Envalentonada tras la aprobación de la Ley de Leyes y el triunfo de Cambiemos en las elecciones legislativas, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, estaría preparando una serie de modificaciones en su gabinete con las que dejaría afuera a los peronistas.

Al asumir su cargo, Vidal se diferenció del presidente de la Nación, Mauricio Macri, por apostar al diálogo y al trabajo conjunto con otras fuerzas políticas para "mejorar la calidad de vida de los bonaerenses". Así fue que sumó a sus filas a varios peronistas como el ex intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, que se sumó como ministro de Gobierno; al intendente de Castelli, Francisco Echarren que durante unos pocos meses estuvo a cargo de la Secretaría de Tierra, Vivienda y Hacienda; y en el Instituto de la Vivienda, su par de San Nicolás, Ismael Passaglia.

Sin embargo, a partir del lanzamiento de la campaña electoral de cara al 22 de octubre comenzó de a poco a plegarse a los modos de Macri. Primero se sumó a las políticas de ajuste encomendadas por el Gobierno Nacional y sus discursos se tornaron más críticos contra el peronismo. Además, según supo Diagonales, en la radicalización de su postura, Vidal adoptó una actitud más hostil para con los integrantes de su gabinete que responden ideológicamente a la oposición.

La primera señal fue su adhesión a la reforma laboral e impositiva que impulsó el Jefe de Estado y que elaboró el proyecto de Presupuesto para el próximo con esos lineamientos, que incluyó el "pacto fiscal". El último, es un pedido a los municipios de "austeridad" y de recorte del gasto público, así también como un tope para tomar deuda con el objetivo de sacar adelante la Provincia.

Hace unos días, el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña,  anticipó lo que vendría en el territorio bonaerense, en una entrevista que le otorgó a Jorge Fontevecchia en la que aseguró que existe un "mito eterno" que indica que "sin peronistas, no se podía gobernar" pero que "eso quedó desterrado en estos dos años". En consonancia con esos dichos, la máxima autoridad de los bonaereses tendría planeado comenzar poco a poco a expulsar de su gabinete a los funcionarios que provienen del peronismo; y consolidar su poder con uno puro de Cambiemos.

En esa línea, la renuncia del ministro de turismo bonaerense, Ignacio Crotto, quien sin mayores detalles, explicó en su cuenta oficial de Twitter que fue por "un cambio en mi vida personal y profesional"; prendió una luz de alarma.

Para continuar con su plan la Gobernadora iría en los próximos días por otra baja. Todo parece indicar que la siguiente víctima de Vidal será su actual ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, quien pronto presentaría su renuncia. 

Ahora, con el presupuesto y el Pacto Fiscal aprobados, la próxima jugada de la Gobernadora será adecuar su gabinete para cumplir con su pedido de austeridad y ajuste. Para ello buscaría reducir las áreas que integran los ministerios en un 50%, lo que implicaría un achicamiento en las subsecretarías y por ende, de personal con el objetivo de reducir el gasto que tiene la Provincia en sueldos.