La desconfianza y el descreimiento en la dirigencia política es una preocupación para los funcionarios y un estudio de la Universidad del Siglo XXI revela que sólo uno de cada diez argentinos tiene una opinión positiva de los políticos.

El relevamiento llevado a cabo por la casa de estudios afirma además que el 60% desconfía de las promesas de campaña y el 70% cree que es extendida la corrupción en el Estado, algo que los encargados de llevar los hilos del país y que son elegidos para representar al pueblo deberán revertir.

La total falta de confianza en los políticos se vio reflejada en el 2001. En el estallido social, el "que se vayan todos" era un espejo del descreimiento de la población hacia sus representantes, tras medidas que afectaron sobretodo a la clase media en Argentina.

Durante el final del 2016, el presidente Mauricio Macri calificó a su gestión con un 8, algo que evidentemente, y según los datos del estudio de la Universidad, no se reflejaría entre la población.

La política argentina tiene mala nota. Tras un año de intenso recambio en cuanto al rumbo económico, político y social, depende de la dirigencia revertir la situación, ya que no es bueno para la democracia el descreimiento en los representantes.