Apenas a dos días de su aparición, el libro “Sinceramente” de Cristina Fernández de Kirchner se convirtió en un compendio de intensas reflexiones y polémicas. En este caso, se destacó un pasaje donde la ex presidenta se dedica a reflexionar sobre el tratamiento que los principales medios hicieron de su persona durante su mandato y lo contrapone al actual tratamiento de la figura de María Eugenia Vidal. En su análisis, plantea una operación mediática que conjuga machismo y antiperonismo.

Con la retórica afilada que la caracteriza, CFK propone una delicada reflexión donde se pregunta por qué el discurso misógino de la prensa que le “inventaba novios, amantes y romances” no opera en la actualidad frente a la Gobernadora, a quien se muestran -según describe la Senadora- como una “hada virginal y angelical”.

 “Esto de los medios de comunicación investigándome amantes o novios no tiene que ver sólo con la misoginia, sino también –y fundamentalmente- con la ideología política”, comienza a describir Cristina y continúa: “Sucede que la figura central de Cambiemos es la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Una mujer muy joven, de 45 años y divorciada. Sin embargo, ningún medio o periodista menciona romance o noviazgo alguno. Todo lo contrario; la presentan como una mujer casi virginal, angelical, una suerte de hada buena”.

En tanto, la ex presidenta decide contraponer esa construcción con la que se realizó en su momento con su propia imagen: “Del otro lado aparezco yo: una mujer de 66 años, viuda y abuela. Por supuesto, los medios publican que tengo amantes, novios, romances y todo lo que se les ocurra. Ahora, yo me pregunto: si lo que inventan sobre mí fuera sólo producto de un planteo machista ¿Por qué no elucubran lo mismo sobre Vidal?”.

Es ahí donde Cristina lanza la reflexión donde plantea el trasfondo de corte “gorila” y antiperonista del discurso machista que describe. La autora remata: “La respuesta es muy sencilla: se construye un estereotipo como sentido común, en el que las peronistas o populistas somos todas ‘locas y putas’ y las liberales son todas ‘buenas y puras’. Es muy claro y muy burdo, pero lamentablemente eficaz”.

El comentario es presentado en la página 45, en el segundo capítulo titulado “Después de convertirme en calabaza", de la publicación que contiene más de 500 páginas que recorren vida personal y trayectoria política de la actual senadora Nacional.