En su última prueba antes de que Lionel Scaloni defina la lista para jugar la Copa América de Brasil, la Selección no jugó bien pero  festejó ante Marruecos gracias al gol de Ángel Correa a los 38 minutos del segundo tiempo.

El viento fue el principal protagonista del partido, que se vio desnaturalizado por las condiciones climáticas desde el primer minuto hasta el final. A la Selección, al igual que su rival, le costó horrores elaborar juego asociado y careció de peso ofensivo. Lo que no faltó fueron las fal

En el primer tiempo, al menos, hubo un par de situaciones producto de algunas pelotas que quedaron boyando en el área y terminaron con remates desviados o bloqueados, de Dybala, De Paul y Guido Rodríguez, además de un tiro libre que pateó Paredes y se iba lejos, pero Lautaro Martínez corrigió y de carambola casi se abre el marcador. Del local, apenas una jugada de riesgo en el inicio, bien controlada por Andrada.

En el complemento, lo único que cambió fue el sentido del viento para cada selección, producto del cambio de lado. El segundo tiempo fue todavía más flojo que el primero, y ni siquiera pudieron torcer la historia los cambios que propuso Scaloni, con los ingresos de Matías Suárez, Correa, y Zaracho y Lo Celso en menor medida.

Sin embargo, cuando el partido se encaminaba -con total justicia- al 0-0, una jugada que nació por izquierda terminó resolviendo el partido luego del toque de Suárez para Correa, quien encaró del centro a la derecha para terminar definiendo cruzado y marcar el 1-0.

Fue triunfo para la Selección, que cerró la última gira previa a la Copa América probablemente con más dudas de las que tenía al comienzo, luego de una muy floja actuación con derrota incluida ante Venezuela, y este chato 1-0 casi sin juego, ante Marruecos.