El gobierno nacional no convocó a la paritaria docente y se viene desentendiendo de los salarios de los trabajadores de la educación y del sostenimiento de la escuela pública desde que el peronismo de Carlos Menem, en los años '90, transfirió las escuelas a las provincias sin presupuesto. Macri ofreció un aumento del 10% en marzo y un 8% en octubre (en 4 cuotas), representando entre 15 a 30 pesos según los distritos, cuando el kilo de pan, por ejemplo, está en $50. Vidal terminó dando $800 a cuenta y en negro. Una verdadera burla para el conjunto de la docencia.

Mientras el presidente Macri (con la venia del Frente Renovador de Massa y el Frente para la Victoria) le pagó de contado 10.000 millones de dólares a los fondos buitres ahora dice que no tiene plata para los docentes. Una vergüenza nacional.

La educación pública argentina fue un orgullo durante décadas. Pero cuando el capitalismo entró en una profunda crisis, se procedió al lema "cada niño que quiere estudiar, debe pagar". Así la educación se fue convirtiendo en una mercancía más.

La "revolución educativa" que Macri anunció en el Congreso es contra la educación pública y en beneficio del negocio de la educación privada. Hace campaña diciendo que los alumnos se pasan a la privada por los paros. ¡Miente! Los padres anotan a sus chicos en la escuela privada porque la estatal se cae a pedazos, no hay vacantes y se pierden 30 días de clases al año por problemas de infraestructura. No es por los paros que crece la educación privada. La Ciudad de Buenos Aires tiene un 51% de matrícula privada a pesar de que hubo menos conflictos. Y en Neuquén, una provincia con mucha conflictividad, la privada solo llega al 10%. Quieren demonizar a la escuela estatal (como hacían con las empresas estatales ante del saqueo de las privatizaciones menemistas) para aumentar el negocio de la educación privada, con cuotas abultadas y subsidios estatales millonarios para los empresarios de la educación privada y la iglesia.

Todos los docentes del país deben cobrar un salario básico de $15.000 sin cifras en negro. Se debe destinar el 25% del presupuesto nacional para educación (o el 10% del PBI) en base al no pago de la deuda externa y el dinero que hoy se va a subsidiar la escuela privada. Con estos lineamientos es que estamos presentando un proyecto de ley de emergencia educativa en el Congreso desde el Frente de Izquierda. 

Hay que renacionalizar todo el sistema educativo, desandando los pasos tomados por la última dictadura militar, continuados por Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde y los Kirchner. El kirchnerismo, por ejemplo, destinó solo el 1,2 del PBI del presupuesto nacional. Recordemos cuando Cristina Kirchner defenestró a los docentes tildándolos de vagos . Hoy es Macri el que quiere profundizar esa política privatista.