¿Cuántas veces hemos entrado a un lugar y de inmediato nos sentimos escaneados por alguna persona que sin el menor disimulo nos lanza sus dardos de interés? ¿O cuántas veces hemos fisgoneado a alguien  que, sin querer queriendo, nos resulta impactante? Las personas tenemos  algo en nuestra  apariencia que nos hace parecer apetitosas, todos contamos con un conjunto  de atributos responsables de hacernos  atractivos, a esto se le conoce como sex appeal. Las condiciones que nos atraen o nos hacen atractivos a otras personas  están delimitadas por la biología, la psicología, el aprendizaje social, cultural, moral, por el juicio crítico, ético, incluyendo  normas o mandatos. La atracción de algún modo resulta un misterio para muchos, ese no sé qué, en no sé dónde, por esto surgen las preguntas ¿Qué  le vi? ¿Por qué me gusta tanto? ¿Qué será lo que tiene?  

¿Amor a primera vista?

Ser  “sexys” depende  de varios aspectos  bioquímicos, neurológicos, físicos, psicológicos, sociales y culturales, en este sentido tenemos el potencial de agradar a alguien independientemente  de nuestra anatomía. El encantamiento a primera vista, lo que muchos llaman “amor a primera vista”, no es  amor,  es una suerte de  deseo, pasión, emoción, motivación y encanto sexual que no se siente por cualquiera, una atracción  instantánea y arrasadora que ocurre solo a minutos de conocer a alguien, todo un sistema sofisticado de activación a nivel nervioso, cerebral y hormonal, acompañado de preceptos y características (cánones) que nos fijan los  ideales físicos. El cerebro evalúa rápidamente estas  propiedades aumentando la adrenalina y la dopamina al encontrar una persona que llene esa expectativa.

La química de la atracción y  otros asuntos

La compatibilidad hormonal, compuesta por  dopamina, serotonina, testosterona y estrógenos hace que nos sintamos atraídos por personas que segregan la misma cantidad de estas sustancias  en sus organismos.  Algunos genes del sistema inmunológico cumplen la misma misión, por esto, mientras más diferentes sean nuestros  genes a los de la otra persona más atractiva será, biológicamente hablando.  En otros asuntos, el olfato también se encarga de escanear a esa persona que nos llama la atención a través de su órgano vomeronasal  gracias a la acción de las  feromonas.  La visión y el oído son otros dos sentidos potentes que nos  provocan múltiples sensaciones y emociones.  Complementan todo este complejo biológico; la inteligencia, el sentido del humor, la seguridad proyectada, el tiempo compartido y el aspecto  social; este último,  es un reforzador indispensable, hace que nos  llame la atención esa persona que aparenta,  éxito, estabilidad económica, buen manejo cultural e intelectual.

¿Somos  superficiales?

El cerebro se gratifica entre más atractiva física y socialmente es la persona. Tendemos a fijarnos en el físico o en lo material  para sentirnos atraídos por alguien.  Para los hombres que una mujer tenga ciertos rasgos como una cintura definida, unos senos grandes y una cara en sintonía o bien proporcionada  es sinónimo de salud y de belleza, en cambio a las mujeres les parece atractivo y seguro  un hombre según su  automóvil, nivel de estudios, la belleza por su supuesto y otros accesorios. El hombre se fija en los atributos físicos como señal de poderío: “adueñarse” de ese ser admirado,  las mujeres en cambio, evalúan al hombre como potencialmente dominante y poderoso si cuenta con  “estatus económico” (no lo digo yo, sino varios estudios). Ese aspecto “superficial” no se da a propósito, no podemos etiquetar  a las personas como “interesadas”, pues todo esto  hace parte de la neurobiología y psicología del sex appeal.

El físico no lo es todo, hay que cultivar lo erótico

Ser  tremendamente guapos, es solo una parte del sex appeal, el físico, ya sea de manera material e inmaterial no lo es todo, muchas personas encantadoramente bellas, física y económicamente,  se han sentido desplazadas o “abandonadas” por otras no tan hermosas, menos poderosas y  menos fuertes.  El sex appeal que mantiene  el gusto por el otro, la motivación y el deseo vivo, también  requiere de inteligencia emocional y erótica, humor, picardía garbo, estilo, porte, chispa, sonrisa, gracia y simpatía que no siempre la billetera o un cuerpo esbelto ofrecen.  Eros es indispensable en la atracción y demanda  una combinación de atributos.

Nos hace eróticamente atractivos  el misterio,  saber llevar nuestro cuerpo, insinuarnos, usar el  lenguaje apropiado; aspectos que hacen que Eros se active y comience a actuar en un gesto que forma parte de la cultura y los aprendizajes.  Somos eróticos  por  el deseo de relacionarlos con alguien y levantar en esa otra persona el mismo deseo. El ser erótico parte de un cultivo, se desprende del  deseo primario  básico, instintivo, hormonal  y orgánico. El erotismo obra como un modelo evolucionado que reemplaza los toscos  estímulos superficiales o físicos,  por algo más sutil y encantador, su misión es exaltar  la mente, excitar  el imaginario  y crear fantasías de alto impacto. Somos más que piel y huesos. Somos peculiares y podemos despertar el interés de cualquiera si nos disponemos a cultivarlo.

*Psicóloga – Sexóloga - Personal Branding. www.facebook.com/normabejarano.net; www.normabejarano.wordpress.com; Twitter: @NormaSexologia