El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) ya tiene a sus primeros dos embajadores a nivel nacional – y se trata nada menos que de intendentes bonaerenses del PRO que buscan llevar al conurbano, y de allí a la Provincia completa, el controversial programa financiero del Gobierno de Javier Milei. La decisión depende en ambos casos de los Concejos Deliberantes locales, donde el partido amarillo parece unido por su lealtad a La Libertad Avanza pese a las internas que aquejan al espacio.

El primero fue el San Isidro de Ramón Lanús, donde este lunes, tan solo horas después de la reglamentación de la “Ley Bases” y el paquete fiscal oficialistas, el jefe comunal giró al organismo legislativo municipal un proyecto de resolución para adscribirse al plan de beneficios fiscales. Luego, a él se unió este miércoles el intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela, otro referente excambiemita en terreno bonaerense, en aras de alinearse con la plataforma de la administración libertaria.

Curiosamente, la grieta que separa al bullrichismo y al macrismo en el PRO logró ser zanjada por la evidente cercanía de ambos dirigentes a La Libertad Avanza. Es que, al interior del espacio amarillo, Lanús responde al expresidente de Cambiemos, mientras que Valenzuela es un férreo seguidor de la actual ministra de Seguridad: sin perjuicio de ello, los intendentes olvidaron sus diferencias para apoyar el plan de Gobierno de Milei pese a las cuestiones partidarias en una verdadera muestra de afiliación a Nación.

En ese marco, tanto en San Isidro como en Tres de Febrero las iniciativas de adhesión al RIGI aguardan a su tratamiento en los Concejos Deliberantes de cada distrito. Mientras tanto, el pedido ya fue elevado al gobernador bonaerense Axel Kicillof, decidido opositor de la “Ley Bases” en particular y de la gestión liberal libertaria en general: “La Argentina necesita de la inversión privada y la seguridad jurídica [del programa]. Ojalá la Provincia también se sume”.