial en este contexto de ahogo presupuestario por parte de la Nación?
- La PBA no votó motosierra, ajuste ni la locura del mercado que está planteando Milei. Al contrario, tanto en las PASO como en las primarias UP ganó holgadamente las elecciones provinciales, y se ganó el balotaje. Para nosotros representa integrarnos a defender desde la gestión un gobierno peronista, la provincia más importante del país, que genera el 40% del PBI y tiene el 38% de la población.
Eso es un desafío enorme en este contexto de ajuste y recesión donde el Gobierno nacional eligió Axel como su rival, y está claro que la gestión del gobernador es su contracara, integrando a los trabajadores, a los movimientos sociales, defendiendo a las cooperativas eléctricas que brindan servicios en pueblos rurales.
¿Qué le pueden aportar?
- Mucha territorialidad, mucha agenda con el sector cooperativo y de defensa de la producción, y ayudar a consolidar un Gobierno que ha sido exitoso en sus primeros 4 años y que pretendemos que lo siga siendo. Porque los trabajadores bonaerenses eligieron este camino, que es absolutamente opuesto al del Gobierno nacional.
A inicios del año pasado, cuando aún no tenían candidato nacional, desde el Evita la primera definición fue bancar la reelección de Kicillof. ¿Cómo ves esa decisión hoy a la luz de cómo se sucedieron las cosas?
- El año pasado cuando se presentó el partido de los comunes nosotros teníamos claro que la PBA tenía que continuar con la gestión que venía planteando el gobernador. Desde el Movimiento Evita no dudamos en que había que bancar a Axel, garantizar la continuidad y que teníamos que hacer todos los esfuerzos para construir el triunfo que finalmente se dio. Lejos de cualquier especulación, esa decisión tenía el sentido de defender a la provincia de lo que veíamos que iba a venir, un ataque muy profundo por parte de los sectores que hoy conforman el gobierno de La Libertad Avanza y el PRO. Y la victoria fue contundente porque hubo un apoyo popular.
¿Cómo lo ves hoy a Kicillof?
- Como una figura con mucha proyección, como un dirigente de los importantes a nivel nacional dentro del peronismo. Eso no significa que haya que empezar a discutir en qué lugar va a estar, pero sí que tiene un lugar muy importante en el movimiento nacional. Así lo hizo saber la CGT, participó de la movilización universitaria, acompaña permanentemente la lucha de los movimientos populares, es parte de la agenda del cooperativismo y de sus necesidades, el Estado provincial se presenta ante la justicia acompañando a las cooperativas eléctricas.
Es decir, es un gobernador que además de ser un dirigente político con proyección, su agenda y su militancia lo ponen en el centro de la defensa de los interese populares. Eso para nosotros tiene un valor mucho más importante que cuál va a ser su lugar en el futuro.
El peronismo está asimilando la derrota electoral y rediscutiendo sus equilibrios internos. Muchos sectores ubican a Kicillof como conductor de ese proceso. Independientemente de dónde vaya a estar más adelante, ¿hoy lo ves en ese lugar?
- Lo que nos une a todos es pararle la mano a Milei, y en ese sentido no podemos prescindir de nadie. De los que han sido protagonistas más relevantes en otro tiempo ni de los que lo son hoy. El gobernador tiene una enorme responsabilidad, en la cual lo estamos ayudando. Hoy tenemos que tener muy presente en nuestra militancia cotidiana qué es lo que los une.
No hay ninguna diferencia entre compañeros del movimiento nacional y popular que sea mayor a la que tenemos con Milei. Eso tiene que ser el eje rector, lo que nos organice. Y la expresión de eso en la provincia es la defensa del gobierno de Axel. Creo que ahí todos estamos unidos, con matices y diferencias, entendemos que hay que cuidar la provincia y el crecimiento del liderazgo de Axel, porque no es una defensa de su persona sino de un interés popular.
¿La organización política de la resistencia a Milei desde la PBA puede proyectarse hacia lo nacional?
- Es muy prematuro decirlo, hoy estamos muy lejos del proceso electoral y el gobernador tiene la responsabilidad de conducir al movimiento popular de la provincia y de gestionarla. Sí puedo decir que vamos a estar en el encuentro del sábado 18 en Florencio Varela, porque es un momento de reflexión, debate, encuentro, y de ahí irán saliendo no solo las figuras y los liderazgos, sino también la agenda programática que nos proyecte hacia el futuro.
Hay movimientos del gobernador que muestran una ampliación de sus articulaciones, el acercamiento a nuevos sectores, etc. ¿Se está armando el kicillofismo, o un nuevo polo político alrededor suyo?
- Nuestra tarea en esta etapa es mantener unido al peronismo. Lo decía hace unos días en una reunión Juan José Mussi, hoy tenemos que tener a todos los ismos unidos, porque lo que nos une es la agenda de la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.
Creo que eso une a todo el movimiento popular, más allá del peronismo. No tenemos que hablar de ismos, sino de la defensa de los intereses populares, y ahí nos vamos a encontrar con la mayoría de los argentinos y argentinas que quieren ponerle un freno a Milei. Por supuesto que en eso Axel tiene un rol y un liderazgo instalado y nosotros confiamos en él. La gente votó al gobernador para hacer oposición, creo que lo está haciendo muy bien, está dando la cara, poniendo el cuerpo y saliendo a la calle, y está poniendo la gestión en función de cuidar a los bonaerenses. Ahí está el desafío que tenemos a futuro.
Una crítica importante que se le hizo y se le hace al kirchnerismo es, justamente, no haber podido mantener a todos esos ismos juntos. ¿Ves una tendencia a reparar eso desde otro tipo de liderazgo y de aperturas?
