Estado de Bienestar Controlado, un modelo para Argentina
Por Octavio Ciaravino. ¿Qué modelo de país queremos? Argentina busca un tipo de sociedad que reduzca y sosiegue los bruscos movimientos del péndulo que se sacude del populismo al neoliberalismo
Después de un letargo, el concepto de Estado de Bienestar vuelve a posicionarse como un modelo necesario y posible. Una sociedad que garantice derechos fundamentales a toda la población sin aplastar al individuo y sin dejarlo despojado frente al mercado. La protección "de la cuna a la tumba" es una de las definiciones rápidas del Estado de Bienestar, pero también significa el crecimiento económico más importante que experimentó la humanidad en toda su historia, todos los indicadores estadísticos que miden el desarrollo humano y económico muestran que allí donde se logró instaurar ese modelo de sociedad, las ganancias fueron las más altas y prolongadas jamás vistas, este es un hecho histórico incuestionable, por más adjetivos o fantasías que sus detractores traten de inculcarle a la sociedad.
El Estado de Bienestar puede definirse como una forma de relación entre Estado, Sociedad y Mercado, que busca un óptimo donde ninguno de los extremos se coma el medio. Reconoce diferentes modelos y experiencias a nivel mundial, algunas en retroceso y otras claramente exitosas que son la envidia del mundo. Cuando pensamos en cosas como el aguinaldo, el automóvil particular, la jubilación o las vacaciones, estamos pensando, quiéralo o no, en cosas que existen por el Estado de Bienestar.
Excepto que usted pertenezca a la aristocracia o sea el dueño de grandes extensiones de tierra fértil, la mayor parte de las cosas que anhela y que considera una buena vida, están allí porque existe o existió el Estado de Bienestar. Es el tiempo o el lugar en que fuimos felices y cualquier idea de buena sociedad circula como una hoja en un remolino en torno a la experiencia del Estado de Bienestar. Claro que todos podemos tener fantasías individualistas, como tener un palacio, ser estrellas de la TV, tener un harem o la fuente de la juventud, pero si pensamos en la felicidad con otros, en la felicidad de conjunto, todo lleva allí donde está o estuvo el Estado de Bienestar.
Modelos de Estado de Bienestar son la mayor parte de Europa central como Francia, Alemania, Dinamarca, Bélgica, etc. También EEUU durante los años del New Deal, Japón, y la Argentina hasta el año 1976, de estas experiencias quedan más o menos partes en funcionamiento, luego están los casos que siguen funcionando plenamente y son la envidia que mencionábamos, hablamos de los países escandinavos como Suecia, Noruega, Finlandia, etc. allí se combinan un alto nivel de vida con eficiencia y productividad.
¿Qué es el opuesto al Estado de Bienestar? No es el conservadurismo, ni siquiera lo es el pensamiento liberal, porque el Estado de Bienestar es una forma del capitalismo, y forma parte de la evolución del pensamiento liberal. En efecto, puede haber Estado de bienestar de izquierda, centro o de derecha, pero siempre dentro de la idea de garantizar una vida decorosa a todos los ciudadanos/as. El opuesto al Estado de bienestar es el Neoliberalismo, porque busca desmontar la estatalidad, hasta que solo quede de ella su capacidad represiva, La economía monopólica también es el opuesto porque hace fracasar la idea de la competencia en el mercado, porque no hay competidores, todo es un mismo cártel.
Allí donde hay Estado de Bienestar el mercado es verdaderamente competitivo porque hay muchos competidores en todo lo que no es vital, porque las cosas importantes son servicios públicos garantizados, por más que sean empresas privadas en algunos casos. En el Estado de Bienestar se piensa que, si se cuida a los individuos estos prosperan, trabajan y crecen porque los seres humanos somos laboriosos por naturaleza. El neoliberalismo piensa que si se cuida a los individuos estos no trabajan y no prosperan porque somos vagos o moralmente fallados por naturaleza. Es una profunda diferencia en cuanto al ser humano, a lo que se puede responder con la evidencia si los humanos somos vagos e inmorales como llegamos hasta aquí en nuestra evolución de más de 5000 años de historia. ¿Por qué no nos extinguimos como especie hace mucho?
El control
Estado de Bienestar Controlado refiere concretamente a controlar la corrupción. Las tres velocidades en que se mueve la corrupción en países como Argentina son las de tipo funcionario público, que cotiza algunos de los servicios que debiera prestar por virtud del cargo. La ciudadana que pasa por la informalidad económica y la evasión de tributos.
Por último está la corrupción grande que involucra mega proyectos de transferencia de ingresos entre sectores sociales, tales como la evasión de impuestos y cargas sociales, el vaciamiento, la fuga de capitales, la apropiación indebida de recursos naturales o estatales que por definición le pertenecen al conjunto y la transferencia del riesgo empresario al conjunto con apropiación de la ganancia. Estos tipos de corrupción tienen un tratamiento amplio en nuestra sociedad y en el resto del mundo y son una de las mayores fuentes de infelicidad de nuestra sociedad, pero no la principal, que está más relacionada a la imposibilidad de desarrollar libremente nuestros proyectos de vida, por falta de trabajo, inflación o por crisis económicas.
