La gobernadora María Eugenia Vidal ha sufrido en carne propia en los últimos días una serie de amenazas, que según señalan desde el interior del gobierno provincial, se deben a los cambios que quiere llevar a cabo la mandataria en materia del Servicio Penitenciario y de la policía bonaerense. En este marco, se anunció que dentro de los planes de la actual gestión se encuentra la de construir nuevos espacios y ampliar los ya existentes en las cárceles bonaerenses.

En una nota publicada por La Nación, el secretario de Derechos Humanos, Santiago Cantón, señaló que "las cárceles de la Provincia están entre las peores de América Latina". Es por eso que el gobierno provincial dentro del "Plan Estratégico de reforma del Sistema Penitenciario bonaerense" invertiría en infraestructura bajo el argumento de mejorar las condiciones de salubridad y alojamiento de los presidiarios. 

Dentro de las 55 unidades penales se alojan a unos 33 mil presos, una cifra que representa el 45 por ciento de los detenidos en todo el país. A esto se le suma el reclamo de diversos organismos de derechos humanos que han denunciado que hay alrededor de 2300 personas alojadas en comisarías. 

En las cárceles de la Provincia hay una superpoblación de 9 mil personas, si se tiene en cuenta que el gobierno bonaerense sólo cuenta con 26 mil plazas y hay 33 mil presos. A partir de 2017 la idea de VIdal sería comenzar a incorporar 2 mil plazas por año con la misión de mejorar, en los próximos diez años, la capacidad de los penales de la Provincia.