El día anterior a que miles de mujeres se vistieron de negro y marchen en contra de la violencia de género, se anunció desde la gestión bonaerense que la Provincia adhería al Protocolo Nacional de Aborto no punible pero ahora, por el cuestionamiento de algunos funcionarios ligados a sectores eclesiásticos,se revisará el proyecto que impulsó la ministra Zulma Ortíz, que ahora queda mal parada.

Quienes manifestaron una incomodidad con esta propuesta fue el secretario de Legal y Técnica, Julio Conte Grand y el ministro de Producción, Joaquín De la Torre. Es de público conocimiento su cercanía al Opus Dei y no es de extrañar que el peso de la Iglesia decante en un tema tan controversial como el aborto y que genere esta marcha atrás, poniendo en jaque a la titular de la cartera de Salud.

Cabe preguntar si el anuncio del martes pasado, celebrado por Amnistía Internacional, fue como se desliza desde algunos sectores, que la Ministra de Salud tomó decisiones sin consultar. También podría especularse que el anuncio se trató de aprovechar el momento, en días en el que estaba a flor de piel una discusión tan importante para la sociedad, para las mujeres y para las víctimas de violencia de género como fue la jornada por la violencia machista y por los derechos de las mujeres.