Ricardo Caruso Lombardi, el líder sin pelota
Columna de opinión por Nazareno Reschini
¿Técnico sub valorado? ¿Un tipo con suerte? ¿Un sabio de barrio qué de tan sencillo nadie le capta el truco? ¿Quién es Caruso Lombardi? O mejor dicho, Caruso Lombardi ¿es o se hace?
La última semana de Caruso Lombardi bien puede ser un resumen de su vida como entrenador en menos de 72 horas asumió como Director Técnico de Huracán, dio su primera conferencia de prensa, dirigió la práctica, paró un equipo, dio la charla técnica, viajó a Tucumán con el plantel y el lunes a la noche le ganó 2-0 a Atlético Tucumán.
Todo muy rápido y lindo, pero a todo esto que ocurre ¿es casualidad o detrás hay trabajo? Si nos guiamos por sus propias palabras, aquellas que arrojó una vez consumado el triunfo, podríamos asegurar que todo es más producto de una inyección anímica que la resultante de un trabajo, pero así y todo, algo más tiene que haber.
Tratemos de analizar un poco este fenómeno deportivo (porque lo es), despojándonos de cualquier pre concepto ideológico y vayamos a lo deportivo. Su método , como para poder titularlo de algún modo, está basado en varios puntos
Desde el armado táctico siempre se verá un equipo parado con un 4-4-2, en la que sus 2 centrales irán bien de arriba y gustarán más de revolearla que de jugarla y 2 laterales que rara vez pasen al ataque, cuidando más sus espaldas que el frente (o a lo sumo, alternarán la ofensiva).
En el medio, de los 4 hombres que conformen la línea, los 2 externos se alternan en la presión (junto con los 2 delanteros) y siempre, los 2 internos retrocederán unos metros para conformar un cuadrado con los 2 centrales y encerrar al 9 rival. En ataque, el clásico tándem un ligero al estilo wing antiguo con desborde y un 9 bien referente de área que cabecee todo lo que le tiren.
Bien simple. Pero la cosa no termina ahí, porque este método también incluye un sistema de juego que puede leerse a la perfección
Optimizar la pelota parada, saltear líneas con pelotazos largos y buscar que el 9 del equipo pivotee todo lo que puede para la llegada de los volantes. Para pasarlo en limpio cuanto más lejos esté la pelota de mi zona defensiva, mejor. El modo, poco importa.
Y entonces, ¿quién es Caruso? Y el resultado está a la vista. Es un tipo que ante todo, sabe de fútbol, aunque él quiera vender otra cosa.
Sabe que más allá de que su personalidad contagie, que a donde llegue, hará ruido (y disfrutará de eso) sin un argumento futbolístico y todo quedará en un simpático personaje y en humo de barrio.
Sabe, también, que en sus jugadores y en los rivales, crea una especie de aura que hace que sus dirigidos se sientan los más lindos del lugar y que lleva a los rivales a una especie de quietud de la cual no pueden salir.
Lombardi disfruta del barro, de la heroica, de sentirse un salvador y que se lo aprecie por ello. Es una especie de ególatra del suburbio, y ahí, es el más líder de todos.
En fin, te puede gustar o no su estilo y hasta sus modos, pero sus equipos, más allá del resultado, hablan por él, y eso, a fin de cuentas, es lo principal que debe buscar cualquier entrenador. Incluso aquellos que juegan a los salvadores de turno.