Exceptuemos los casos en los que la abstinencia se decide y vayamos a los que no se decide. Porque existe una reciente separación o enviudes, porque no aparece la pareja ideal, porque falta iniciativa, porque las cosas no se dan o porque existe un cada a tanto con muy poca frecuencia; también, y en un plano más clínico, porque existen fobias sexuales que muchas veces se pueden tapar con miedos relacionados a otras situaciones.

De cualquier modo es mucho mejor tener relaciones. Su abstinencia es sintomática en ambos sexos y lo peor, el deseo se va debilitando a medida que avanza la abstinencia. Deseo desear le dijo una vez un paciente al Dr. Adrián Sapetti - Psiquiatra, Sexólogo y miembro de la Sociedad de Sexualidad Humana Argentina, refiriéndose a la falta de ganas de empezar una relación sexual y este cuadro puede a veces denominarse Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH).

Pero hay malestares comunes que podemos reconocer fácilmente en uno y en los otros, y que pueden estar directamente vinculados con la ausencia de relaciones sexuales irritabilidad, mal humor, depresión reactiva, dolor pelviano crónico en las mujeres, tristeza, baja autoestima , explica el Dr Sapetti; y agrega que pueden surgir miedos a no tener un desempeño esperado y que determinan, en muchos casos, evitar los encuentros.

El tener relaciones satisfactorias significa seguir teniéndolas. Mantiene viva la testosterona, los estrógenos, y no tenerlas va disminuyendo el deseo cada vez más. Las disfunciones sexuales pueden ser la causa de estos problemas impotencia, eyaculación precoz, vaginismo y anorgasmia en las mujeres, que terminan generando abstinencia por el temor a los papelones que se podrían llegar a pasar.

Las mujeres según la ciencia pueden vivir menos apasionadas por el sexo que los hombres y mantener, a pesar de sus ciclos hormonales, el deseo por más tiempo, incluso después de los cincuenta con la llegada de la menopausia que le hace perder estrógenos y andrógenos; mientras que en el hombre después de esta edad comienzan a bajar los niveles de testosterona y es más propenso a perder el deseo sexual.

Cada caso es un tema y a todos los encierra el prurito de la sexualidad y la vergüenza de lo que no puede estar pasando. De todos modos, por razones personales o de pareja, cuando por ejemplo la falta de relaciones aunque no sea hablada empieza a determinar distancia, incomodidades o dudas se deciden hacer consultas profesionales pero siempre a partir de un síntoma físico como por ejemplo algún dolor o disfunciones.

El especialista terminando de definir los pro y los contras de mantener relaciones sexuales con frecuencia, menciona que la abstinencia también hace perder la lozanía, una característica que se relaciona directamente con el estado de bienestar; como el sexo en general que siendo una cuestión tabú que tiene relación con las circunstancias de la vida o con patologías tratables clínicamente, se vincula a la sensación de goce que colabora en el estado general de plenitud.