En pocas horas, alrededor de 55 intendentes del peronismo bonaerense se congregarán en la ciudad de Lobos para comenzar a trabajar por la unidad del PJ. En un contexto repleto de Grupos (Esmeralda, Fénix, Establo), todos se verán las caras en una reunión que promete varios condimentos. 

Los jefes comunales peronistas de la Provincia atraviesan por estos días un gran dilema y es el de definir ¿con Cristina Kirchner o sin Cristina Kirchner?. Luego de varios escándalos de corrupción que involucraron al gobierno de la ex Presidenta, como fue el caso de José  López, fueron varios los dirigentes que se comieron la curva del "termómetro" de "indignación social" y decidieron despegarse de la figura de CFK para comenzar a construir la "renovación peronista". 

Muchos se olvidaron de la tantas veces mencionada "década ganada" y de los logros obtenidos durante los 12 años del gobierno que convalidaron y del cual formaron parte. No querían quedar pegados a un proyecto político que en el inconsciente de la ciudadanía ya era sinónimo de corrupción y del cual creían que no había "retorno". Porque un político hace cualquier cosa menos autodestruirse. Siempre tienen aspiraciones y esas ambiciones muchas veces lo hacen acomodarse a las circunstancias. 

Hoy la cosa parece haber cambiado. Ante un contexto social y económico cada vez más complejo en el que crece la tasa de desempleo y en el que para millones de argentinos se hace cada vez más complejo llegar a fin de mes, la figura de Cristina Fernández de Kirchner vuelve a tomar fuerza. 

Algunos intendentes decidieron -ya hace un tiempo- alejarse definitivamente de la figura de Cristina Fernández de Kirchner como es el caso de los Esmeralda, que en su esquema de construcción de poder buscan estar lo más lejos posible de cualquier dirigente que sea considerado del "kirchnerismo duro". Otros se alejaron y hoy se arrepienten al ver que las encuestas dan con números cada vez  más altos a la ex mandataria en la provincia de Buenos Aires. Están los que esperaron, los que decidieron dejar que el agua fluya y que sin duda hoy se encuentran mejor posicionados.  Y están los que nunca -al menos de la boca para afuera- pusieron en duda su pertenencia al kirchnerismo. 

Son pocos los que se animarían a enfrentar a la ex Presidenta en otro armado político, en caso de que haya internas. Incluso trascendió que el propio Randazzo habría dicho que si CFK decidía postularse, se sentaría a hablar, a pesar de lo ocurrido en las últimas elecciones. 

Todo está por verse y seguramente nada se sepa hasta los primeros meses del año que viene. Los alcaldes peronistas saben que Cristina Kirchner siempre juega las cartas a último momento, aunque entienden que no hay tanto para especular porque no es una figura "impredescible". Creen que sus últimas apariciones en actos políticos son toda una definición de que CFK no se quedará de brazos cruzados. 

¿Qué rol jugarán los intendentes? Y los que se fueron y quieran volver con la ex mandataria ¿tendrán lugar?.