Nació algo nuevo en la Argentina, por primera vez marcharon juntos la CGT y las organizaciones sociales encabezadas por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) con una consigna y una reivindicación conjunta Por la Emergencia Social y Laboral. Unidos por la justicia Social . Estuvieron presentes las dos CTA, la Federación Agraria Argentina, la CGT, intendentes, partidos políticos y dirigentes de distintas cepas. 

Nació algo nuevo, porque también vivimos un tiempo nuevo (muy parecido al que soñaba el conductor de dicho programa) donde la derecha gobierna en la Argentina por primera vez en su historia por el voto popular. Este hecho significativo necesita por parte del campo nacional y popular poder repensarnos frente a esta coyuntura que debemos hacer que sea solo eso, una coyuntura de 4 años.  Ante esto lo primero que hay que decir es que se quemaron todos los manuales, todas las recetas, y debemos y tenemos que volver a encontrarnos en la calle, discutiendo y construyendo que país soñamos, dejando de costado viejas antinomias.

Siempre hubo dos proyectos de país y hoy claramente gobierna uno de ellos, por lo tanto nuestra tarea es poder juntarnos entre quienes no abrevamos con él. No existen las anchas avenidas del medio, hay un país unitario y otro federal, hay uno para las trasnacionales, grupos económicos y la oligarquía y otro para los trabajadores (formales y de la economía popular), las pymes, la clase media, los intelectuales y el empresariado nacional. En fin un país para 20 millones de argentinos y otro para 40 millones, y hoy más que nunca nos debe posicionar esta división. Es claro cual de los dos expresa Mauricio Macri en el gobierno. Nuestra tarea es poder reconfigurar el espacio social y reivindicativo, pero también político, que exprese en términos mayoritarios el proyecto nacional y popular que se ha expresado en diversos nombres a lo largo de la historia pero con un único protagonista EL PUEBLO. Cualquier desviación de este camino no responde a los intereses populares. 

Siendo esta nuestra tarea principal, la unidad de los trabajadores y trabajadoras que convocó a la movilización al Congreso de la Nación con el eje estructurante de la Ley de Emergencia Social es fundamental. Ley que consiste en pedirle al Estado la creación de un millón de puestos de trabajo a través del salario social complementario, el aumento de la Asignación Universal por Hijo y jubilaciones y la creación de un registro de trabajadores de la economía popular. Pero lo novedoso no es solamente la Ley de Emergencia Social en sí misma, sino fue poder visualizar primero a los trabajadores de la economía popular en un mundo, y por ende en nuestro país también, donde el pleno empleo deja de ser una ilusión del futuro para convertirse en una nostálgica añoranza del pasado para el pueblo trabajador.

 Luego construir las herramientas organizativas para ese sector de los trabajadores que vino para quedarse la CTEP. Luego ser reconocidos por los trabajadores formales y sus instituciones la CGT y las CTAs como sus pares. Y por último comenzar a transitar un camino de unidad y construcción callejera que le ponga un freno al gobierno de Mauricio Macri y a su programa económico de transferencia de recursos, de los sectores populares hacia los más concentrados y transnacionalizados de  la economía argentina y a su programa político-cultural netamente revanchista hacia el pueblo y sus conquistas. Aquí radica lo novedoso, aquí radica parte importante de la esencia que debe nutrir al movimiento nacional y popular. Pero sobre todo en una coyuntura inexorablemente ofensiva hacia el pueblo, lo mejor que se puede hacer es abrir nuevos caminos porque a la exclusión y al neoliberalismo lo frenamos entre todos o no lo frena nadie.