Panaderos piden “ayuda desesperada” y apuntan al gobierno por la crisis: “Quieren un pueblo sin pan”
Denuncian que los comercios podrían “desaparecer” por la asfixia en favor de las grandes panificadoras: “No queremos que el Estado nos regale nada, solo queremos que nos deje permanecer vivos”.
Hay circo para rato, pero pronto podría dejar de haber pan: un comunicado del Centro de Industriales Panaderos del Oeste (CIPDO), entidad que congrega a panaderías de barrio bonaerenses, advierte que numerosos comercios “van a desaparecer” como consecuencia de “aumentos de luz y gas que llegan al 400%” y de la quita de subsidios, que disparó los costos de producción en medio de la feroz crisis: “Es imposible sobrevivir. Hasta llegamos a creer que es el deseo de las autoridades que al pueblo le falte el pan”.
“Hemos pasado muchas crisis, pero al igual que nuestro pueblo, estamos acostumbrados ya que tenemos un don especial para la supervivencia. Esta vez, con las condiciones planteadas es imposible, y hasta llegamos a creer que es el deseo de las autoridades que al pueblo le falte el pan. Pedimos desesperadamente ayuda, las panaderías de barrio van a desaparecer. Por favor dígannos, ¿cómo hacemos para seguir trabajando sin llevarnos a la quiebra?”, manifestó la agrupación en una misiva difundida este lunes titulada “Están asfixiando a las panaderías, quieren un pueblo sin pan”.
“Estamos desesperados. Los aumentos de luz llegan al 400% y los de gas con un aumento similar. Sin embargo, el mayor problema no son los aumentos de los servicios, sino que también aumentaron todos nuestros costos de producción. En diciembre de 2023 sacaron el subsidio a la harina, que es el principal insumo para la elaboración de nuestros productos, y hoy en día la estamos pagando un 230% más de lo que costaba en esa fecha. Todo esto en un contexto en el que hubo una reducción drástica en las ventas de más del 30%”, detalló el texto.
En ese sentido, los comerciantes denunciaron: “Sentimos que es adrede esta asfixia a las panaderías de barrio. Buscan hacernos desaparecer para que todo el negocio quede monopolizado en manos de las grandes panificadoras”. Y aseguraron: “Sentimos que malintencionadamente quieren destruirnos a nosotros como al resto de las pymes, que son en realidad quienes dan trabajo genuino y mantienen con el pago de sus impuestos al propio Estado. No queremos que el Estado nos regale nada, solo queremos que nos deje permanecer vivos”.
“El panadero se caracteriza por el vínculo que forma con los vecinos, sabe muy bien por la situación económica que atraviesa cada familia de su barrio y al ser su principal producto el pan muchas veces lo vende casi sin ganar dinero. Las panaderías de barrio tenemos una función social que siempre cumplimos y que deseamos seguir cumpliendo. Sabemos que, si estamos nosotros, hasta el vecino más humilde va a tener pan todos los días en su mesa. El pan es un alimento básico que nunca puede faltar en la mesa de ningún argentino”, agregó el comunicado.
Y concluyó: “Es sabido que el margen de ganancia en las panaderías es muy pequeño, siempre se apostó a ganar en base al volumen de ventas y no por sus márgenes de ganancias individuales. Si bien estamos de acuerdo en que los precios de la luz y el gas debían aumentar, nunca pensamos que sería de esta manera maliciosa, abrupta y sin piedad. ¿Cómo pueden las autoridades nacionales analizar una macroeconomía o querer sanearla si a nivel microeconómico las unidades que deben aportar para el equilibrio fiscal van a tener que desaparecer? Raro de entender, ¿no?”.