Bonaerenses por el mundo Año Nuevo en Madrid II
Columna por Noe Avondet de Carhué, Provincia de Buenos Aires
Hace cinco años dejé Argentina para venirme a este lado del continente, vivo en Madrid. Al principio no fue fácil, pero de a poco vas entendiendo un poco más sus costumbres y por qué celebran cada fiesta de forma diferente a las nuestras.
En España, el 31 de diciembre es una celebración muy especial, donde la fiesta y la diversión se alargan hasta bien entrada la madrugada. La tradición manda comer 12 uvas, hay que comerlas de una en una, al compás de las campanadas que señalan la medianoche y quien consigue comer todas a tiempo, además, tendrá un año lleno de suerte y prosperidad.
Las uvas son el momento más esperado de la Nochevieja. De hecho, las campanadas se retransmiten en directo por televisión a toda España. Ese día, lo habitual es reunirse con la familia o con los amigos para disfrutar de una cena suculenta y luego, si puedes, ir a la plaza de la Puerta del Sol, que es la plaza central de la ciudad donde se reúnen más de veinte mil personas a comer las 12 uvas. El ambiente que se vive es fantástico confeti, música y serpentinas por todas partes, gente disfrazada con pelucas, gorros y máscaras; y sobre todo, muchas ganas de pasarla bien.
Las calles se inundan de grupos de jóvenes, de música y de coches que saludan al año nuevo con sus bocinas. En los bares, pubs y discotecas se preparan fiestas de Nochevieja en las que no se para de bailar hasta el amanecer. También en numerosos hoteles y restaurantes se organizan celebraciones especiales, que incluyen la cena, las uvas, el baile posterior y la animación. Si te decides por alguna de estas opciones, es recomendable que compres la entrada o reserves mesa con antelación.
Para rematar la noche, antes de irse a la cama, nada mejor que reponer fuerzas comiendo el tradicional chocolate con churros.
También estamos los más tranquilos, que celebramos en casa con la familia, en este caso mi pareja y mi cuñada, que hacemos una cena con una mezcla importante entre lo argento y lo español, ya que normalmente estamos con temperaturas muy bajas y la comida es un poco más pesada. Normalmente se come de entrante una sopa de pescado con legumbres, casi siempre garbanzos, y luego una cantidad impresionante de jamón, langostinos, carnes, papas, todo lo que imaginen de embutidos, y es una mezcla importante pero se come muy bien. De postre hay polvorones, que son unas masas secas hojaldradas, también turrones y frutos secos, hasta esperar las doce.
¡Feliz año nuevo para todos!