Leryn es una de las deportistas más destacadas de Paraguay, pero su nombre recorrió gran parte del mundo a lo largo de su carrera de veinte años lanzando jabalina y se la pudo ver hace poco llevando la antorcha de apertura en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. En un camino paralelo y casi impensado, fue ganando los mejores lugares en las elecciones de las mujeres más atractivas en cada lugar que pisó.

Conduce y desfila, entrena muy fuerte y tiene una fundación que apadrina y promueve el atletismo en Paraguay que ya ha logrado recientes medallas en los sudamericanos. Enseña a través de la TV y las redes sociales sus tips de entrenamiento y vida sana, se describe como disciplinada y perseverante, no se ve como entrenadora, ha sido dos veces tentada de participar en Bailando por un sueño y ahora cuenta a Diagonales más detalles de su vida.

Toda la vida me dijeron no tenes físico para lanzar jabalina y si los hubiese escuchado hoy no estaría donde estoy, pero a mí me encantaba. Me fascinaba llevar la vida de una atleta profesional, de madrugar para entrenar, de vestirme con ropa deportiva, entrenar con lluvia, con sol, con frio, con nieve. Tarde o temprano cuando uno le pone pasión a lo que hace, le pone esfuerzo, sacrificio, disciplina, eso te vuelve. Si te hace feliz y lo haces con pasión y con amor no te para nadie , dice Leryn contundente.

Su carrera como la de la mayoría de los atletas de los países latinos fue de gran esfuerzo Yo vi que te ayudan cuando llegas, nunca te ayudan a llegar que es lo más importante. A los 14 gané mi primer sudamericano y de ahí no paré, llegábamos destruidos a los juegos olímpicos porque nos matábamos para llegar. El apoyo siempre llega dos años antes, cuando debiera ser cuatro años antes. Por ahora estoy trabajando desde mi fundación y estoy colaborando con la Secretaria Nacional de Deporte y el Comité Olímpico  Paraguayo.

Por otra parte, fue en el mismo ámbito deportivo donde cobraron protagonismo sus virtudes estéticas y fue en el Sudamericano Sub 23 en Venezuela donde le dijeron que tenía que ser la próxima Miss Paraguay, cuestión que, ensimismada en la competencia deportiva y sorprendida, desestimó. Cuenta que siempre miraba deportes y vivía con ropa de entrenamiento, a tal punto que hasta los veinte no se había puesto ni una mini ni un taco.

En los Juegos Olímpicos de Atenas no sé  por qué,  me ponen en el top ten de las chicas mas lindas. Luego me lesiono el codo y no podía más que estudiar, tanto me insistieron que quedo para Miss Mundo Paraguay, gané y en la misma fecha de los Juegos Panamericanos de Rio se lleva a cabo el certamen mundial y por supuesto me fui a los Juegos. A partir de ahí me empezaron a invitar para hacer el Fashion Week en Paraguay  y el Fashion de Miami.

Una agencia en Miami le ofreció trabajar de modelo, pero se fue a competir a Tailandia para luego radicarse por dos años en Italia donde modeló algunas marcas, fue madrina de eventos y le ofrecieron participar de La isla de los famosos , un reality  que no aceptó porque no le gusta ese tipo de exposición, como también dijo no a dos propuestas para participar en Bailando por un sueño en ShowMatch, pero esta vez, cuenta, por considerar que el baile no es lo suyo.

Tampoco se ve como entrenadora, argumenta no sé si puedo aportar mucho porque no tengo paciencia, para ser coach se nace y después con capacitación se mejoran algunas cosas, pero no es mi carácter. Sus energías en lo deportivo están puestas en su fundación; rehabilitaron un club de atletismo, tienen treinta chicos y algunos premiados, camino que Leryn conoce muy bien después de haber participado en los Juegos Olímpicos de Atenas, Beijing y Londres, y de otras tantas competencias que la dejaron en lo más alto del atletismo.