Una tensa situación se dio en medio de una conferencia de prensa mantenida por el intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, junto al gobernador Axel Kicillof y el titular de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Es que ambos funcionarios provinciales decidieron cruzar al jefe Comunal en pleno desarrollo del diálogo con la prensa, en relación a la entrega de una flota de patrulleros nuevos para el distrito.

La discusión se originó mientras Passaglia explicaba el estado de situación de las patrullas que en la actualidad operan en San Nicolás. “Estamos sumando nuevos patrulleros. San Nicolás tiene aproximadamente 50, esperamos que nos sigan acompañando para poder renovar toda la flota que se necesita”, señaló el mandatario en pleno aire de diálogo con los medios locales.

De inmediato, Berni lo cortó para corregirlo. “No, perdón, hay 43 que están fuera de servicio y son chatarra, son dos cosas distintas: no están en funcionamiento. En funcionamiento San Nicolás tiene apenas 12 vehículos”, marcó el ministro de Seguridad.

“Hay más de 12 vehículos, me refiero porque cuento a la Policía Local”, intentó aclarar Passaglia, aunque también recibió la contestación de Axel Kicillof, quien lo cruzó con ironía: “No te vamos a renovar los de la Policía Local, así que…”, dijo.

Asimismo, Berni volvió a tomar la palabra y arremetió: “Me parece que estamos confundiendo las cosas, hay cincuenta vehículos apilados uno arriba del otro que no tienen capacidad de función y que en los últimos seis años dejaron de estar fuera de servicio”, dijo. Las aclaraciones del Gobernador y el Ministro dejaban entrever el estado de abandono de la flota de patrulleros durante la gestión anterior de María Eugenia Vidal.

“Esto no se trata de ideología”, intentaba plantear Passaglia para sortear la discusión, aunque Berni volvía a la carga: “Bueno, pero decí las cosas como tienen que ser”.

Mientras tanto, la escena era registrada en video por uno de los periodistas presentes y luego fue viralizada en Youtube a través del canal de Prensa Libre SN. En tanto el clima se tornaba más incómodo, Passaglia intentaba frenar las interrupciones de ambos funcionarios provinciales y aclarar que “no se trataba de una discusión ideológica” sino de mejorar la calidad de vida de los vecinos de la ciudad.