Tetaz caminó sobre un charco de "sangre" para pedir mayor seguridad en la Provincia
El diputado nacional exigió "empoderar" a la policía, construir cárceles de "gestión privada pero con dirección pública", entre otras medidas para "terminar con la puerta giratoria"
Martín Tetaz realizó una polémica intervención esta tarde frente a la sede del Ministerio que encabeza Sergio Berni en La Plata para pedir mayor seguridad en la provincia de Buenos Aires: caminó sobre un charco de “sangre” que habían arrojado sus asesores segundos antes.
La insólita “performance”, como él la llamó, tuvo como objetivo presentar sus propuestas para combatir la delincuencia en territorio bonaerense. El diputado nacional sostuvo que el gobierno provincial debía cambiar radicalmente su política de seguridad y que para ello era necesario que “el poder político apoye a las fuerzas de seguridad”.
Según Tetaz, “los policías tienen miedo de actuar, porque si actúan tienen más problemas que los delincuentes”. Por eso, en diálogo con la prensa local, sostuvo que “hay que empoderar a la policía desde el punto de vista de las capacidades, brindarles armas taser, pero también empoderarla desde el punto de vista político”, aunque no brindó demasiados detalles al respecto.
Otra de sus propuestas fue realizar una “transformación de la Justicia” y acusó a Axel Kicillof de no nombrar los 600 jueces que faltan en la Provincia “porque no tiene mayoría en el Senado y entonces sabe que no va a poder poner a sus amigos en el Poder Judicial”.
“Eso hace que la Justicia sea más lenta y que la gente que comete delitos no vaya a la cárcel”, consideró. Además, señaló que aquellos que sí van a prisión se encuentran con “cárceles completamente desbordadas”.
“Hoy hay 47.000 presos y 22.000 camas en el Servicio Penitenciario bonaerense. Eso hace que para que entre una persona, tengan que salir dos”, reflexionó.
En ese punto, el legislador recordó que “Kicillof prometió 12.000 nuevas camas y en la apertura de sesiones anunció con bombos y platillos apenas 2.400”. Ante ello, propuso “construir cárceles de gestión público-privada, gestión privada pero dirección pública”.
“En la provincia de Buenos Aires, los chorros creen que no los van a agarrar y creen que si los agarran salen por la otra puerta”, expresó. “Hay que terminar con la puerta giratoria”, concluyó.