El 2016 para la política bonaerense el primer año de gestión de Vidal, las internas de los partidos y la incertidumbre para el 2017
Diagonales hizo un análisis de lo que sucedió en la Provincia de Buenos Aires con la nueva conducción, los aciertos de la gobernadora, las negociaciones y las preguntas sobre lo que vendrá
El 2016 fue un año de rearmado en la provincia de Buenos Aires. Un año que comenzó en diciembre de 2015 y que en días culminará con un panorama totalmente diferente a como arrancó.
Por empezar, el triunfo de Cambiemos tanto a nivel Nacional como Provincial llevó a que se modifique completamente la estructura de los ministerios, incluso la Gobernadora María Eugenia Vidal al asumir pidió que modifique la misma para poder armar su gabinete y asegurar "la gobernabilidad" (luego lo solicitó dos veces más).
De todas maneras, la gobernadora manifestó vacilaciones en la composición de dicha estructura porque introdujo cambios a lo largo del año. Incorporó algunos peronistas en su gabinete, modificó la misma en tres oportunidades y rotó ministros.
Además, la discusión sobre el Presupuesto para el 2016, que acompañaron casi todos los partidos para "no poner palos en la rueda" y dejarla a Vidal gobernar en su primer año de gestión. Lo mismo ocurrió con todas las emergencias que pidió y que le garantizaron agilizar obras y recomposición de escenarios sociales sin pedir demasiados permisos y emplear dinero de la caja sin tener que dar mayores explicaciones. De ese modo logró la emergencia en seguridad y salud del servicio penitenciario; la emergencia en infraestructura; la Administrativa y Tecnológica; y también la Ley de modernización del Estado.
Por otro lado, el vínculo de los gremios con Vidal no fue muy sencillo. Si bien es cierto que pudo llegar a acuerdos con algunos sectores "amigos" con los que cerró una paritaria del 18% para el 2017; mantuvo un largo y tenso conflicto con los estatales, judiciales, trabajadores de la salud y con los docentes bonaerenses, quienes, aún hoy en su mayoría, siguen exigiendo la reapertura de las paritarias para cerrar el tercer trimestre; mejoras en las condiciones laborales; y que se garanticen los puestos de trabajo de aquellos que el 31 de diciembre finalizan sus contratos.
Cientos de paros en cada una de esas áreas, y por cada uno, cientos de silencios y falta de respuesta. En algunos casos, aumentos irrisorios, en otro simplemente, no se convocó a paritaria. Lo cierto es que por el aumento de la inflación y de los servicios, los trabajadores perdieron poder adquisitivo y exigen al Ejecutivo que actúe en consecuencia.
Es importante señalar que el 2016 fue un año duro para los campos de la Provincia que se vieron afectados por las inundaciones. Cientos de tambos cerraron en el territorio bonaerense y la producción cayó un 11% representando "los niveles más bajos de producción de los últimos 6 años".
A su vez, tuvo un saldo positivo en lo que respecta a la relación con intendentes Peronistas. Hacia la segunda parte del año, la gobernadora se mostró cercana a los Jefes Comunales que integran el Grupo Esmeralda con Martín Insaurralde y Gabriel Katopodis a la cabeza. Juntos, caminaron ciudades del interior de la Provincia, mantuvieron encuentros y reuniones también con los integrantes de sus gabinetes. De cara a las elecciones 2017, buscaron mostrarse cercanos, y aún lo hacen, por un lado para garantizarse los fondos en infraestructura; y gobernabilidad, por el otro.
Parte de la novela del 2016 estuvo también protagonizado por la doble interna en el radicalismo al momento de elegir las autoridades de ese partido. Estaban por un lado los que querían abrir el juego a las internas y los que, por otra parte, preferían que se jugara con una única lista. Y a su vez, la de aquellos dirigentes que querían hacerse cargo de la Unión Cívica Radical el senador Carlos Fernández, el diputado bonaerense Maximiliano Abad, y el vicegobernador, Daniel Salvador quien resultó ganador.
El drama se profundizó con la ausencia de la Gobernadora en el acto de asunción de su segundo como presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense. Lo que desató críticas en el partido sobre todo de aquellos que aclamaban por mayor presencia de ella.
Este panorama, el de una Vidal que se muestra indiferente con sus compañeros de espacio político y la cercanía con el Peronismo, abrió incertidumbre en la política acerca de la comodidad de la gobernadora para gestionar y realizar acuerdos con sectores del peronismo, más que con los radicales.
El otro gran capítulo que se evidenció casi al cerrar el año, fue el malestar entre el Frente Renovador y Cambiemos a nivel Nacional por la reforma a la Ley de Impuesto a las Ganancias, que se trasladó al territorio bonaerense, en medio de la discusión del recambio de autoridades en Diputados, aunque el enojo entre los partidos no duró mucho, y a la siguiente semana pudieron acercarse y sin mayores problemas, el recambio se efectivizó.
La madre de las discusiones del final del año, fue el Presupuesto 2017. Durante más de dos meses intendentes, diputados, senadores y ex funcionarios de todas las alas del peronismo mantuvieron reuniones todas las semanas para "trabajar en pos de la unidad", luego de haberse mostrado durante todo el año conformando grupos, disolviéndolos y reagrupandose de acuerdo a su cercanía a la ex presidenta, Cristina Fernández de Kichner. Estaban los que no querían despegarse de su figura y los que preferían separarse porque entendían que ganó el cambio.
Luego de innumerables reuniones entre los actores del peronismo, decidieron que era importante exigirle a Cambiemos que achiquen el monto del endeudamiento y algunos aspectos de formas en lo que concierne a impuestos que impactan directamente sobre el bolsillo de los argentinos.
Tardaron porque entendieron que como la Gobernadora no contaba con los votos para sacar la Ley de leyes, podían negociar cargos a cambio de votos. Así fue como lograron que se modificara la estructura del Defensor del Pueblo, y se crearan tres cargos más.
A días de cerrar el año Vidal se mostró en muy buenos términos con la líder del Gen, Margarita Stolbizer, al asignar al Diputado Nacional por esa fuerza, Omar Duclós, en el Organismo de Control de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires (OCEBA).
El 2017 no parece ser mucho más alentador, pero sería importante que la gobernadora active las obras de infraestructura que tanto prometió en campaña. De esa manera, volverían a tener trabajo los cientos de obreros despedidos este año por la paralización de las mismas. Y en esa misma línea, sería importante que la gobernadora garantice los puestos de trabajo de los bonaerenses, sería la única manera de mantener en movimiento la economía, porque si los ciudadanos trabajan, tienen dinero en sus bolsillos, y disponible para gastar en algún producto o bien de consumo que fue generado por otro trabajador. En consecuencia, se reactivaría nuevamente la actividad económica.