Con el encuentro del lunes entre el vencedor de las PASO para gobernador de la Provincia de Buenos Aires en Juntos por el Cambio (JxC), Néstor Grindetti, y su par por el sector moderado de la coalición, Diego Santilli, el equipo que lidera nacionalmente Patricia Bullrich buscó dar gestos de unidad hacia el afuera. Y también hacia adentro.

La interna, principalmente fogoneada entre Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta a nivel nacional, dejó resquemores que, con el correr de los días y las semanas, buscarán en el equipo de los “halcones” que queden atrás, y así ordenar a la tropa.

Esto no es menor ante un escenario que los coloca en desventaja por la irrupción de un Javier Milei que ganó las primarias del 13 de agosto y amenaza con traccionar la base del electorado afín a las ideas más duras de la líder de JxC. Bullrich (y por arrastre, Grindetti) deberán mostrarse como una alternativa “realista” de “orden”, frente a la imagen que busca imprimir el líder ultraliberal como agente “del cambio”, oponiéndose a la “casta política”. Y a eso se le suma la complejidad de tener que buscar los votos más moderados que fueron en las primarias hacia Larreta.

Grindetti quiere dar la sorpresa, venciendo a Axel Kicillof en la Provincia, sabiendo que con la suma de la interna quedó a tres puntos del mandatario, y se movió rápidamente. Luego de conocerse los resultados de la PASO, en la que, si bien faltan los números definitivos, todo hace presumir que venció a Santilli por un escasísimo margen en la interna de la coalición, comenzaron las comunicaciones entre ambos.

Desde el equipo del “Colo”, confiaron a Diagonales que “hasta el 95% escrutado por la Justicia hasta ayer (lunes) a las 17hs, la distancia entre Néstor Grindetti y Diego Santilli era menor a 3 mil votos”. “Creemos que va a ser menor al provisorio y estaría entre 8 y 12 mil votos de distancia. El 0.1%”, observaron.

En el almuerzo que mantuvieron ayer ambos referentes en Lanús no se ponía en duda el resultado final en favor del intendente de este distrito del sur, con uso de licencia. De hecho, uno de los temas más importantes fue acordar en qué momento se sumaría Santilli a la campaña del vencedor de la interna.

 “Estamos unificando equipos técnicos y equipos políticos con los candidatos que ganaron las internas en los distintos distritos que jugaron con Diego para que acompañen a Grindetti. Él está trabajando en esa línea”, manifestaron a este medio desde la prensa de Santilli. Los números finales importan y mucho. De esto depende la integración de las listas de concejales de los 135 municipios de la provincia y de legisladores provinciales de las seis secciones electorales.

Además, Grindetti comenzó tempranamente un esquema de recorridas por la provincia, de la que también formó parte la mismísima Bullrich el viernes y el sábado pasado, por los municipios de Tres de Febrero y de Hurlingham. Su eje fue el tema de la inseguridad, a lo que se le sumaron los temores por las situaciones de saqueos latentes en algunos distritos. Este tándem se repetirá e incluirá también al candidato a la vicepresidencia Luis Petri.

Pero al mismo tiempo, el también hoy presidente de Independiente buscó consolidar apoyos en los sectores políticos que hoy integran la coalición. Es por eso que, además de tener mayor aparición mediática, se metió en la rosca interna y obtuvo el respaldo del radicalismo “orgánico” del Comité que encabeza el candidato a senador de  los “halcones” Maximiliano Abad. Con esto, se aseguró el visto bueno de los intendentes “boinablanca” que integran el Foro de Intendentes Radicales, que comanda su candidato a vicegobernador Miguel Fernández, jefe comunal de Trenque Lauquen.

LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS PARA LOS “HALCONES”: AGRUPAR A TODA LA INTERNA

Con estas puntas más encaminadas, hay otro flanco abierto que Grindetti (y Bullrich) buscan atender: la determinación que tomarán los intendentes y referentes de los territorios municipales que “no son propios” de cara al 22 de octubre. En concreto: si le quienes integraron las listas de Larreta y Santilli realizarán un mayor despliegue en sus microcampañas municipales o se plegaran a la campana nacional y provincial para afianzar una base del electorado “desde arriba hacia abajo”.

Algunos de los “heridos” en la interna, que iban por el bando de las “palomas” aún no definen su estrategia, y crecen las suspicacias. Con la foto de ayer entre Grindetti, Santilli y los jefes comunales del espacio parecería igualmente que no alcanza para sanear todos los golpes, y se evidencia que todavía hay un trecho para seguir negociando.  

Un candidato por el grindettismo en la provincia, consultado por Diagonales si veía posible que figuras como Diego Valenzuela (intendente que busca reelegir en Tres de Febrero) o Ezequiel Galli (que busca hacer lo propio en Olavarria) militarían fuertemente la campaña nacional y provincial de JxC, no creía que eso fuera posible. También ponía en duda qué grado de apropiación adoptarían otros nombres de peso del radicalismo bonaerense que jugaron en el ala moderada: por ejemplo, el precandidato a vicegobernador de Santilli, Gustavo Posse; y, el intendente de Tandil Miguel Lunghi. Estos dos referentes concentran un enorme caudal de votos por el partido centenario en sus distritos, cosa que los intendentes alineados en el interior de la provincia no tienen a su favor.  “Algunos de ellos van a estar más comprometidos que otros”, soltó esta primerísima fuente.

Los indicios desde el possismo van en ese sentido. Por el equipo de Posse, que también vio cómo su hija Macarena perdía la interna en San Isidro frente a candidato de la alianza del PRO con el vecinalismo, Ramón Lanús, señalaron que lo vieron “entero” al mandatario, que conduce San Isidro desde 1999 y desde el 10 de diciembre estará en el llano. “Está con ganas de laburar, ya vio a Ramón Lanús, y tenemos que trabajar fuerte también para que gane (Mauricio) D´Alessandro en San Martín”, expresaron a Diagonales.

Desde las filas de un candidato a intendente por la Tercera Sección electoral, en uno de los distritos más populosos de la zona sur, y que se impuso en una interna picante, hacen autocritica por lo que fue belicosidad en la campaña nacional que los afectó “hacia abajo” en ese territorio. Ven que los jefes comunales del conurbano deberían “focalizar en el territorio”, porque “es ahí donde se tracciona” y concluyen que con la figura del intendente, que ocupa el último lugar de la boleta y es más visible, pueden impulsar “hacia arriba” a Grindetti y también a Bullrich.

En estas horas, los mandatarios de los distritos tienen que atender cómo afrontarán el pago de dos cuotas de 30 mil pesos mensuales para sus empleados públicos, y se muestran abocados a negociar cómo obtendrán esos recursos para no quedar desfinanciados frente a las exigencias del gobierno nacional y provincial.

Al mismo tiempo, buscarán no quedar mal parados frente a una población castigada por la crisis de ingresos. Esta es la batalla en el corto plazo.

Pero, en las próximas semanas, deberán ajustar su mira y también a sus tropas hacia octubre, que no está para nada lejano en el calendario.