- Recientemente se votó la ley de emergencia económica, financiera y tarifaria de las empresas recuperadas. Los legisladores del Frente Renovador, los de La Cámpora, los de los intendentes, los que provienen del mudo sindical, los de los movimientos populares la votaron de forma unánime. Eso significa que en las cosas importantes estamos de acuerdo.
Yo la escuché atentamente a Cistina y tenemos una mirada muy común, las diferencias no son sustanciales. Veo unidad en los aspectos fundamentales que tienen que importarnos en este momento, y creo que tenemos la responsabilidad de trabajar en esa senda.
También emergen discusiones internas, y hoy se escuchan dos campanas en el peronismo bonaerense: los que dicen que hay que dar las discusiones ahora para llegar ordenados al año que viene, y los que dicen que no es momento para eso y que sólo hay que estar cerca de las necesidades de la gente. ¿Vos qué pensás?
- Cuando presentamos el IPAC el gobernador fue muy claro: unidad de acción, unidad de concepción. La agenda de la dirigencia tiene que estar unida a la de quienes están sufriendo. La unidad de cúpulas no sirve en este momento, porque nuestro pueblo está muy lejos de la política. Creo que si estamos unidos en la defensa de los intereses populares vamos a estar unidos en los próximos años, lo demás es lejano e intrascendente para el sufrimiento que está atravesando nuestro pueblo. Esa unidad de acción se verá, por ejemplo, cuando nos movilicemos ante de tratamiento de la Ley Bases.
Milei es resultado de una crisis de representación que impactó en todo el sistema político, una especie de fin de ciclo que desde los movimientos sociales plantearon más de una vez en los últimos tiempos. Parafraseando a Kicillof, ¿ves alguna canción nueva surgiendo con la posibilidad de recomponer esa representación política?
-La nueva canción la va construyendo nuestro pueblo en su accionar cotidiano, los trabajadores dando la pelea como con el paro, los movimientos populares cuando defienden el trabajo y la agenda comunitaria, el movimiento universitario cuando se manifiesta de forma histórica, o las PyMES que salen a la calle a decir “no podemos pagar los costos productivos y el consumo cae”.
La agenda de los feminismos, que también se manifestaron el 8M, la agenda ambiental que es de futuro, la de innovación tecnológica, que nuestra juventud desarrolla a veces sin el acompañamiento del Estado para sostenerla y potenciarla. La nueva canción la está construyendo nuestro pueblo y la dirigencia tiene que interpretar ese camino. Nosotros tenemos la responsabilidad desde la PBA de ser partícipes de ese proceso.
¿Qué pasó con las canciones de otros tiempos para que se llegara a esta situación?
- Ahí cabe una autocrítica, sin auto flagelarnos, porque desde el 2002 hasta el 2023 las distintas versiones del peronismo gobernaron 17 años y muchos problemas no se resolvieron. Tuvimos momentos de muchísima dignidad y justicia social, pero no fue suficiente para que ese ciclo histórico no culmine. Del 2001 al 2023 un ciclo histórico ordenó las fuerzas económicas, productivas y políticas de nuestra democracia, y eso trajo como resultado el gobierno de Milei. Hoy el mundo cambió y el peronismo está en un proceso de actualización doctrinaria. El proceso productivo y las relaciones sociales cambiaron, las formas de pensar la familia cambiaron. Eso tiene un impacto muy profundo y es parte de la crisis de la representación. Hoy surge una democracia más expresiva que representativa, y eso es lo que tenemos que interpretar.
¿Qué lugar tienen en eso los movimientos sociales?
- Estamos en un lugar importante, tenemos mucho para aportar. Lo venimos haciendo en el territorio y la lucha social, lo empezamos a hacer desde la gestión. Recientemente se incorporó también Daniel Menéndez a coordinar el Consejo Social de la provincia, tenemos otros referentes del Frente Patria Grande que coordina Juan Grabois, legisladores, el área de integración socio urbana, el área de medio ambiente que está Jackie Flores que viene del MTE. El mundo de los movimientos sociales apuesta a darle sustento, apoyo y sobre todo capacidad de gestión al gobernador para ser parte de la agenda de futuro que viene planteando nuestro pueblo.
En esa renovación, ¿cómo ves, por ejemplo, el posicionamiento de ciertos sectores del peronismo apoyando la sanción de la Ley Bases?
- Hay una frase muy clara de Perón, que dice “nadie se realiza en una sociedad que no se realiza”. Me parece que la oposición a la ley es una definición muy clara, porque no hay posibilidad de que nuestro país salga adelante con dignidad, con justicia, haciendo eje en el trabajo y la producción si se impone esa ley y si no tiramos por tierra el DNU 70. Eso define de qué lado la dirigencia política se empieza a parar y qué alternativa está pensando hacia futuro. Eso define también quiénes son nuestros aliados para enfrentar a Milei y de cara a la construcción de un programa que nos organice en función de los intereses populares. La ley y el DNU van a definir el futuro y nuestro posicionamiento está claro, nos oponemos, vamos a movilizar cuando se trate en el Senado y eso es vertebrador para nosotros. Creo que la gran mayoría del movimiento nacional y popular está en esta posición.
¿Imaginás un frente más amplio que el propio peronismo en la construcción de una alternativa a Milei?
- Hace unos años Cristina tuvo una frase muy importante, “no importa de dónde vienen sino a dónde quieren ir”. Si defendemos la soberanía territorial y reivindicamos la soberanía sobre Malvinas, los derechos de los laburantes, si tenemos claro que la consigna del momento es que la patria no se vende, vamos a estar unidos con todos los que estén en ese camino. Y eso no tiene límites partidarios, al contrario, tiene un ordenador programático y de futuro.