Tras una semana de paro por parte de los trabajadores de los peajes de la provincia de Buenos Aires, fracasó la audiencia de mediación entre AUBASA  y el sindicato SUTPA en el Ministerio de Trabajo de Nación y el conflicto recrudece. 

El gremio mantiene su postura de no acatar la conciliación obligatoria y mantener la medida de fuerza que hasta ahora afecta la Autopista Buenos Aires-La Plata y las rutas que conducen a la Costa Atlántica bonaerense, sin embargo referentes de SUTPA advirtieron que la protesta podría nacionalizarse. 

Tras la falta de acuerdos en el Ministerio de Trabajo de Nación, el sindicato adelantó que se realizarán asambleas en todos y cada uno de los peajes donde prestan servicios.

En tanto, la audiencia pasó a un cuarto intermedio y se retomarán las negociaciones el próximo 26 de septiembre.

Lo cierto es que el conflicto genera grandes inconvenientes a la administración de Axel Kicillof que durante la última semana ha visto una significativa reducción en la recaudación provinciala ante el no cobro de peajes. 

Cabe señalar que el reclamo de SUTPA no tiene una motivación salarial, sino que está vinculado a las condiciones laborales y conflictos con la gestión de AUBASA. Por eso, la principal exigencia del gremio es que el titular de la empresa, Ricardo Lissalde, sea apartado del cargo. 

Desde el gremio acusan al presidente de AUBASA de “acoso laboral, amenazas y despidos sin causa” y sostienen que “no hay negociación posible” mientras Lissalde siga al frente de la compañía estatal bonaerense.