Sabrina Ameghino: “si no ganaba esta medalla ya pensaba en trabajar más para vivir”
La oriunda de Ensenada, ganadora de la medalla de oro y bronce en canotaje, dialogó con Diagonales a días de los logros y expresó lo que significan para su carrera. Además, confesó que necesitaba el triunfo para seguir manteniendo el apoyo de las becas
Sabrina Ameghino hizo historia en Lima 2019, con sus dos medallas conseguidas en la cancha ubicada en Haucho, alcanzó el record del ciclista Walter Pérez con 9 preseas obtenidas en evento panamericanos. La oriunda de Ensenada obtuvo el bronce en la categoría K 4 500 mts por equipo y el tan ansiado oro en la prueba K 1 200 (ambos en canotaje de velocidad), que marcó su primera vez en lo más de un podio después de cuatro juegos de esta clase.
“Fue una locura, sigo sin entender. Estos días yo estoy bastante incomunicada, mi familia me dice que no paran de comunicarse con ellos, me escriben de todos lados y tengo que disculparme porque ahora estoy en Europa y hasta ayer tenía un chip peruano y no podía atender a todos porque andaba mal el teléfono”, relata la campeona panamericana que ya está en suelo europeo para disputar el Mundial en Hungría.
Siguiendo por el camino de la alegría del logro, “La Abuela”, como la llaman sus compañeras, relató que en las últimas trece paladas pensó y repitió el nombre de su hija Vera. Además, reconoció que en su casa la están esperando para hacerle un recibimiento a la altura de la circunstancia y pasearla por un autobomba de su ciudad, pero no quiere saber nada porque le da vergüenza.
Los deportistas nacionales llegaron a Lima con la presión de que si no obtenían un lugar en el podio se iba a terminar el apoyo de las becas de la Agencia de Deporte Nacional (antes de que comiencen los juegos de extendió hasta enero 2020) y la ensenadense relató que ella llegó con una idea formada si no lograba el oro. “Si no ganaba esta medalla ya pensaba en trabajar más para vivir y llegamos con temor porque sabemos que sacar una medalla dorada en un Panamericano para las mujeres es muy complicado. Pasaron muchas cosas, no fue todo color de rosa”, explicó
Metiéndose en su intimida, comentó como es su rutina diaria, que está marcada por su trabajo dando clase en su escuela de canotaje y entrenado: “Por suerte mi cuerpo técnico, entendió que puedo entrenar por mi cuenta, cerca de mi casa y estar bien cerca de mi hija Vera. Los entrenamientos los comparto con mis alumnos, entrenando fuerte y a veces me dan una linda paliza (risas). Trato de repartirme y estar con todos. Si veo que mi trabajo no coincide, entreno aparte y me voy adaptando de a poco”.
A la hora de hablar del record obtenido, de convertirse en la atleta nacional con más preseas panamericanas, detalló que se siente orgullosa pero que no quiere comparar su trayectoria con la del ciclista: “lo de Walter es único, es un gigante en el deporte, la cantidad de medallas habla del tiempo que cada uno perdura en el deporte. Es una persona que compitió hasta a optar por el retiro. Es lindo que me nombren junto con él, lo respeto mucho, es un monstruo”.
Sabrina Ameghino, que arrancó en este deporte gracias su tío, con 39 años participó en cinco Juegos Panamericanos y de esta manera se dieron sus nueve medallas: Santo Domingo 2003 (bronces en K2-500 y K4-500), Guadalajara 2011 (plata en K2-500 y bronce en K1-200), Toronto 2015 (plata en K2-500 y bronces en K1-200 y K4-500) y en Lima 2019 (Bronce en K4-500 y ora K1-200).