El Grupo de Curas en la Opción por los Pobres lanzó un comunicado en su cuenta oficial de Facebook cuestionando fuertemente al gobierno nacional que conduce Mauricio Macri. En el documento critican al ejecutivo por violar "la división de poderes", por adoptar un "discurso autoritario", por incorporar "acciones represivas" y por querer "instalar la hipótesis del enemigo interno, culpa de la violencia a grupos virtuales creados por el relato mediático" tal como sucedió en la última dictadura militar.

Los referentes de la Iglesia manifestaron su preocupación por "la acelerada disolución del estado de derecho, de las garantías constitucionales y la instalación de un virtual 'Estado Policial'" y por la militarización de la Patagonia bajo la excusa de liberarla de usurpadores cuando en realidad defienden "los intereses de los terratenientes e inversores extranjeros por encima de los derechos de la población".

"Más preocupante aún es la vuelta a un discurso autoritario y represivo que creíamos superado" después de la sangrienta dictadura cívico-militar del 1976, continuó el comunicado y sumaron también "la presión intimidatoria sobre los jueces y la Procuraduría y la permanente violación de la división de poderes que este gobierno ha impuesto como costumbre".

También, repudió "la instalación de un poder represivo con atribuciones por encima de la justicia y los jueces", a la vez que la intención de Macri y sus funcionarios que según entienden "instala la hipótesis del enemigo interno" y "culpa de la violencia a grupos virtuales creados por el relato mediático". Luego subrayó que "la dictadura cívico-militar usó la misma lógica para desaparecer personas".

"Es el regreso del relato de la doctrina de la seguridad nacional", cruzaron con dureza. 

El Grupo de Curas repudió las reformas laboral, previsional y tributaria "que no son más que la institucionalización del trabajo esclavo, la transferencia indiscriminada de riqueza a las elites del capital concentrado, la pérdida de derechos adquiridos, la retirada del Estado de su rol de protector y garante del acceso a los derechos fundamentales del ser humano".

Por eso tildaron al gobierno de "depredador" y que "para sostenerlo recurre a la represión como no habíamos visto en democracia retrotrayéndonos a los peores momentos de nuestra historia".

Invitaron a a los legisladores y dirigentes sindicales "a defender los derechos de trabajadores y jubilados, y a detener la depredación de los recursos previsionales destinados a las arcas de los prestamistas y al negocio privado de muchos funcionarios del Estado".

Finalmente, con un mensaje directo a la cúpula de la Iglesia desearon que desde el episcopado argentino brinden su "apoyo público a la defensa de los derechos de la población en peligro, una condena pública del manejo autoritario y elitista de las fuerzas de seguridad y la solidaridad con las víctimas de este modelo neoliberal condenado por el Papa Francisco y la doctrina social de la Iglesia".