Un “Frazadazo” contra el frío del invierno y el frío del Gobierno

Envueltos en frazadas y embanderados en una tela larga y blanca que ocupa a lo ancho todos los carriles de la avenida Corrientes, varios centenares de personas en situación de calle y militantes de organizaciones sociales vinculadas a la problemática llegaron al Obelisco este viernes, cerca de las siete de la tarde. “La calle no es un lugar para vivir, y mucho menos para morir”, dice la consigna de la bandera, dibujada a mano en letras negras y rojas. Hace frío, ya es de noche y la columna avanza sobre el tránsito hasta ocupar la plazoleta principal de la 9 de Julio, donde están a punto de brindar una conferencia de prensa, casi sin prensa, pero con batucada y calor humano de sobra. “A ver si agitamos, compañeres, que nos escuchen los gobiernos: este es el quinto frazadazo que hacemos, por los que ya no están, y por los que siguen en siendo abandonados. No los vamos a dejar solos”, dice una de las militantes, megáfono en mano, mientras el resto se ordena para la ronda de discursos, para decir lo que vinieron a denunciar. 

“Ya van diez compañeros en situación de calle que mueren este año. Y seguiremos contando, con muchísimo dolor. Estamos acá por los que no están y por los que esta noche van a seguir siendo perseguidos por las fuerzas de Seguridad. Estamos podridos de que no nos escuchen”, dijo Horacio Ávila, de Proyecto 7, la organización nacida en la calle hace más de 11 once años y que impulsó la convocatoria. 

Proyecto 7 lleva contadas diez muertes en todo el país en lo que va de 2022, un año bastante particular para la problemática: por primera vez en la historia, el INDEC realizó un conteo oficial sobre esa población, en el marco del censo nacional, y el Gobierno nacional tiene a mano la ley de Personas en Situación de Calle que sancionó el Congreso el año pasado, pero todavía no la reglamentó. 

Los números que arroje el censo oficial, a priori, servirían para medir la magnitud de la problemática, a partir de la cual el Ministerio de Desarrollo Social liberaría los fondos para las políticas públicas que contempla la ley, desde la creación de centros de día en todo el país hasta la aplicación de talleres de oficios y de una política de vivienda específica para esa población. 

Pero las organizaciones no están del todo conformes con lo que hizo el INDEC: en su momento denunciaron por discriminación ante el INADI por al titular del organismo, Marco Lavagna, a quien acusan de no haberlas convocado en la diagramación del censo. El organismo todavía no dio a conocer los números del censo, pero Diagonales pudo saber extraoficialmente que al menos en la Ciudad de Buenos Aires contaron unas 2416 personas en situación de calle, 1525 paradores y 891 durmiendo a la intemperie. Las organizaciones denuncian que son más de diez mil: la diferencia entre el número del Estado y el de las organizaciones de la sociedad civil es abismal. 

“Las políticas públicas son insuficientes para los que están en la calle. Es una problemática muy cruda, muy cruel para los que la pasaron. Nadie merece morir en la calle”, dijo por su parte Nicolás Silva, de la Red Puentes, otra de las organizaciones que marcharon ayer y que se dedica al tratamiento y prevención del consumo problemático de sustancias. 

“La gente en la calle se sigue muriendo y nos hablan de trabajo, pero trabajo para todos no hay. Tenemos una pandemia de comedores”, sostuvo por su parte Sergio Sánchez, del MTE, quien además pidió por la implementación de Salario Básico Universal, una iniciativa del Frente Patria Grande que hoy está sobre la mesa de discusión del Gobierno. 

De la movilización participaron, además, el Frente Popular NuestraAmérica y Frente Darío Santillán. Sobre la plazoleta de la 9 de julio, además de murga, se plantó una feria de la Economía Popular. Entrada la noche, se repartían platos calientes con comida.

Respecto de las muertes de personas en situación de calle, Diagonales pudo reconstruir que al menos siete ya se produjeron en la Ciudad de Buenos Aires en lo que va del año, de acuerdo al conteo que lleva la Asamblea por los Derechos de las Personas en Situación de Calle. La última fue este viernes. Lo encontraron voluntarias de la Ong Sopa de Letras. Se llamaba Enrique, lo conocían. "Entró al hospital con un ataque de asma y hoy se fue a la ranchada enfrente del Penna. A las horas falleció".