'Gringo' Castro: “El FdT sigue formateado en la relación capital-trabajo tradicional, y eso deja a millones afuera”
Desde Luján, el secretario general de la UTEP, Esteban Castro, conversó con Diagonales en la previa del acto por el primero de mayo, que tendrá a la economía popular como protagonista.
“El milagro es ése: que la virgen aparece donde están los pobres”, dice Esteban Castro mientras señala una escultura del Negro Manuel, un esclavo que llegó al país desde Brasil en el siglo XVII y es venerado tanto como la Virgen, de cuyo surgimiento fue el primer testigo y a la que cuidó “por decisión del pueblo”.
La artesanía es un objeto religioso pero también político. Se trabajó a mano en un taller a escasos 50 metros de la Basílica de Luján donde también funcionan un comedor popular y una cooperativa de la construcción, bautizada Misioneros de Francisco. La semana que viene, en el día de la Virgen, se van a repartir centenares de esas estatuillas entre militantes, changarines, cooperativistas y desocupados, religiosos y no tanto, que llegarán para compartir mesa, debate, fiesta y peregrinación.
El Secretario General de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) eligió hace ya varios años ese punto cardinal del oeste bonaerense como su lugar en el mundo. “Esto es lo que somos, este es el modelo productivo y de vida que proponemos. Organizarse para vivir colectivamente, para compartir. Mientras, claro, peleamos por ser reconocidos plenamente como trabajadores con derechos y avanzamos para desarrollar ese modelo, pese a los límites que nos pone el poder. La política, que mira todo desde arriba, todavía no lo entiende”, le dice a Diagonales unas horas antes de encabezar la marcha del primero de mayo, que lo tendrá como el orador principal, frente a unas 200 mil personas.
Para “El Gringo” no es una novedad que el acto por el día del trabajador de este año no esté encabezado por las organizaciones sindicales tradicionales, sino más bien por los que “se crearon su propio trabajo”, como dijo alguna vez el Papa Francisco. “La mitad de los trabajadores, poco más o menos, forman parte de la Economía Popular. Ésa es la realidad desde hace muchos años”, explica.
El último informe del Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (ReNaTEP) ya cuenta 3.200.000 inscriptos entre julio de 2020 y febrero de 2022. En nueve provincias (Catamarca, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Santiago del Estero y Tucumán) ya hay más trabajadores “informales” que registrados. Pero ni las propias estadísticas del Estado ni la evidencia de quiénes protagonizarán la marcha de este domingo logran darle centralidad al sector en el discurso oficial, tampoco en el “Plan Productivo Argentina 2030”, lo más parecido a una mirada a largo plazo del desarrollo del país que tiene el Gobierno, a la que las organizaciones sin embargo apoyan.
“La coalición de Gobierno sigue formateada en la relación capital-trabajo tradicional, y eso deja a millones afuera”, dice Castro. También se queja de las internas del Frente de Todos: “hay quilombos que la virgen igual no puede resolver”, ironiza.
¿Cómo se explica que la marcha del primero de mayo no esté encabezada por la CGT y que los protagonistas excluyentes sean las organizaciones de la UTEP?
-Bueno, en principio para nosotros no es un problema movilizarnos un domingo. Esta vez el primero de mayo cae un domingo y la mayoría de los trabajadores formales, salvo los militantes, un día domingo quiere descansar. Es así. En el caso nuestro dejaremos en pie los comedores, pero las unidades productivas pueden reemplazar el día de descanso para movilizarse porque es una de las ventajas, si se quiere, de trabajar sin patrones, fuera del esquema formal.
"La coalición de Gobierno sigue formateada en la relación capital-trabajo, y eso deja a millones afuera".
El trabajo lo creamos nosotros, como dice Francisco. Tenemos otra cultura. Que, por otra parte, la política todavía no la entiende. No estoy hablando de tal o cual ministro o tal o cual dirigente, sino de la política en general. También de la coalición de Gobierno, que sigue formateada en la relación capital-trabajo, y eso deja a millones afuera.
