Este lunes, el Gobierno Nacional de Javier Milei anunció felizmente “la última obra pública” bajo su administración, que lleva menos de un año en funciones: la construcción de un gasoducto desde Vaca Muerta que beneficiará principalmente a una provincia amiga de la Casa Rosada. En un auténtico choque de gestiones, Buenos Aires le respondió con duros cuestionamientos al modelo libertario de ajuste y motosierra: “¿Qué festejan? La Argentina es un gran país y la obra pública va a volver”.

El ministro de Economía Luis Caputo, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y su vice Lisandro Catalán encabezaron esta tarde la inauguración de la llamada “última obra pública” aprobada por la Casa Rosada en el gobierno de La Libertad Avanza (LLA). Se trata de la reversión del Gasoducto Norte, que requirió una inversión de 740 millones de dólares, parcialmente otorgada por el banco de desarrollo CAF a través de un préstamo. El proyecto tiene sede en Córdoba, cuyo gobernador Martín Llaryora celebró junto a los funcionarios en el acto.

Sin embargo, pronto arremetió contra las celebraciones por el ajuste de Milei la Provincia de Buenos Aires que gobierna Axel Kicillof, una administración en las antípodas del programa libertario. “¿Qué festejan? La Argentina es un gran país. La obra pública va a volver, como está volviendo con fuerza a todas las grandes potencias del mundo”, comentó en redes sociales el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos local Gabriel Katopodis en respuesta al anuncio de Nación.

Este va a ser de nuevo un país justo, donde los ricos pagan los impuestos que tienen que pagar, donde el Estado puede financiar y planificar infraestructura para el desarrollo y donde no haya privilegios como los del saqueo que significa el RIGI [Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones]. Mientras tanto, la Provincia tiene la decisión de seguir haciendo universidades, rutas, plantas potabilizadoras y acueductos para mejorarle la vida a los bonaerenses”, remarcó el funcionario bonaerense.

X de Gabriel Katopodis