El ministerio de Capital Humano no ha sido ajeno a los cambios de plantilla, pero el de hoy será uno de los que más resuenen en el tiempo: en plena jornada de marcha federal universitaria, esta mañana confirmó su renuncia Maximiliano Keczeli, la virtual mano derecha de la titular Sandra Pettovello y un funcionario de la mayor confianza en la cartera, que en estos días es foco de críticas a raíz del conflicto por la educación pública que movilizó transversalmente a la ciudadanía.

El dirigente oficiaba hasta hoy como secretario de Coordinación Legal y Administrativa del área. Estrechamente ligado a la “superministra”, Keczeli fue también director del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales e interventor del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Debido a ello, su dimisión cayó como un baldazo de agua fría en el ex Desarrollo Humano, que ha hecho malabares durante los últimos días para intentar controlar, sin éxito, el polémico recorte a las universidades públicas.

Para peor, a esta sensible baja se suma la salida del director del Consejo de Políticas Sociales Gerardo Marcelo Hita, quien asumió en el puesto cuando lo dejó vacante el propio Keczeli. El funcionario presentó su dimisión esta mañana, exactamente tres meses después de haber sido incorporado a Capital Humano. A las dos renuncias se añaden además las del exsecretario de Trabajo Omar Yasin y sus laderos Horacio Pitrau y Mariana Hortal Sueldo, así como los desplazamientos en ayuda social, la ex Casa Patria Grande, y otras alas de la mega cartera.

Las dimisiones se produjeron en un día bisagra para la gestión de Pettovello que aparece signado por la masiva marcha federal universitaria que se desarrolla por estas horas en el centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la mayoría de las provincias del país. Allí han confluido miles de estudiantes, docentes, no docentes e investigadores en reclamo de la actualización del presupuesto otorgado a las universidades por el gobierno nacional de Javier Milei, que dispuso un histórico ajuste a la educación pública en el marco de su plan “motosierra”.

Tan solo ayer por la noche, el ministerio de Capital Humano difundió un comunicado donde abogaba por la obligación de “auditar” las instituciones y hacía gala de un aumento del 70% brindado a las casas de estudio para cubrir “gastos de funcionamiento”; sin embargo, la asignación alcanza únicamente a un 10% de los gastos totales de las universidades, por lo que el otro 90% todavía funciona con números de 2023, y asimismo queda muy lejos de la inflación acumulada durante el año, que fue del 211% en promedio y superó el 300% en las categorías de educación y salud.