Si una familia de cuatro integrantes registra ingresos por un millón y medio de pesos al mes, es considerada de clase media en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Si gana “solo” un millón, apenas si logra escapar de la pobreza; y si cobra medio millón, no le alcanza ni siquiera para salir de la indigencia. Así están dadas las cosas en territorio porteño a raíz de la feroz crisis económica, informó este lunes el Instituto de Estadística y Censos capitalino en la más reciente actualización de las Canastas Básicas.

Los umbrales están bien definidos. Para costear únicamente los alimentos básicos necesarios para vivir, un hogar “tipo” necesitó en agosto unos $536.492, lo que delimita la línea de indigencia porteña. Para gastar además lo necesario en transporte, medicamentos, educación y otros servicios elementales; es decir, para no vivir en la pobreza, una familia de cuatro integrantes precisó $966.227 en el mismo mes. Finalmente, para ser contemplada como un miembro de la clase media, necesitó un total de $1.501.818 mensuales.

La comparación interanual evidencia el fuerte impacto de la crisis en el bolsillo doméstico: solo hace falta mencionar que en agosto de 2023, la Canasta Básica Total que marca la línea de pobreza se hallaba en los $282.453, casi $700 mil por debajo de la cifra actual; por su parte, la Canasta Básica Alimentaria que determina la línea de indigencia estaba entonces en los $158.669, cerca de $400 mil por debajo del número develado esta tarde por el Instituto de Estadística y Censos porteño.

El cuadro de situación en el distrito capital opera como un anticipo de los que serán los informes a nivel nacional que publicará el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) este miércoles. Junto a las Canastas Básicas, la institución dará a conocer también la inflación anual, que aparentemente se ubicará décimas por debajo del 4%. En CABA, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó un 4,2% impulsada principalmente por la suba en los precios del transporte en el Área Metropolitana.