El fin de las cosas La La Land
Columna por Juan Manuel Caravello. La historia de amor que amenaza con romper récords, está nominada a 14 premios Oscar
Este fin de semana las filas de los cines se vieron divididas en dos, una esperando la magia de La la land, seria candidata al Oscar y otra muerta de ganas de ver a Darín con Barba, se anotó en Nieve negra. Ya hablaremos este buen título nacional que seguramente será un éxito, hoy nos concentraremos en La la land.
Dividamos la paja del trigo, el hecho de que una película esté nominada a 14 premios Oscar nada quiere decir en principio sobre la calidad de la misma. Hay un estándar, un siete sobre diez puntos en la crítica, que cualquier film que participa de estos premios alcanza sin problemas, ha habido grandes títulos sin premios y premios para otras tal vez olvidadas pocos años después. De modo que intentaremos hablar de la vedette de esta entrega de los Oscar La la land, teniendo en cuenta las dos facetas su calidad y su probable performance en la repartija de estatuillas.
Digámoslo de una vez, se trata de un film de género, es un musical, cada tanto el cine mainstream abre el arcón de las proformas y rescata un género en desuso, sucedió con Titanic (1997) y el cine catástrofe; sucedió en alguna vieja entrega (1992) con muchos premios para Los Imperdonables, la vuelta de Clint Eastwood a los westerns, sucedió con el policial negro y Los ángeles al desnudo (1997), con el holocausto y El pianista (2003), con el cine bélico y Vivir al límite (2008), la lista sigue y sigue.
El musical particularmente había llegado por última vez con la versión de Los miserables de Víctor Hugo en 2013 y antes con Chicago en 2003 con la muy polémica estatuilla a la mejor película por encima de Pandillas de Nueva York, El pianista, El señor de los anillos y Las horas& realmente inexplicable. Pero, La la land sigue siendo algo distinto, las recién mencionadas eran adaptaciones de musicales de Broadway llevados al cine, en este caso es un film musical, pensemos en Bailando bajo la lluvia como un exponente del género que todos más o menos conocemos (de hecho incluye un pequeño guiño con baile abrazado de un farol).
Por lo tanto, hace tiempo que no se ve una producción grande de este género, además la historia de amor es entre una actriz tratando de conseguir un papel y un músico que busca salvar el jazz del desconocimiento general. Transcurre en los ángeles, donde el sueño americano alcanza las estrellas. Los protagonistas son dos de los actores del momento, el director ya estuvo nominado por Whiplash y parece ser el nuevo niño mimado de la industria, todos elementos para una catarata de nominaciones.
Por otro lado, queda hablar de la calidad de la película, la historia de amor no es súper original, pero alcanza. Los números musicales son realmente muy originales y con una puesta de cámara virtuosa que logra momentos de una belleza innegable. Además es una celebración del cine dentro del cine, con decenas de citas al cine clásico de Hollywood, hablando de películas y paisajes, la música es original del film, delicada y emotiva.
No soy fanático del cine musical, de hecho no soporté muchos y tuve que abandonar la sala ante el escándalo de los demás espectadores (Sweeney Todd, Chicago, Nine, por citar algunos nada más); una vez confesado esto debo decir, al fin, que La la land me pareció una gran película, fresca, emotiva, muy bien dirigida, ingeniosamente fotografiada e impecablemente actuada. Durante un rato después de salir de la sala me descubrí más contento de lo que estaba al entrar, simple, más allá del análisis cinéfilo, industrial, sociológico, incluso timbero si se quiere& todo se reduce a esto, pienso, salir más feliz de lo que entramos. Tal vez para eso deba servir el cine. Tal vez solamente para eso sirva La la land, ojo, no es poco.