Tras conocerse el dato de inflación del 2,2% mensual de enero, el Indec informó también este jueves los aumentos de la Canasta Básica Total /CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determinaron nuevos pisos para la pobreza y la indigencia en la Argentina.

Con aumentos menores al 1%, por debajo del IPC general y debido al nivel de aumento de los alimentos que también fue menor al promedio, la CBT quedó en $1.033.716 y CBA en $453.384. Esto significa que, por primera vez, una familia tipo debe ganar más de un millón de pesos para no ser pobre en Argentina, y más de 450 mil para no  ser indigente.

El dato se vuelve aún más impactante cuando se contrasta estas canastas con el valor del salario mínimo, una de las principales anclas inflacionarias definidas por el Gobierno de Milei. En su última actualización de diciembre, el SMVN quedó establecido en $279.718. Esto significa que una familia tipo necesita percibir casi cuatro salarios mínimos para no ser pobre.

Si bien la CBT y la CBA aumentaron en el último año por debajo de la inflación general del 84,5%, un 73,2% y 58,8% respectivamente, lo cierto es que la distancia entre los ingresos que perciben las familias argentinas y los niveles de precios se vuelven cada vez más insostenibles.