La política según los directores
Las pantallas han mostrado las estructuras de poder en distintos escenarios y países, pero esta pandemia ha despertado el interés de los creadores de ficción como nunca antes
El contexto de la pandemia global ha abierto una ventana hacia el mundo de la política como nunca antes en la historia. Mandatarios de todo el mundo son el centro de la escena ante un panorama complejo. Meses electorales en varios países, grandes movilizaciones sociales en el mundo, y de la mano de todo esto, un sinfín de horas de ficciones para disfrutar en cuarentena. ¿Pero qué dicen las ficciones sobre la política? ¿Cuál es la mirada de los realizadores más influyentes?
La política a través de los lentes de una cámara ha sido desde siempre crucial para indagar y reflexionar sobre momentos y hechos históricos. La mirada de artistas ha plasmado ideologías y análisis tan polémicos como certeros pero necesarios para abrir debates y entender el arte de la gestión de poder. En tiempos difíciles, los líderes del mundo se ven en fuertes encrucijadas y problemas de difícil resolución, y actualmente el mundo está sumergido en una etapa de enorme incertidumbre; sin embargo, ante esto, la industria audiovisual sigue abriéndose camino para despejar dudas y comenzar a dar señales con ficciones que ofrecen miradas interesantes sobre la realidad de la política.
A modo de ejemplificar con una breve muestra, revelaremos la mirada de los más destacados directores y la influencia de sus obras. Comenzaremos destacando la mirada, de clásicos aún vigentes de grandes directores como Sergei Eisenstein que en 1925 nos ofreció el drama social y político conmemorando la revolución rusa, con la sublevación de Marinos y el pueblo de Odessa en el “Acorazado Potemkin” y del genial Charles Chaplin que en 1940 con “El gran dictador”, “caricaturizando a Hitler” se adelantó a los terribles sucesos de la segunda guerra mundial y el genocidio, y también el director Robert Rossen, que con el filme “El político” (1949) mostró el lado ambicioso del poder.
También dentro del género político/empresarial y de denuncia hacia una personalidad de poder a la prensa, podemos destacar también a un director con una firma única: Orson Welles, y su obra maestra “El Ciudadano Kane” (1941), filme que cuenta la historia biográfica de un empresario y político que incluso llegó a querer pagar al editor de Welles, el doble de lo que había costado el filme para que destruya la cinta.
En sus primeros filmes, el aclamado Stanley Kubrick fue otro director que incursionó en este género con “Teléfono rojo, volamos hacia Moscú” filme conocido con el larguísimo titulo original de: “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb” (1964) que proponía una comedia dramática sobre la guerra fría, haciendo foco en personajes con cierta locura de poder y con ideologías bélicas, obviamente siempre con un punto de vista humanista de este director.
Luego vendrían producciones más ficcionales, que si bien eran historias narrativas “inventadas” todas ellas tenían importantes guiños a personajes o situaciones reales, e incluso hipótesis de sucesos sin resolver. Este auge de películas se vivió en los 70s, de la mano de directores como Woody Allen con su maestría en la comedia, nos ofreció “Bananas” (1971) donde se ridiculizada a Fidel Castro y el comunismo, con una mirada social y bastante objetiva sobre el conflicto con EEUU.
También director Michael Ritchie quien realizó “El candidato” (1972) con la gran interpretación de Robert Redford, sobre un candidato en la campaña de reelección de Nixon. Película que ganó el Oscar a mejor guion y fue aclamada por la crítica por la mirada profunda y analítica sobre las campañas presidenciales o la también taquillera “Todos los hombres del presidente” (1976) de Alan J. Pakula, también con Redford interpretando a un investigador periodístico, repitiendo contexto político del “Watergate”, donde Pakula indaga las conexiones políticas y la prensa.
Y los filmes “Bienvenido Mr. Chance / desde el jardín” (1979) de Hal Ashby, la historia de un jardinero que solo conoce el mundo exterior a través de la televisión y que al salir al mismo, los empresarios y políticos lo consideran un genio. Un filme que maneja la ironía de forma magistral con un Peter Sellers en uno de sus mejores personajes, Y también la magistral Escalada al poder (1979) de Jerry Schatzberg, con una mirada punzante sobre la vida amorosa y privada de los políticos.
En Europa, mientras tanto se estrenaban filmes políticos de época como “Novecento” (1976) del siempre polémico Bernardo Bertolucci, una cruda radiografía de las primeras décadas del siglo XX en Italia. Con su típica firma, manteniendo una mirada sexual y de violencia con fuertes personajes de dos bandos, revolucionarios y fascistas.
En los años noventa, los filmes estrenados tenían una impronta más biográficas y de más distancia temporal, con hechos ocurridos en décadas pasadas, eran filmes que ofrecían una propuesta de contenido más analítica y con mucha información basada en los hechos reales, como el filme “En el nombre del padre” (1993) dirigida por el gran Jim Sheridan, un durísimo relato sobre los presos políticos y la justicia manipulada por el sistema político y monárquico, o el filme “Nixon”(1995) de Oliver Stone, director fanático del cine y documentales políticos, que retrata la personalidad del presidente con la mirada social e ideología muy marcada del director.
También a partir de esta década, descubrimos a un Steven Spielberg que deja por momentos el cine de aventuras de adolescentes para hacer dramas y épicas biográficas, con enormes obras como: “El imperio del sol”, “La lista de Schindler”, “El Color Purpura”, “Libertad”, “Múnich, “Lincoln”, “Puentes de espías”, “The Post” todos dignos exponentes de un cine político, que explora personajes y hechos históricos desde el costado humano, y también manteniendo la mirada de niño o de personajes cotidianos, el hombre común en situaciones extraordinarias, saliendo del esquema del “héroe”.
Pero en este resumen de miradas de directores, debemos destacar las obras más actuales, y sumamente arriesgadas como lo es “Vice” de Adam McKay, “El escándalo Ted Kennedy” de John Curran, ambos exponentes de un cine de denuncia, duro, irónicos y agresivos discursivamente. Con toques de enorme neorrealismo y también humor negro.
A nivel nacional, en estos últimos años, hemos disfrutado también obras con contexto sobre el mundo de la política. La televisión tradicional ha dado lugar a éxitos como: La Leona, El puntero y El tigre Verón. Que no solo han realizado perfectas fotografías de los escenarios políticos argentinos, sino que además han despertado reacciones de políticos y denuncias sobre gestiones, incluso anticipando hechos de transcendencia social.
A modo de conclusión, todas las miradas aquí expuestas de directores y guionistas que han nadado dentro de este enorme océano de cine político, han explorado en su mayoría el costado humano y han revelado los rincones más oscuros del poder, indagando y utilizando la ironía como escudo hacia las acciones más crueles de los líderes de la historia. La pregunta que surge es cuántas más historias nos dará el ámbito político y si aprenderemos a comprender aun más las estructuras de poder del futuro.
*Director Diseño Audiovisual UADE. Twitter: @ramisanhonorio