Una apuesta para las PASO
El próximo domingo se van a celebrar las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Por primera vez vamos a dejar de jugar con las encuestas y saber la verdad: ¿Cuánta gente va a votar? ¿Quién gana la interna de Juntos por el Cambio? ¿Milei va a arrasar?
Apuesta 1: Horacio Rodríguez Larreta gana la interna de JXC
En las primarias abiertas (las PA antes del SO) se imponen los candidatos que no tienen una fuerte ideología, las “palomas” o moderados. Las elecciones primarias son un método para elegir a los candidatos y candidatas de los partidos políticos y alianzas. Existen al menos dos tipos: abiertas y cerradas. En las primarias cerradas únicamente votan los afiliados partidarios, personas con gran interés en la política y con fuertes posiciones ideológicas. En las primarias abiertas, en cambio, toda la ciudadanía puede participar. En Argentina, las primarias abiertas son obligatorias; la ciudadanía no solo puede si no que debe participar en la elección de un candidato en su espacio político de preferencia. Pese a los temores o esperanzas de unos y otros, las encuestas muestran que los argentinos somos centristas. Si en la batalla interna de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta es “paloma” y Patricia Bullrich es “halcón”, el 13 las palomas deberían volar más alto que los halcones.
Apuesta 2: la participación no va a ser baja
Sabemos que la gente está enojada. El enojo lleva a los votantes a elegir opciones fuera del sistema o ni se molesta en ir a votar. Sin embargo, es esperable que la participación no sea bajísima, pero sí más baja que en la general. En las dos últimas elecciones presidenciales la participación se incrementó desde las PASO a las generales. En 2015, la participación aumentó un 9% (de 72% a 81%) y en 2019 un 5% (de 76% a 81%). En ambas PASO no hubo internas competitivas en los dos principales frentes. Esta PASO de Juntos por el Cambio parecería competitiva y en la de Unión por la Patria una buena instancia para contarse las costillas y los posibles modelos de país dentro del mismo frente. Quizás la lucha facciosa tenga un gusto a Coliseo romano y movilice a una parte del electorado. Además, las elecciones presidenciales son mucho más importantes que cualquier otra.
En las elecciones presidenciales la gente vota más. Es verdad que en las PASO 2021 tuvimos la participación más baja desde que se usaron por primera vez en 2011 (68%) y en las generales la más baja desde 1983 semejantes a las de 2003 (72%). En promedio en las elecciones presidenciales la participación aumenta un 2% respecto a las de medio término. Una participación del 70% en las PASO no está nada mal y se condice con el 73% de participación que tuvieron en promedio las 14 provincias que ya eligieron a sus gobernadores. En una democracia que se jacta de tener un voto obligatorio donde las multas por no votar oscilan entre 50 y 500 pesos (menos de 1 dólar), la vocación cívica parece imponerse al riesgo de sanciones. Entonces, ¿a dónde van los enojados? Queda mi tercera apuesta, Javier Milei.
Apuesta 3: Javier Milei no sorprende y crece poco entre las PASO y las generales.
Las encuestas pifian. El error no es metodológico sino el desinterés general. Los que contestan son los más politizados o los que tienen tiempo, es lógico que las opciones más polarizantes crezcan ¿Quién más enojado e ideologizado que Javier Milei? Pensar en una buena elección del “león” no es una locura. Una buena elección para una tercera fuerza novedosa, es superar los dos dígitos. Pero como en el mundial, nadie se acuerda de quien salió tercero
Si La Libertad Avanza termina tercera como fuerza política, no sería difícil pensar que pierda votos entre las PASO y las generales. Tenemos ejemplos de elecciones pasadas. En 2011, la tercera fuerza fue el Frente Popular de Eduardo Duhalde, pasó de 12% de los votos en la PASO a 6% en las generales. En 2019 Lavagna corrió con la misma suerte pasando de un 8% en las PASO a un 6% en las generales. La excepción fue Sergio Massa en 2015, logrando aumentar un 6% la diferencia entre las PASO y las generales. En la quiniela el 6 es “el perro”, quizás una premonición favorable del destino.
En caso de perder, es probable que una parte de los votos de Bullrich si pierde se vayan con Milei. Pero, si como en años anteriores, más gente vota en las generales que en las PASO, el crecimiento de votos se licua y en los porcentajes no veríamos grandes cambios.
Por último, pasadas las PASO, el lunes 14 vamos a tener que prestar atención a dos temas: ¿Los ganadores llaman a la unidad con los perdedores de las PASO o a la confrontación? Y ¿qué les ofrecen, ministerios, cargos, un programa de gobierno? Como en toda apuesta, el que no juega, no gana.