Líder del movimiento de alcaldes bonaerenses “atletas”, por su habilidad para dar el salto desde el PRO a La Libertad Avanza (LLA), este lunes el intendente oficialista Diego Valenzuela volvió a visitar la Casa Rosada para mantener una reunión con las autoridades del Gobierno de Javier Milei. Convertido en uno de los más ávidos defensores de la gestión libertaria, el jefe comunal posó a pura sonrisa junto a un inexpresivo Guillermo Francos, quien lo recibió como jefe de Gabinete. Como era de esperar, las redes no lo perdonaron: “¿Y Tres de Febrero?”.

Justo el 3 de febrero, el intendente de ese partido del conurbano se ausentó otra vez de sus tareas en el municipio para saludar a sus referentes nacionales en el Palacio de Gobierno. Allí donde lo ha recibido en reiteradas oportunidades el Presidente, cuyos dotes Valenzuela suele halagar, el jefe de Gabinete y exministro del Interior concertó una reunión de trabajo con el alcalde ex PRO sobre temáticas que, hasta el momento, no fueron dilucidadas por ninguno de los dos participantes.

X de Diego Valenzuela

Es que al término del aparentemente urgente encuentro, el jefe comunal de Tres de Febrero solo difundió una foto posando sonriente con Francos (cuyo rostro no parecía igual de contento). En el cuerpo del tweet, Valenzuela escribió: “Sin dudas, Guillermo Francos es un protagonista central de los cambios que se están produciendo en el país. ¡Gracias por recibirme y a trabajar fuerte para alinear a la Provincia de Buenos Aires con la transformación nacional que lidera Javier Milei!”.

Pero la felicidad en las palabras del intendente no fue recibida con gracia por los usuarios. “¿Él es casta o no? Solo está en el Gobierno desde el ‘83”, escribió una persona. Valenzuela se apresuró a explicar: “¡Él es Jefe de Gabinete de un Gobierno absolutamente transformador que está ordenando la economía, bajando la inflación y los impuestos!”. Los comentarios empezaron a multiplicarse: “¿Y Tres de Febrero?”, preguntó alguien; “Dejá de rosquear”, disparó otro; “Una vergüenza”, opinó un tercero. Por ahora, no son vistos con buenos ojos los usuales viajes del intendente a la Rosada.