El 18 Brumario de Javier Milei y las emociones políticas
Algún día, es probable que el pueblo sienta vergüenza de este momento histórico y tendrá que preguntarse dónde estaba cada uno cuando fue la escalada represiva del miércoles 12 de Marzo de 2025
Martha Nussbaum, en su análisis sobre la centralidad de las emociones en un régimen democrático, señala que no hay semana en la vida de las democracias –incluso de las más estables- que no esté salpicada de las emociones más diversas, entre las que menciona el miedo, la ira, la simpatía, el asco, le envidia, la culpa, la vergüenza y la aflicción.
La semana que pasó fue un claro ejemplo de ese complejo haz de emociones suscitadas por acontecimientos institucionales tales como la emisión de un DNU para avanzar en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional cuyas cláusula forman parte de los arcana imperii de un gobierno que cada vez se parece más a una autocracia electiva, o la suspensión arbitraria de una sesión en la Cámara de Diputados cuando la oposición había reunido el quórum para sesionar.
Pero fueron, sin dudas, las imágenes de la represión frente al Congreso de la Nación las que produjeron mayor conmoción. Una mezcla de indignación, ira, aflicción y empatía sacudió a quienes se rebelan contra las formas de crueldad institucionalizada que se multiplican desde hace más de un año.
El camino que condujo a esa brutal represión formaba parte del proyecto político de Javier Milei, pero fue pavimentado, desde el 10 de Diciembre de 2023, con la ayuda de la oposición –amigable y no tanto-, un sector importante del sindicalismo y los grandes medios. ¿Qué fue de la indignación republicana de los que se horrorizaban por las cadenas nacionales de Cristina Fernández de Kirchner, y en todo este tiempo dejaron pasar DNUs, arbitrariedades, nombramientos de jueces de la Corte Suprema, insultos, estafas?
El gobierno dice que la movilización del miércoles pasado encubría un intento de golpe de Estado. En realidad estamos frente a un golpe institucional larvado que se viene desplegando a la vista de toda la sociedad desde hace tiempo, a través de la concesión al Ejecutivo de facultades extraordinarias, la manipulación de la justicia, la inacción frente la decisión del Presidente de prorrogar por segunda vez el presupuesto, la erosión de la frontera entre los tres poderes del Estado. Si no se activan velozmente los mecanismos republicanos, en breve ese golpe se va consumar de la mano de Javier Milei, que tendrá su 18 Brumario.
Thomas Mann afirmaba que la humanidad posee una conciencia y “no olvida lo humanamente feo, lo violentamente injusto y lo brutal que ha sucedido en su seno, y sin su simpatía no puede sostenerse a la larga ningún éxito del poder o de la tenacidad.” (Viaje por mar con Don Quijote). Algún día, si es cierto lo que decía Mann, sentiremos vergüenza, como sociedad, de este momento histórico y nos tendremos que preguntar dónde estaba cada uno cuando la escalada represiva se descargó salvajemente sobre los cuerpos de quienes se manifestaron el miércoles 12 de Marzo de 2025 frente el Congreso. Frente a un gobierno que siempre redobla la apuesta, que despliega simultáneamente múltiples formas de violencia simbólica que refuerzan la imagen de la guerra contra los que piensan diferente –“los buenos son los de azul” y los malos somos los que defendemos el derecho de protesta, por ejemplo-; recordemos todos, pero muy especialmente los que tienen responsabilidades políticas e institucionales, una vez más a Mann: “La historia es la realidad corriente para la que hemos nacido, para la que hay que ser fuerte.”