Emilio Pérsico suele decir “nos miran pero no nos ven”. ¿Es eso?
-Claro. Hay una mirada displicente, desde arriba, de nuestro sector. No se lo considera como un actor económico, que hace las cosas que hace. Tengo miles de ejemplos de cómo estamos combatiendo la inflación de forma comunitaria, compartiendo la producción, la comida. Lo primero que te dicen las compañeras es “mirá, si tuviera un terreno más grande acá hago una huerta”. Garantizan todos los días la comida que no garantizan las grandes corporaciones. Yo siempre digo que en la pandemia protagonizaron una gesta nacional.
"Las compañeras garantizan todos los días la comida que no garantizan las grandes corporaciones".
Todos pensábamos con preocupación que iba a pasar cuando el Covid llegara al conurbano y si no estalló como pasó en otros países, como Brasil o Perú, fue por ellas. Dialogando solamente con los grandes empresarios para ver como metés un impuesto para redistribuir no logras nada. Ojo, estamos de acuerdo con eso, solo que, obviamente, los empresarios aprovechan para ganar plata, siempre buscan eso. Ésa es una lógica, la que impera hoy en la política, que para nosotros no va a solucionar ningún problema de los que tiene el pueblo. No hay profundidad en la mirada y para ver esa realidad necesitas compartirla.
Francisco ya advirtió hace mucho eso que decís. Con el Presidente tuviste más de un encuentro, ¿hay una escucha?
-Alberto está empezando a mirar al sector con más profundidad. Pero el problema está en la coalición de Gobierno. Domina la tendencia política del enamoramiento del capitalismo.
"Pareciera que nos van a salvar los empresarios, que van a generar más trabajo. ¡Nunca lo hicieron!".
Pareciera que nos van a salvar los empresarios, que van a generar más trabajo. ¡Nunca lo hicieron! Desde el 76 para acá el modelo de acumulación es especulativo. Podés pensar en dos millones de puestos de trabajo, pero igual te van a quedar cuatro millones afuera.
Hablando de diálogo, Juan Grabois dijo con otras palabras que el sector debía estrechar lazos con empresarios como Gustavo Grobocopatel. ¿Estás de acuerdo?
-No hay problema en tender puentes, todo lo contrario. Si te ponés de acuerdo en algún punto, ¿cuál es el problema? El planteo nuestro es que queremos igual derechos que cualquier otro trabajador. Peleamos por eso, nos dividimos en distintas ramas, estas ramas se desarrollan, piden derechos, etc. Pero llega un momento en que encontrás un límite a tu propio desarrollo. ¿Quién pone ese límite? El poder. Me acuerdo cuando Macri, siendo jefe de Gobierno, dijo que los cartones eran de la Ciudad. Ahí estaba operando un límite: los cartoneros se habían organizado como recicladores urbanos, avanzaron en el Salario Complementario, hacen un trabajo fundamental para el medio ambiente y fueron reconocidos, pero el cartón no, es de la Ciudad. Nuestro planteo es: “te resuelvo esto y vos lo tenés que pagar”. Hay que romper ese límite. Si ahí no tendemos puentes, a la corta o a la larga lo que va a haber es una irrupción de los pobres y no sabemos dónde va.
Entre los planteos de la movilización está muy fuerte el del acceso a la tierra. ¿Por qué es tan importante?
-Hace tiempo que llevamos el planteo de que hay tierras del Estado disponibles para los compañeros. Eso, como decía, no sólo da trabajo, sino que abarata la comida. Es una forma, la nuestra, de combatir la inflación y de vivir de otra manera. La AABE tiene relevado el 25 por ciento de lo que tiene el Estado. Nosotros pedimos acelerar el relevamiento.
"Hace tiempo que llevamos el planteo de que hay tierras del Estado disponibles para los compañeros".
No queremos que nos la regalen, también se pueden dar en comodato por diez años, para que podamos invertir. Este pueblo desde el sufrimiento hace cosas maravillosas, pero las ideas no vienen solas. Para que los funcionarios tengan nuevas, tienen que caminar junto al pueblo.
