¿Qué queda de la palabra "novio"?
Por Sebastián Lacalle
Hace cien años la idea de noviazgo estaba relacionada con un encuentro entre dos por el deseo de estar juntos y se iba generando un proyecto a futuro el matrimonio. Pensar en un noviazgo eterno sin el pasaje al matrimonio era pensar que algo había fracasado. De todos modos, ahora, aunque el discurso capitalista ha dejado por fuera el amor, la idea de noviazgo en el imaginario colectivo sigue siendo la misma.
Y es el discurso capitalista el que deja de lado el amor porque alimenta el individualismo por vía del consumo y el encuentro entre dos no es tan sencillo como hace mucho tiempo atrás; y más aún en el sentido en que la situación amorosa pueda crecer y pasar al matrimonio, el cual también ha mutado y ha sido desplazado por el pragmatismo de la convivencia. Existe una época donde el orden cronológico en las relaciones no es la misma.
Es propicio entonces encontrar respuestas a esta cuestión en un profesional, por eso la licenciada en psicología Any Krieger explica qué ha sucedido con los noviazgos en la actualidad la palabra noviazgo tal como se daba en otra época sigue siendo la misma, pero en otra época. No se ha encontrado una palabra que pueda sustituir y condensar ese concepto . Y este desencuentro entre ideas y épocas con sus dificultades amorosas es uno de los principales motivos de terapia.
En este sentido y para saber la dimensión de estas dificultades, es necesario aclarar que el amor es una condición inherente a lo humano y por más que en la época actual no se aliente como algo ideal, el afecto ente dos personas es fundamental para la vida del sujeto humano. El amor en esta época está en un estadio decadente y no lo estoy comparando con los amores de otra época, sino el amor como lazos entre humanos. Se ha llegado a una especie de degradación, aclara Krieger.
Hoy todo es fast. No se cuentan los mismos tiempos ni para estar con el otro ni para esperar. Todo es un empuje a lo rápido, lo efímero y lo ilimitado. Eso no es sin consecuencias para el amor. Y es negativo tanto para el hombre como para la mujer porque deshumaniza a ambos. Toda esta cuestión de la libertad, del todo se puede, llega a un extremo ilimitado. La época aplasta al deseo y lo único que alienta es el consumo , continúa.
La cuestión es que son más rápidos los cambios de la vida misma que las modificaciones psíquicas porque se tienen que ir adaptando a los cambios reales y llevará un tiempo. De todos modos, hay situaciones de encuentro de jóvenes que en su primera relación se casan; muchos con una convivencia previa primero ensayan cuando están solteros y si la convivencia prospera, entonces se casan.
Lo que se ve es hay una disimetría en los encuentros. Se nota que el hombre se ve abrumado por las mujeres. Aparece una situación donde el hombre tiene mayores posibilidades por las cuestiones etarias, por ejemplo un hombre de cincuenta puede estar con una mujer de cincuenta, de cuarenta y hasta de treinta y en eso una mujer es mucho más limitada y se la tiene que ver con estar más tiempo sola, pero no porque así quiera , describe la psicóloga.
Y para esta circunstancia vale referirse al papel o la función de las redes sociales, tan vinculadas al capitalismo y emblemáticas de estos tiempos; para lo cual la licenciada concluye alimentan lo que el capitalismo fomenta donde el lazo amoroso, al decir del filosofo Bauman, es un lazo líquido, porque la cantidad de sujetos que uno puede encontrar al mismo tiempo dentro de las redes es muy grande. Las redes no colaboran con el lazo amoroso clásico".