Ante la corrupción pueden tomarse dos tipos de medidas, dependiendo de la filosofía que guie la decisión si pensamos que la corrupción es una falla moral de algunas personas o bien si pensamos que es un "sistema" que involucra a las personas. En el primer caso se trataría de penar y castigar a las malas personas y apartarlas de la función. En el segundo caso se trataría de depurar el sistema para que deje cada vez menos margen para la corrupción. En el mundo hay de ambas. Desde los fusilamientos a funcionarios corruptos hasta el control concomitante y sistémico de todos los gastos y del patrimonio del Estado.
Puntualmente para la corrupción de los funcionarios también hay trabajo por hacer, es preciso refundar nuestros órganos técnicos de control y volver a un esquema de control concomitante que se combine con el actual esquema de control posterior. Es necesario revisar lo que se cambió con la reforma constitucional del 94 sobre el funcionamiento de la actual Auditoría General de la Nación, Sindicatura General de la Nación y tribunales de cuentas provinciales. Estos órganos reemplazaron al Tribunal de Cuentas de la Nación y a las sindicaturas específicas, que hacían control concomitante, es decir en el mismo momento que se decidía y concretaba el gasto público.
Ese esquema se eliminó durante los años de la dictadura y el menemismo y se remplazó por un control posterior. Ambos esquemas son útiles pero deberían funcionar combinados, especialmente en las áreas de gran volumen de gasto como la obra pública, la definición de subsidios sectoriales, el financiamiento de servicios públicos privatizados, y la regulación del sistema bancario.
Pero es importante tener en cuenta que el concepto de corrupción es inherente al concepto de norma. En el caso de países como el nuestro gran parte del problema, en los tres tipos de corrupción, se podría resolver formalizando la economía. Cada $100.- que circulan en negro genera inexorablemente un margen de corrupción mucho mayor a los $100.- que circulan en blanco. No es para nada difícil avanzar en la formalización de la economía con los medios tecnológicos actuales y en efecto ese es el principal logro de los países de baja incidencia de corrupción.
Los costos
Un Estado de Bienestar Controlado puede conciliar el crecimiento económico con el bienestar pero tiene costos como cualquier modelo. El costo de un modelo neoliberal, es el endeudamiento, el desempleo, la desindustrialización e incluso la inflación. En un modelo de Bienestar el costo será un poco de inflación pero sobretodo el gran sacrifico argentino el dólar. Si logramos un gran acuerdo nacional para evitar que nuestra economía dependa de la fuga de dólares podremos asumir la mayoría de la inversión necesaria para desplegar lo mejor del Estado de Bienestar.
Pero los dos mundos no se pueden conciliar facilmente, por tanto será necesario buscarle alternativas al dólar y sobre todo superar la etapa de la sustitución de importaciones "fácil". Habrá actividades que será necesario reducir como la importación de insumos para consumo final como autos y celulares. Suena tremendo pero no es tan grave como para rechazar los beneficios que trae se trata de aprovechar la enorme variedad y evolución de la tecnología y seguirla medio paso atrás.
Estos productos se renuevan cada año en aspectos estéticos o en algunas mejoras secundarias, los modelos "viejos" o sea de un año atrás, son mucho más baratos y son más fáciles de integrar con producción nacional que los recién salidos. Lo mismo ocurre con la industria química y sus patentes. Hay mucho margen para corregir y afinar la sintonía en esos temas. Y es importante tener en cuenta que así lo hacen los principales países del mundo, aunque no lo digan a los cuatro vientos.
El dólar como ahorro también es un tema doloroso, es necesario buscarle alternativas para reducir su peso paulatinamente. Para la mayoría de nosotros hay dos formas de inversión y ahorro el dólar y el ladrillo. Pues bien el ladrillo es la gran alternativa, sobra espacio en nuestro campo y en nuestras ciudades para construir casi sin límites. Pensemos que la definición de Estado moderno es el monopolio del uso o amenaza de la violencia, pero la definición de Estado (antiguo y moderno) es la capacidad de construir edificios, del antiguo Egipto a los EEUU, el Estado es el ente que construye, por cuenta propia o de terceros.
La construcción no se puede limitar al "mercado inmobiliario" ya que allí se construye o se frena la construcción dependiendo del precio en dólares. Construir hasta saturar y rebasar el mercado inmobiliario, genera una capitalización de los asalariados y es uno de los grandes ejes en que se estructura todo buen Estado de Bienestar. Nuestra dinámica demográfica nos encuentra en un muy buen momento para esto, nuestra pirámide de población tienen mucha gente en edad de acceder a la vivienda y por tanto dejar de comprar dólares o celulares cada seis meses. El beneficio es un Estado de Bienestar, el sacrificio son los dólares, casi nada más.