El planteo además propone una “Ley de las tres T”. También se habló en su momento de un ministerio de la Economía Popular. ¿Qué recepción están teniendo esas iniciativas?
-El planteo de la ley y también el del ministerio tienen que ver con que necesitamos una visión integrada desde el Estado de la Economía Popular. Que las políticas se articulen desde un sólo lugar. Sigue siendo un Estado con reparto de cargos, pero no articulado. Después, en la Ciudad de Buenos Aires hay una ley de Economía Popular. No es mala. Sé que participaron nuestros compañeros de la capital.
"Sigue siendo un Estado con reparto de cargos, pero no articulado".
Con eso no quiero decir que Larreta vaya a resolver estos problemas, sino que nosotros no tenemos problema en dialogar con todos los sectores para lograr lo que buscamos. Después nos critican por una foto con Stanley, pero así avanzamos. Lo llamativo es cómo puede ser que en capital se haga eso y en provincia no tengamos lotes con servicios para hacer vivienda popular, por ejemplo. En todo caso, estaremos en la calle movilizados para que la ley salga. Si eso se logra, para nosotros no hay derrota posible.
"No tenemos problema en dialogar con todos los sectores para lograr lo que buscamos".
Las últimas marchas masivas de la UTEP, por los varios dirigentes y militantes que tiene en la gestión, se interpretaron como de apoyo al Gobierno. Pero no parece ser el caso, esta vez.
-Nuestras marchas son gremiales. Por supuesto que formamos parte del Gobierno y votamos al Frente de Todos, pero son dos cosas diferentes. Con las de Cayetano nos decían lo mismo, que eran en contra de Macri. Un sector de la Iglesia estaba preocupado por eso. Pero es nuestra marcha, la hacemos en memoria también de Saúl Ubaldini, que inauguró esa tradición.
¿Qué estás recogiendo del humor de los barrios respecto del Gobierno y sus internas?
-El tema de las internas y demás está en el nivel de la militancia, los que van asumiendo responsabilidades en una estructura. A los compañeros del territorio muchas veces les importa nada eso. En la resolución de la diaria no está esa discusión, sí los problemas cotidianos.
Sobre las internas en el FdT: "Vemos que si seguimos así vamos a un precipicio, como pasó con la derrota de Scioli ante Macri".
No se boquea, no se habla al pedo. Se desarrollan estrategias de supervivencia, de organización. De todos modos, nosotros vemos que si seguimos así vamos a un precipicio, como pasó con la derrota de Scioli ante Macri.
Cuando Macri fue al fondo dijiste que se venía un “genocidio social”. ¿Qué pensas ahora, después del acuerdo?
-Nunca voy a estar de acuerdo con un acuerdo con el FMI, pero en términos prácticos es un buen acuerdo, porque patea para adelante el quilombo, sólo eso. Nos da aire.
"Nunca voy a estar a favor con un acuerdo con el FMI, pero en términos prácticos es un buen acuerdo, porque patea para adelante el quilombo".
Por supuesto sería mejor hacer como hizo Néstor, sacárnoslo de encima, pero esa no es una posibilidad hoy. Pero para tener más fuerza, hay que construir desde abajo, como digo, no es sólo el Estado.
¿No hay ajuste?
-El ajuste sería mucho más real si los poderes concentrados no estuviesen fragmentados. Hoy en el norte también hay disputas internas y contradicciones y creo que eso también nos da aire a nosotros. Después… el ajuste se da a partir de la inflación. Nos viene pasando desde Macri.
¿Alcanza el bono que anunció el Gobierno?
-No. Por supuesto. Por eso, como dije, tenemos los planteos que tenemos, de acceso a la tierra, de fomentar un sector que combate colectivamente, organizada, con una lógica distinta de producción, de compartir la vida. Después se preguntan: “¿cómo no estalla todo?” Y yo me contesto si no será que la estrategia del pueblo es tener una vida mas digna, mas sencilla. En la Economía Popular, en nuestras organizaciones, está la respuesta.