En medio del escándalo por la estafa de $LIBRA, el Gobierno busca desviar el foco de atención a como de lugar. Este jueves, la administración libertaria transformó al Banco Nación en una sociedad anónima y encendió alarmas en la oposición. Es que si bien la entidad bancaria quedó fuera de la lista de empresas sujetas a privatización incluida en la Ley Bases, este cambio es el primer paso necesario para vender una empresa estatal.

“El Presidente de la Nación acaba de firmar el decreto que transforma al Banco de la Nación Argentina en Sociedad Anónima”, anunció Adorni el miércoles a la noche en sus redes sociales. Poco después, a las 00 horas del jueves, la medida se efectivizó a través del decreto 116/2024 publicado en el Boletín Oficial. 

El texto establece que "los accionistas del BNA SA serán el Estado Nacional, quien tendrá la titularidad del 99,9% del capital social y que ejercerá todos sus derechos a través del Ministerio de Economía y la Fundación Banco de la Nación Argentina, que tendrá la titularidad del 0,1% del capital social".

Además, el decreto señala que el capital social del Banco de la Nación Argentina Sociedad Anónima "se prevé en la suma de $1.602.274.965.000".

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X de Manuel Adorni

Autoridades del Banco Nación ya habían adelantado en un comunicado la intención libertaria de transformar la empresa estatal en una sociedad anónima bajo el argumento de que la conversión "es imprescindible para que el Banco continúe aumentando los préstamos a favor de las PyMEs y las familias".

"Para sostener ese crecimiento, la institución necesitará ampliar su fondeo, lo que podrá hacer abriendo su capital, para lo cual es esencial que se convierta en Sociedad Anónima y que tenga la aprobación del Congreso", detallaron.

Sin embargo, acorralado por el criptogate y una potencial situación procesal complicada, Milei decidió saltear al Congreso y concretar la transformación por decreto. 

Cuando se discutió la Ley Bases, el Gobierno había incluido al Banco Nación en el listado de empresas sujetas a privatización. Sin embargo, el rechazo de la oposición -incluso de varios aliados- hizo que el oficialismo lo retirara del listado.

De todas maneras, en la legislsción no se expresó de forma concreta que el Banco Nación no se podía privatizar. En cambio, sí se otorgaron facultades delegadas al Presidente. En este escenario y frente a un Gobierno herido que busca generar otros debates para desviar la atención de la estafa más grande del mundo cripto, crece el temor que la transformación en Sociedad Anónima sea un primer paso para intentar avanzar con la privatización.